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El terror social y un recorrido por el universo de Mariana Enriquez

En Central Radio hablamos de una escritora que plantea una narrativa propia y que suma elementos de distintos géneros literarios. Un recorrido por sus principales obras.


Desde ¿Qué leíste hoy? y Librería El Puente hablamos de un conjunto de escritoras que se instalaron en distintas partes del mundo sumando lectores y lectoras. En esta oportunidad, en Central Radio (lunes a viernes de 15 a 17 por Radio Sapiens FM 102.7) realizamos una aproximación a la periodista y escritora Mariana Enriquez.

 

Mariana Enriquez nació en Buenos Aires en 1973. Es una de las voces más resonantes de la literatura contemporánea de nuestro país. Dueña de un universo ecléctico y cautivador, trasciende las fronteras, gana premios internacionales y sus libros se traducen en numerosos países.

 

Nuestra parte de noche (Premio Herralde de novela 2019), consolidó su reconocimiento. Aunque ya era respetada como cuentista y también se destacaba por sus libros de no ficción. A sus 19 años escribió una novela (la publicó a los 21). Se trata de Bajar es lo peor (1995), que con el tiempo se transformó en un texto de culto y muy difícil de encontrar.

 

-Nuestra parte de noche (2019)

 

“También podía abandonarlo en la ruta, en algún lugar cerca del río. O en la puerta de algún hospital, de una comisaría. Había chicos perdidos por todo el país. Chicos robados, chicos abandonados. Los chicos que les quitaban a los secuestrados. Alguien podía quedarse con él. Las adopciones ilegales eran una epidemia. Gaspar tenía suerte, lo aceptarían con los brazos abiertos: era hermoso y no estaba dañado, no mucho, al menos”.

 

El que habla es Juan, el padre de Gaspar. Ambos son parte de una sociedad secreta llamada La Orden. Juan trata de salvar a su hijo de un destino que le ha sido asignado: ser médium, contactar a la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante terribles rituales.

 

El terror sobrenatural se cruza con el terror real. La historia está ubicada en un marco histórico concreto y recorre varias décadas de hechos sucedidos en nuestro país. Lo que la hace perfectamente creíble. La novela está construida con una trama compleja que se divide en cinco partes y abarca desde 1960 a 1997, a través de casi 700 páginas.

 

San La Muerte, San Huesito, las creencias populares, el paganismo se entrecruzan con el tarot, los poetas malditos, el Londres psicodélico de los ’70, la dictadura militar, la llegada de la democracia y una serie de personajes muy bien construidos. Todos ocultan algo.

 

 

-Las cosas que perdimos en el fuego (2016)

 

Este libro contiene 12 cuentos donde el terror de lo habitual, lo vuelve todo tan real, tan insoportable. “Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza”, promete la contratapa de “Las cosas que perdimos en el fuego”. Y cumple.

 

Podemos decir algo de cada uno de sus cuentos. Una imagen, una palabra, una sensación o un clima. Vamos a elegir hablar de tres.

 

– El chico sucio. Es el primero de los cuentos de este libro. Todo transcurre en el barrio de Constitución. Una mujer de clase media cree saber moverse en esas calles donde reina el abandono y lo indeseado. Un hecho particular le demuestra que es extranjera en ese territorio. Un chico sucio, un crimen, algo oculto, incomprensible, inabarcable.

 

– La casa de Adela. Este cuento contiene los antecedentes de un hecho muy importante que se desarrolla en “Nuestra parte de noche”. Adela, la niña con un solo brazo, la niña que nunca ocultaba el muñón porque disfrutaba de ser observada. La niña que junto a sus amigos, ingresa en una casa abandonada. Una travesura que sale mal.

 

– Bajo el agua negra. Impacta la utilización del Riachuelo para contar esta historia. El agua como un personaje de la trama. Además, la ubicación geográfica, la crítica social y la descripción de los hechos para la construcción del verosímil. “Capas y capas de mugre para mantenerlo muerto o dormido: es lo mismo, creo que es lo mismo el sueño y la muerte”.

 

 

-Los peligros de fumar en la cama (2009)

 

Contiene también 12 relatos de terror contados con una voz propia donde se despliegan todos los recursos para mantenernos expectantes hasta el final.

 

Tenemos desde el desentierro de unos huesos, pasando por la desgracia que desencadena un mendigo despreciado en un barrio hasta atracciones fetichistas por corazones enfermos. Todo podría suceder, eso es realmente perturbador.

 

La intriga nos hace devorar esos relatos. Llegar al final es el objetivo, queremos saber qué pasa con esos personajes. No siempre conseguimos una explicación que cierra todos los detalles, pero si, obtenemos la recompensa de los buenos finales.

 

Un rasgo distintivo de “Los peligros de fumar en la cama” es que están narrados en su mayoría por mujeres. Ellas también son las protagonistas principales de la historia. Ellas nos adelantan que algo va a pasar, y eso seguramente se nos va a quedar pegado hasta varios días después de terminar el cuento.

 

 

-La hermana menor – Un retrato de Silvina Ocampo (2014)

 

Mariana Enriquez recorre la vida de la escritora argentina Silvina Ocampo, una de las figuras más talentosas de la literatura en español. Injustamente descripta, en innumerables reseñas, a la sombra de su hermana Victoria, de su marido Adolfo Bioy Casares, y de su amigo, Jorge Luis Borges.

 

Enriquez explora las distintas versiones de Ocampo, las diferentes interpretaciones de su vida y obra. Busca la voz de Silvina entre testimonios, biografías, críticas, entrevistas, cartas y las voces de escritores y críticos como Noemí Ulla, Sivia Molloy, Juan José Sebreli, María Moreno, Matilde Sánchez, Esther Cross, Adriana Mancini, entre otros. También, habla con sus afectos y figuras cercanas como María Esther Vázquez, Fernando Noy, Hugo Beccacece, Ernesto Montequin, por mencionar a algunos.

 

 

 

-Alguien camina sobre tu tumba (2013)

 

“Cuando se muere, la gente es mucho más agradable”. Enriquez se define como una “catadora de cementerios”, y en este libro nos lleva de viaje por sitios donde la muerte se hace palpable y las lápidas cuentan historias.

 

El amor de la autora por los cementerios empezó en Staglieno en Génova, Italia. Un cementerio impactante, inaugurado en 1851. “Un bosque con estatuas”.

 

Esa pasión se siguió desarrollando con la visita a lugares como Necrópolis de Colón en La Habana, Cuba, con sus tumbas quemadas por el sol y la sal; el bello cementerio de Spring Grove en Ohio, Estados Unidos, con sus cerezos blancos en flor y sus 12000 especies de árboles; o el cementerio de la Isla Martín García, repleto de cruces inclinadas.

 

 

-El año de la rata – Mariana Enriquez, Dr. Alderete (2021)

 

Se trata de una crónica gráfica construida a dos voces por la escritora y periodista Mariana Enriquez y el ilustrador Jorge Alderete. El libro se escribió y dibujó en 2020 (el año de la rata) y se imprimió en 2021 (el año del buey).

 

Está compuesto por sesenta relatos a mitad de camino entre la ficción y la realidad. Plantea una sociedad distópica ubicada en algún tiempo pospandemia, con seres hipersexualizados como “las daianas” o intrigantes como “las Damas de Piedra”. Además, el terror de Enriquez se encuentra presente en situaciones cotidianas.

 

Las ilustraciones son potentes y de una belleza única. Se destaca el sentido lúdico de la propuesta que surgió a partir de que Alderete envió a Enriquez un conjunto de imágenes que buscaban un texto. A partir de ese disparador, surgieron los textos.