Sector ceramista en crisis: una empresa planea reducir 40% su planta de empleados
Cerámica Cortines, de Luján, remarcó que afronta una fuerte caída en las ventas, suspendió actividades por 90 días y presentó un procedimiento preventivo de crisis.
Cerámica Cortines, una de las principales productoras de cerámicos de la provincia de Buenos Aires ubicada en la localidad de Luján, atraviesa una crisis profunda y por ello planea una reducción de su planta en torno al 40% del plantel. El planteo de la empresa se conoció a un mes del despido de 96 trabajadores de la empresa Cerro Negro en Olavarría, con el cierre de la línea de producción de pisos, definición que sigue en el marco de una conciliación obligatoria.
La empresa de Luján informó que el derrumbe de ventas obligó a paralizar toda su planta desde febrero y la proyección de extender la medida durante mayo. Con más de 50 años de historia, la firma presentó ante el Ministerio de Trabajo bonaerense un procedimiento preventivo de crisis por 180 días que incluye retiros voluntarios, pago de indemnizaciones en cuotas y una reducción del 40% de su personal.
Según el documento presentado por la firma, las ventas se desplomaron un 57% en los últimos tres años, pasando de 11,2 millones de metros en 2021 a apenas 4,8 millones en 2024. El dato más alarmante es que en lo que va de este año, sólo se despacharon 850.000 metros, lo que encendió todas las alarmas internas.
En tal sentido, el documento detalla que febrero “fue el peor mes de venta en años de la empresa”, con una baja del 50%. Desde la firma ubicada en la localidad de Cortínez y que cuenta con 329 empleados manifestaron que el sector de la construcción es uno de los más perjudicados en esta crisis. “Nuestros principales clientes también se encuentran muy afectados por la situación actual y reducen o anulan en muchos casos compromisos que habían asumido cuando la perspectiva de la actividad era otra”, indicaron.
En este contexto, Cerámica Cortines avanzó con una suspensión de actividades por 90 días desde febrero y hasta fines de abril. Sin embargo, la propia empresa reconoce que “dichas suspensiones no han sido suficientes para paliar la situación que ahora se va haciendo cada vez más asfixiante y grave”.
La empresa dijo que está “sobreestockeada” y que “no se llega a vender mensualmente ni un cuarto de las mercaderías necesarias para poder tan solo afrontar el pago de salarios. Ni hablar de temas cargas sociales y con ello la presión impositiva desde el Estado que no da tregua, más los continuos aumentos de los insumos”.
Por eso, plantearon que “para evitar terminar en una situación irrecuperable y poder mantener la fuente de trabajo, es imperioso readecuar la empresa, reorganizar el personal afectado, disminuir la producción y, con ello, bajar costos, cargas impositivas y gastos”.
Fuente: Agencia DIB