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Ruta Provincial Nº 51: ¿Cruce seguro?

Hace pocos días se inauguró una obra en la intersección de la Ruta Provincial N°51 con la autopista Fortabat, una demanda de hace muchos años de quienes circulan por el sector debido a lo riesgoso que era la tipología anterior del cruce. ¿Qué tan seguro es el cruce inaugurado?, ¿qué problemas trajo?, ¿se priorizaron los controles por sobre la concientización?, ¿se desperdició una inversión?


 Por: Marcos Pascua 

 

Un cruce inseguro

Tanto la Ruta Provincial N°51 como la autopista Fortabat son dos vías de gran circulación, tanto para quienes necesitan trasladarse de Olavarría a Villa Alfredo Fortabat o a las industrias de la zona, como para aquellos que realizan el tramo Villa Alfredo Fortabat a Olavarría. Por otro lado, la ruta es una vía muy transitada debido a la cantidad de camiones que por ella circulan, debido a la presencia de industrias cementeras en la zona y a la falta de planificación de otro tipo de transporte como podría ser el ferrocarril.

 

Todo esto configura a ambas vías como zonas de gran circulación y por eso hace de su intersección un punto de encuentro complejo y necesario de abordar con obras que generen la mayor seguridad posible.

 

El cruce anterior, como seguramente sabés si te tocó circular por ahí, era un cruce peligroso ya que no presentaba una señalización clara, poca iluminación y además un carril por sentido en cada una de las vías de acceso o salida de la ciudad. Ese peligro disminuía si eras conocías el cruce y lo tomabas a diario, pero se potenciaba para aquellas personas que no conocían el sector. Por eso mejorar esta intersección era muy importante.

 

Puntos de conflicto

 

Una forma de analizar la peligrosidad de un cruce es a través del análisis de los puntos de conflicto.

 

 

Los puntos de conflicto son los puntos donde se cruzan las diferentes trayectorias posibles que se pueden dar en una intersección. Primero se analiza cuáles son las posibles maniobras que se pueden realizar, por ejemplo, giro a la izquierda, giro a la derecha, continuar por el mismo carril, etc. Veamos qué sucedía en el cruce anterior.

 

 

En este caso podemos ver un total de nueve puntos de conflicto, es decir, nueve puntos donde las diferentes trayectorias se podrían encontrar, puntos potencialmente peligrosos.

 

Cuando se analizan soluciones técnicas, se trata de disminuir los puntos de conflicto.

 

Veamos qué sucede con la obra nueva.

 

 

La intersección nueva cuenta con un total de nueve puntos de conflicto.

 

 

Entonces, ¿mejoró?

 

Ante este análisis de los puntos de conflicto uno se puede ver tentado a decir que el cruce no mejoró, es que, si bien hay la misma cantidad de puntos de conflicto, lo cierto es que se descomprimió mucho la circulación al anexar dos carriles centrales que son los que permiten ingresar a la ciudad para quienes viajan en el sentido Villa Alfredo Fortabat-Olavarría y salir de la ciudad en el sentido Olavarría-Azul. Mientras que los carriles restantes, los originales, cumplen la función de salida de la ciudad en el sentido Olavarría- Villa Alfredo Fortabat y entrada en el sentido Azul-Olavarría.

 

Por lo tanto, podemos decir que en este punto estamos relativamente bien o un poco mejor que antes, si bien existen la misma cantidad de puntos de conflicto, se logró una disminución en la circulación en los carriles originales al individualizar las trayectorias.

 

Señalización

 

Este es uno de los puntos más subestimado de nuestros caminos, ya que en muchas obras la señalización escasea (en otras se las roban), por lo tanto, es difícil entender cuál o cuáles son las maniobras a realizar en un cruce de estas características.

 

A veces por desconocimiento, otras por presupuesto o porque se piensa la circulación en términos de aquellas personas que circulan todos los días por allí se realiza señalizaciones que “dan por sentado” cosas que no, qué pasa con aquellas personas que circulan por primera vez, por ejemplo, ¿se piensa en este sentido?

 

No todas las personas saben y no tienen por qué saber cómo debe ser la circulación en las intersecciones.

 

Uno de los problemas de este cruce es que no existen carteles que anuncien la presencia de una dársena.

