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La política de Olavarría y sus discusiones de fondo

La Asamblea del STMO dejó mucha tela para cortar: ¿discusión salarial o de manejo de poder en lo local? Mientras tanto, las políticas de Milei dejan efectos cada vez más duros en la ciudad. La mini audiencia del agua y la decepción de no poder…discutir el fondo.


Volver a las Fuentes, por Josefina Bargas y Alexis Grierson

El fondo de la cuestión

La semana pasada les adelantábamos que no sería una asamblea más. Con muchas variables en juego, el sector de cocina del Hospital Municipal fue la sede de un encuentro entre integrantes del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría (STMO) y los trabajadores para debatir sobre la última oferta realizada por el Municipio y avanzar en ese sentido.

Sin la Asociación de Profesionales, la convocatoria podría ser floja pero a contrario de la expectativa, fue la más convocante de todas las realizadas este año. Más de 200 personas se congregaron primero en un respetuoso silencio para escuchar los detalles de la oferta del Municipio al gremio, y luego en un caos que algunos acusaron de sabotaje, otros de “cuestionamientos internos” por la postura de rechazo permanente del sindicato hacia el Municipio.

Es que llevamos un camino de análisis que suma un capítulo, pero no cualquiera: mientras sigue la negociación salarial, lo que se discute de fondo es el poder que construyó el sindicato en los últimos años y el cambio de dinámica que propone la nueva gestión.

La voz cantante la llevó, por supuesto, el secretario general del gremio, José Stuppia, mientras que también tuvo un rol protagónico la asesora legal y Secretaria de Actas y Administración del STMO, Luisina Stuppia.

De entrada llamó la atención la presencia de dos concejales de Unión por la Patria, Hernán Quiroga y Patricia Pereyra. Tenían una razón: si bien hoy son concejales, los dos son empleados municipales (en licencia, claro está) y Pereyra incluso tiene 35 años de antigüedad en Licencias de Conducir. Pero lo que llamó un poco más la atención fue la presencia de algunos funcionarios de distintas áreas.

Si bien en principio se especificó que “tienen derecho como cualquier empleado” de participar de la Asamblea (lo que es técnicamente cierto) después se añadió, ante la evidencia de la contradicción de quedar en un lugar comprometido, que fueron a acompañar a trabajadores que querían participar de la Asamblea y poder plantear su postura sin recibir represalias.

Lo concreto es que todo esto, al momento del inicio de la Asamblea, no se había explicitado de ningún modo. Solo algún comentario por lo bajo, en tono de broma, que daba cuenta de la presencia de los concejales y algunos funcionarios. “Me alegra y celebramos el interés de los trabajadores en sumarse a esta Asamblea” dijo Stuppia como un palito.

Si bien es válida la crítica de la presencia de funcionarios e incluso de concejales -desde el STMO se buscaba incluso generar una sanción a los ediles en el HCD por la incompatibilidad de la presencia- el árbol no debe tapar el bosque: hubo una asistencia importante de trabajadores que quería que se acepte la propuesta del Ejecutivo catalogada como “buena” teniendo en cuenta el complejo contexto económico.

Desde un primer momento, no era para nada la intención del STMO. En voz de José y Luisina, los Stuppia manifestaron en todo momento que ellos también ven un problema de base: la distribución de los fondos a los trabajadores. Plantearon que existe una masa salarial que debe distribuirse entre los empleados, y lo que piden desde el gremio es que se “distribuya distinto” a otras ocasiones. Es decir, en partes iguales a los trabajadores.

A la respuesta que les había hecho Maximiliano Wesner en torno a esa distribución -que en los papeles generaría más dinero del que se acordó de masa salarial- le llegó una contrapropuesta: para no generar más erogaciones, buscarían acordar un porcentaje que vaya al remunerativo, mientras que el restante sería no remunerativo. Desde el Municipio adelantaron a este newsletter la misma postura, sigue significando más erogaciones que la masa salarial propuesta -2 mil millones de pesos por tres meses-.

Esta discusión, de todas maneras, es interesante. Si bien al final del camino representaría más dinero para erogar desde las arcas municipales, lo que buscan desde el gremio es que haya un aumento más “parejo” para todos los trabajadores. Es decir, que los que ganan menos tengan más aumento y los que ganan más, menos. Achicar la brecha entre categorías. No es algo que no tenga en cuenta la comuna, las diferencias aparecen en las formas. De hecho, la diferencia de 30 mil en la oferta inicial y 40 mil en la que finalmente se pagó, está ese achicamiento. “Los bonos son pan para hoy, hambre para mañana” dijo la hija de José Salvador en la Asamblea.

Si bien en la Asamblea se buscaba en todo momento votar el rechazo a la propuesta para negociar la contrapropuesta recién mencionada, la situación dio un giro inesperado: un grupo de trabajadores buscó votar la aprobación de la oferta realizada por el Municipio.

