Género

Valeria Juárez: “Tenía una vida de tristeza”

Se trata de la primera mujer en el país en ocupar el puesto de trabajo de su victimario, en la municipalidad de Santa Rosa. Habló con Radio Universidad (FM 90.1) y resaltó el cambio que provocó en su vida la posibilidad de un trabajo seguro. El apoyo de otras mujeres y el “alivio” de una condena.


El municipio de Santa Rosa, la capital de La Pampa, se convirtió en el primero del país en implementar políticas de reparación con perspectiva de género, con una ordenanza que permitió incorporar a una mujer en situación de violencia a la planta municipal para ocupar el lugar de trabajo de su victimario, cuando este fue condenado por agredirla y terminó siendo exonerado.

 

De esta forma, Valeria Juárez se convirtió en la primera mujer en el país en ocupar el puesto de trabajo de su victimario, en la municipalidad de Santa Rosa, luego de que quedara firme la sentencia por violencia de género de su expareja, Héctor Fabián Mendoza de 41 años, y que por ello fuera exonerado.

 

Valeria habló con Radio Universidad (FM 90.1) y contó el cambio que esta decisión provocó en su vida. “Estoy trabajando hace una semana y es un cambio de vida tremendo. Puedo tener una visión de un futuro mejor, la estabilidad económica y un trabajo seguro te permite proyectar y cumplir sueños… tener planes”, aseguró.

 

Con pausa contó que “desde 2013 que no tenía una vida normal, una rutina. Antes de tener la oportunidad de un trabajo seguro para tener algo estable para mí y mis hijos, tenía una vida de tristeza, de amargura, de impotencia, pasar por todos los tiempos de la Justicia es muy frustrante, se me hizo muy largo”.

 

Al recordar los años previos a la condena aseguró que “llegó a intentar matarme, vivía muy triste, muy resignada, con tratamiento psicológico que no te salva del peligro pero te salva de poder vivir con eso, de poder llevar adelante tu familia. A mis hijos los encerraba mucho, no los dejaba jugar en la vereda”.

 

 

Valeria Juárez, la luchó primero sola, y después pidió ayuda cuando comenzó a militar en la Corriente Clasista Combativa (CCC) de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE). “Ahí empecé a conocer a mujeres militantes por la lucha contra la violencia hacia la mujer. Ellas me acompañaron en todo momento, me apoyaron, me asesoraron, me dieron herramienta. Son mujeres que realmente se movilizan”, señaló.

 

La condena “fue un alivio”. “Cuando se aprueba esta propuesta en el Concejo, tuve la esperanza de que mi vida iba a cambiar. Él estaba en el área de mantenimiento en planta permanente, así que yo entro en el mismo lugar”, relató Juárez.

 

La Ordenanza 6305 fue sancionada en enero de este año por el Concejo Deliberante y es una muestra clara de una política de reparación con perspectiva de género.

 

Por último, contó que luego de este hecho histórico, muchas mujeres le escribieron para contarle su historia. “Es un pedido de ayuda porque el peligro está y tenés miedo. Les pido que se animen a denunciar y a visibilizar todo esto”, concluyó.