 

En cuanto a señalización vertical se puede ver:

  • PARE: para quienes viajan desde el sur de la provincia y van a ingresar a Olavarría.
  • DIRECCIÓN OBLIGATORIA: para quienes se detienen en la banquina, se les indica cuál es la circulación obligatoria.

 

 

  • DIRECCIÓN OBLIGATORIA: en la isleta central para quienes doblan a la izquierda e ingresan a la ciudad desde Villa Alfredo Fortabat.

 

 

  • PANEL DE PREVENCIÓN: en la isleta central, debajo del cartel de circulación obligatoria, indica la presencia de un obstáculo, las líneas diagonales indican por cuál de los lados debe ser sorteado el obstáculo. En el caso de la isleta se encuentra colocado al revés. Flecha de circulación y las líneas diagonales del panel de prevención en este caso, deben apuntar en el mismo sentido.

 

 

  • CONTRAMANO: en uno de los carriles que ahora cumple la función de ser un carril de salida de la ciudad, en el sentido Olavarría-Villa Alfredo Fortabat.
  • DIRECCIONES PERMITIDAS: en el sentido Azul-Olavarría, indica ingreso a la ciudad y continuación por el mismo carril.
  • PARE: en la isleta central, para la salida desde Olavarría en dirección hacia Azul.

 

 

 

En cuanto a señalización horizontal se puede ver:

 

  • CEDA EL PASO: triángulo pintado en la calzada apuntando hacia el lado menor e indicando con uno de sus vértices el lado desde donde se va a producir el cruce. Obliga a ceder el paso antes de ser transpuesta.
  • LINEAS HORIZONTALES AMARILLAS: indican estrechamiento de carril en calzada con dos carriles.
  • LINEAS HORIZONTALES BLANCAS: representan la extensión de la línea de borde en las Ramas de Enlace.

 

Las normas de señalamiento en general se cumplen, pero en algunos casos se pueden considerar confusas, sobre todo para quienes viajan en la dirección sur-norte ya que no queda claro quiénes son los que deben hacer caso a las señales de PARE y de dirección obligatoria.

 

En el caso de la isleta central, se encuentra señalizado correctamente el estrechamiento de carril, pero en el caso del panel de prevención se encuentra colocado en forma invertida.

 

 

 

 

Los paneles de prevención tienen como objetivo alertar sobre la presencia de un obstáculo e indicar por cual de los lados debe ser sorteado.

 

En el caso del cruce nuevo, tal como está colocado nos indica que existe la presencia de un obstáculo y que debe ser sorteado por la izquierda (el sentido es dado por la orientación de las diagonales), mientras que la flecha que se encuentra en la parte superior del panel indica que la dirección obligatoria es hacia la derecha. El panel de prevención está colocado en forma invertida.

 

Tanto las señales de contramano como de direcciones permitidas son correctas.

 

Lo que debería estar presente para complementar estas señales es alguna señalética con antelación que indique la presencia del cruce y como debe ser utilizado.

 

Por otro lado, y esto es otro tema, es la falta de formación de personas para conducir, habría que hacer una encuesta de cuántas personas saben que significan las diferentes señales de tránsito allí presentes.

 

Este tipo de intersecciones debe ser diseñado pensando en las particularidades del lugar y pensado para alguien que no conoce nada de la zona, lo que comúnmente se conoce como APB.

 

Sin señales que anticipen el cruce, con señalamientos confusos y en algunos casos mal colocados sumado a la falta de concientización, hacen que el cruce no sea tan seguro como se esperaba o como debería ser.

 

Seguro te multan

 

La presencia de este cruce poco informativo, la “costumbre” del cruce anterior y la falta de concientización ante las nuevas alternativas de circulación provocó que muchas personas ingresaran de forma incorrecta en las diferentes vías de acceso y salida, lo que derivó en penalizaciones.

 

Lo más sensato en estos casos es realizar una campaña de concientización con agentes de tránsito trabajando en el lugar durante un tiempo determinado indicando cuáles son los cambios respecto al cruce anterior y de esta manera se salvarían muchas situaciones peligrosas generadas por falta de información. No basta con una gacetilla y un anuncio en los medios.

 

Se necesita más trabajo.

 

Ahora, si la concientización no existe y además se aprovecha la confusión para cobrar multas, y bueno, así es difícil.

