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¿Cómo andamos?

Por Lucrecia Manso / @laranadespierta

 

Cada día al comenzar La Rana  me recuerda que en mi postura y en mi respiración puedo encontrar la ruta que voy recorriendo. Ajustar mi atención a mis pasos y con el mapa a mano mirar hacia adelante.

 

Andar sin olvidar donde estoy. Caminar junto a las demás personas. Compartir la ruta. Eso hace el recorrido desafiante y complejo. Eso le da sentido.

 

Por momentos vamos en compañía, por momentos en soledad. En el andar nos cruzamos, pasamos, enfrentamos, detenemos, corremos. Hay caminos sobrecargados y otros lejanos y desolados. Pero siempre hay alguien más.

 

Transitamos a veces distraídos. El paisaje es cada vez más llamativo. Cargado de luces de colores. Queremos observarlo sin detenernos. Perdemos de vista el rumbo, nos frustra y enoja. De  repente nos lanzamos sobre otros, juzgamos, encerramos, insultamos, amenazamos,  ignoramos. Invadimos. Tropezamos. Exigimos que aceleren. Empujamos.

 

Ponemos en riesgo a otros y a nosotros.

 

En ese paso acelerado y desconectado impera la violencia. Es  así como andamos, nos vinculamos. Es difícil ver a las demás personas. Respetar sus rumbos. Sus tiempos. Dar paso. Esperar. Avanzar cuando hay espacio. Todos los que van marchando son obstáculos a franquear.

 

Sin dudas la violencia duele y se devuelve. Pausar y volvernos a mirar.

 

Me distraje. Vuelvo a mi centro. Atenta. Observo la ruta, veo lo inmediato y también el horizonte. Voy con cuidado. La idea no es tener miedo y  dejar de salir. La idea es lograr pausas y  graduar las velocidades. Mirar a quienes cruzo. Observar sus movimientos y los míos. Para no chocarnos y herirnos.

 

Disfrutar  de ir  aunque haya un lugar donde llegar. Dejar que cada quien ande el propio camino. Saber que nos hemos puesto reglas para convivir y encontrarnos mientras vamos. Pero esas reglas sirven si estamos dispuestos a encontrarnos realmente.

 

Hoy, ahora, cuando nos crucemos voy a reconocerte. Aceptar tu presencia. Espero que podamos acordar quien pasa primero y quien, esta vez, puede esperar.

 

Viajar. Vivir. Convivir. No necesitamos sobrevivir. Acordar para donde vamos y cómo andamos. Dejar de chocarnos. Andar para encontramos.