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En Tandil diseñaron un súper collar para combatir parásitos

Se espera que el producto pueda proteger a los perros, al menos, durante un mes. Ahuyenta pulgas, garrapatas, ácaros, gusanos y hasta mosquitos.


Especialistas del Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN) y el Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de la Provincia de Buenos Aires (CIFICEN) diseñaron un collar para perros que sirve para el tratamiento de parásitos internos y externos. Además, previene la transmisión de enfermedades que afectan a mascotas y personas, y puede ser útil como repelente contra los mosquitos. En colaboración con la pyme Apilab, el objetivo del proyecto es trasladar el desarrollo del laboratorio a la escala productiva y comercial.

 

A diferencia de los tratamientos convencionales, que muchas veces se dan de forma individual a través de pastillas, pipetas o baños, este sistema reemplaza a los distintos métodos que se utilizan y los condensa en el collar. No solo será útil contra pulgas, garrapatas, ácaros y mosquitos, sino también contra los nematodos, gusanos redondos que pueden habitar el intestino. Básicamente, el artefacto libera los fármacos de forma paulatina, que se distribuyen sobre la piel del perro y se absorben lentamente. Se espera que el efecto tenga una duración mínima de un mes.

 

 

Vale destacar que el proyecto recibió financiamiento del Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA) otorgado por el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica a través de la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación.

 

Mejor prevenir

 

Los parásitos se dividen en dos clases: externos e internos. Los primeros son organismos que se encuentran en la piel del animal y se denominan ectoparásitos; algunos pueden verse a simple vista y otros solo mediante microscopio. Los que se hallan dentro del cuerpo del animal son los endoparásitos, clasificados en gusanos redondos y gusanos chatos.

 

 

Aunque no parecen muy ofensivos, los parásitos generan lesiones en los animales y pueden provocar enfermedades infecciosas transmisibles a las personas. Por eso, el collar resulta clave desde la perspectiva social y sanitaria, en un contexto donde las mascotas son un miembro más de la familia y están en contacto permanente con ellas.

 

Fuente: Página 12

Fotos: Comisión de Investigaciones Científicas