“No había nada para votar” dijeron desde el gremio, señalando que solo era una asamblea para “analizar” la propuesta. La situación es bastante confusa: durante la actividad se indicó que se tenía que rechazar el ofrecimiento para ir con la contrapropuesta. De todas maneras, es una discusión 100% informal: no había nadie tomando nota en un acta, no estaba la asamblea 100% constituida en los papeles.

“No sé si teníamos mayoría, pero si contaban creo que quedaba pareja la historia” confesó uno de los trabajadores que quiso aprobar el aumento en diálogo con este newsletter. “Dicen que quisimos romper la Asamblea y solo quisimos ejercer nuestros derechos dentro del gremio. Es medio autoritario el que dijo eso” agregó, en referencia a su presencia y a los duros cuestionamientos realizados.

A todo esto le debemos sumar un factor: había un tercer grupo (no tan visible, pero bastante numeroso) que se mostró molesto por dos cuestiones. La primera, la dilación de las discusiones generaba que el aumento se corra un mes más como mínimo, con la desesperación que eso conlleva. Pero la segunda cuestión no es para nada menor, ya que consideraban que los debates eran demasiado técnicos y no terminaba de quedar claro cómo era sobre todo la contrapropuesta del Sindicato, que si le suma el lugar, la cantidad de gente y la tensión, nada ayudaba a aclarar. De ese rol se apropió Luisina Stuppia, que explicó (con conceptos claros, nobleza obliga) al menos tres veces la oferta. Muchos se fueron sin entenderlo y preocupados por su futuro salarial.

Algo que fue catalogado como “peligroso” fue que Stuppia dijo que “por más que rechacemos la oferta, Wesner va a subir los salarios por decreto”. Según indicaron desde el Ejecutivo, no estaba para nada contemplado. “Es peligroso dar por sentado cosas que ni siquiera se hablaron. Corre del eje las discusiones cuando el Ejecutivo hizo una de las mejores ofertas que podía hacer” agregaron.

Volvemos a la Asamblea. Un trabajador dio el puntapié “disidente” al pedir que ante la urgencia de la liquidación de sueldos, se acepte el primer tramo de la oferta del Municipio (un 25% y bonos de 80 mil y 50 mil pesos, dependiendo el ingreso de cada trabajador) y “seguir negociando”. Allí, Luisina Stuppia aclaró que la oferta era “cerrada”: “o aceptamos todo o rechazamos todo, es así el ofrecimiento”.

Y luego tomó la palabra Hernán Quiroga. El planteo, básicamente, es darle tiempo a la gestión Wesner teniendo en cuenta que asumieron hace 3 meses y que se perdió poder adquisitivo durante 2023, siendo responsabilidad de Ezequiel Galli. Con aplausos de un lado y del otro, comenzó un duro intercambio con Stuppia, que ya venía acusando a Wesner de ser “de derecha” y de “ser lo mismo que Milei”.

Incluso, Stuppia lo invitó a ir a una reunión de paritarias “si tanto le interesa”. Quiroga aceptó.

El gremialista, ya en una vorágine de tensión, gritos y desorden, también acusó a la gestión de hacer obras “con la plata de los trabajadores”. “Si van a hacer obras con la plata de los trabajadores que pongan un cartel que diga ´esta obra se hace con la plata de los trabajadores municipales´” dijo.

Luego habló Patricia Pereyra, que dijo que su salario como trabajadora municipal quedó muy atrasado teniendo en cuenta su trayectoria de 35 años en el Estado, y la situación comenzó a salirse de control.

Ya con acusaciones explícitas y cruzadas, hubo un momento donde se pidió “votar” aprobar el ofrecimiento salarial de Wesner. Y, si bien no era la cantidad esperada para una mayoría, sorprendió la gran cantidad de manos levantadas. Finalmente, “no había nada para votar” y el gremio decidió ir con la contrapropuesta que planteó al inicio a la reunión paritaria de las 14 horas.

Los “trabajadores disidentes” al gremio decidieron irse todos juntos por un pasillo que da a una salida del Hospital, ante el aplauso de los que quedaron buscando exponer que era un sector que buscaba “embarrar” la asamblea. De todas maneras, la sensación de la representatividad de Stuppia quedó en el aire. Era la primera vez en mucho tiempo que tuvo un cuestionamiento tan profundo de forma tan explícita.

Al otro día, y lejos de llevar tranquilidad, Stuppia acusó de que hubo “mala intención” en la participación de trabajadores, funcionarios y concejales y acusó al Ejecutivo de “jugar con la necesidad de la gente, con el carácter alimentario que tienen salario, entonces dilatan la negociación hasta último momento”. Por lo bajo, desde el Municipio señalaron a este newsletter que si plantean estas cuestiones, “también debería decir que Luisina Stuppia, su hija, fue funcionaria municipal de la gestión Galli…planteemos todo el escenario”.