 

Alternativas

 

Con la obra actual sigue siendo compleja la maniobra para quienes circulan en dirección Bahía Blanca-Azul y tienen que ingresar a la ciudad.

 

A grandes rasgos continúan expuestos, tienen que tomar una decisión en pocos segundos sin ningún tipo de protección.

 

En primera instancia deben desacelerar, luego “bajar” a la banquina pavimentada que funciona como carril auxiliar para luego doblar hacia la izquierda. Al menos este tipo de maniobra es el que se realiza si por el carril circulan otros vehículos, caso contrario realizan la misma maniobra sin “bajar” al carril auxiliar, maniobra muy peligrosa.

 

Como está configurado el cruce actualmente quien ingresa a la ciudad debe estar observando a través del espejo retrovisor que no venga nadie atrás, al mismo tiempo que tiene que estar observando el carril de circulación Azul-Bahía Blanca, algo que no sería tan problemático si el sector contara con poco tránsito, pero no es el caso, existe mucho tránsito y todo se complejiza con la presencia de vehículos pesados.

 

Pensemos en el vehículo que viene desde Olavarría y toma el carril de la isleta que le permite girar en sentido Olavarría-Azul, este vehículo queda de frente a los dos carriles de la Ruta Provincial N°51, al igual que quien viene desde Villa Alfredo Fortabat e ingresa a Olavarría debe tener en cuenta la circulación en ambos carriles, pero cuenta con la ventaja de que ingresa de frente al camino, algo que no sucede para quien tiene que “bajar” al carril auxiliar.

 

¿Cómo se podría salvar esto? Quien suscribe piensa en dos opciones, no mucho más costosas, pero sí, mucho más seguras.

 

Opción A: respetando el diseño actual, una posibilidad es la de generar un carril auxiliar sobre la ruta metros antes del cruce con una curva que permita cambiar de trayectoria a quien desea ingresar a la ciudad, de manera que quede de frente al acceso y con vista hacia ambos lados de la ruta.

 

Opción B: la que para mí es la opción más segura, es generar un carril de desaceleración sobre la margen izquierda con un descanso, mientras que sobre la derecha queda el carril de circulación. De esta manera quien circula en el sentido Bahía Blanca-Azul, puede desacelerar, esperar sobre el descanso y ya no se tiene que preocupar por quienes venían detrás de él o ella porque quedarían a la derecha pasando normalmente y solo tiene que prestar atención a quienes circulan en sentido contrario.

 

Algo similar a lo que se realizó en la intersección del enlace Néstor Kirchner y la Ruta Nacional N°3 en un punto de mucho menos circulación que el analizado.

 

 

Conclusiones

 

A grandes rasgos la obra actual mejora un poco la circulación en el cruce ya que individualiza las diferentes trayectorias en carriles independientes, pero no disminuye la peligrosidad de la maniobra de quienes circulan en sentido sur-norte y deben girar a la izquierda para ingresar a la ciudad, siendo los más perjudicados en esta intersección.

 

Lo que se puede observar de este cruce es que fue una obra diseñada, gestionada y planificada a nivel provincial con nula adaptación local, una solución estandarizada donde no se tienen en cuenta las particularidades de la zona.

 

Lo que me genera las siguientes preguntas, ¿no existe una intervención local desde lo técnico?, ¿cuál es el rol de los gobiernos locales en este tipo de obras?, ¿cuál es el rol desde la seguridad vial y los controles?, ¿no se interviene desde lo técnico, pero sí desde el control y la penalización?

 

Por otro lado, ¿cómo se controla la realización de este tipo de obras?

 

Como analizamos anteriormente se puede ver falta de señalética que anuncie la presencia del cruce, señalética confusa en algunos casos y una señal colocada al revés.

 

Con lo difícil que es conseguir este tipo de obras, es una lástima que no se aproveche la inversión pública al máximo y generar un cruce mucho más seguro para quienes circulan por allí a diario.

 

En definitiva, lo que se anunció como un cruce seguro no parece que sea tan así.

 

Si llegaste hasta acá te felicito, fue una columna extensa y bastante técnica, pero me parecía importante aportar una mirada crítica e informar sobre cómo se deben analizar este tipo de obras.

 

Nos leemos en dos semanas de nuevo.