Pero entre tanta tensión y en una semana corta -y a contrarreloj por la liquidación de sueldos- las negociaciones continuaron. Y llegó…

El acuerdo-no acuerdo

El miércoles a primera hora, el Sindicato presentaba de forma pública su propuesta que ya les contamos más atrás, así como también dejaba en claro que todas las contrapropuestas también realizadas por el gremio “fueron rechazadas por el Ejecutivo”. Todo hacía pensar, a esa hora, que no habría acuerdo y que continuaría igual al menos un mes.

Pero minutos después, llegó otra respuesta: en una nota emitida directamente a los trabajadores -una metodología que genera halagos y críticas en iguales medidas- el intendente Wesner confirmaba que los sueldos fueron depositados con aumento, el aumento ofrecido desde la comuna.

La particularidad es que confirmó que la suba continuará los próximos dos meses dando por hecho que habrá suba salarial más allá de que no hubo acuerdo con el gremio. Lo repasamos: aumento del 25% sobre la base del mes de febrero de 2024 al Básico, Adicional Salarial de Suma Fija, Guardias y Bonificación Presentismo y Puntualidad, a partir de marzo del corriente, sumado a un 10% de suba en abril y otros 10% en mayo, todos con base en el salario de febrero.

A eso se le suma un bono de $ 90.000 para los trabajadores que perciban al mes de febrero de 2024 menos de $ 300.000 sin considerar las horas extras y asignaciones familiares, de $ 50.000 para los trabajadores que perciban entre $ 301.000 y $ 500.000 y bono de $ 25.000 para los jornalizados; a percibir en los meses de marzo, abril y mayo, y por cada uno de los meses y presentismo de 120 mil pesos “lo que representa un aumento de más de un 400% respecto al año anterior”.

El jefe comunal dio cuenta de que la situación es de urgencia pero en la última reunión del martes, que duró 6 horas, “no se pudo llegar a un acuerdo”. “Ante la emergencia nuestra prioridad es que puedan ver impactado los aumentos en sus sueldos, que en el día de hoy fueron depositados y estarán acreditados mañana; por supuesto siempre estaremos dispuestos a generar los canales de diálogo necesarios para trabajar en pos de los trabajadores” cerró.

Luego llegó el fin de semana largo y ahora solo resta esperar la respuesta a una pregunta, ¿qué postura tomará el gremio ante la confirmación del aumento salarial de tres meses por parte de la gestión? El miércoles habrá nueva reunión paritaria.

Esta partida de ajedrez promete más capítulos.

Mientras tanto, despidos y crisis

Olavarría, ese famoso oasis en el desierto, vive horas complejas con despidos de organismos nacionales, cierre de oficinas de organismos nacionales, e incluso una más que difícil situación en el sector privado. Lo que hace un mes era “priorizar que no despidan a nadie por sobre paritarias” ahora directamente es intentar que los despedidos cobren todo lo que les corresponde.

En la edición pasada se lo comentábamos y esta semana tuvo una asamblea de trabajadores de Anses en repudio a dos despidos en el organismo, en un contexto de más de 1.500 en todo el país. “En Anses no sobra nadie” fue el slogan.

“Vinieron a trabajar como un día normal y no pudieron salir directamente del organismo. Nosotros acá tenemos un biométrico que se pone en la huella digital que garantiza la presencia de todos los compañeros, todos los días. Cuando quisieron irse el viernes no pudieron poner el dedo, llegaron a la casa y tenían un telegrama despido, como un privado decía que prescindía de sus funciones” contó Pablo Rodríguez, de uno de los gremios que tiene Anses, sobre cómo se conocieron los despidos. Crudo y con una fuerte falta de empatía en un lugar donde desde la atención deben predominar los valores contrarios.

El temor, ahora, subyace en lo que pueda pasar con los trabajadores de planta permanente del organismo local. Es que de los 1.500 empleados despedidos en los últimos días, el 90% era de planta, por lo que el temor a más medidas en este sentido crece, siendo prácticamente imposible llevar las tareas laborales con normalidad -y tranquilidad-.

Pero a eso le debemos sumar la compleja situación del privado en Olavarría, no sólo en lo comercial, también en la industria. La paralización de la obra pública por parte del gobierno de Milei generó un impacto más que duro en una ciudad que se mueve en base a las cementeras que prácticamente están paralizadas.

“Es difícil porque todos lo ven venir, los trabajadores, los gremialistas, los empresarios…¿cuánto pueden estar mirándose las caras ya que no hay tareas para hacer en las empresas?” admitió uno de los implicados.

Desde AOMA se admitió que lo que se está trabajando es en que echen a la menor cantidad de trabajadores posible y a los que son despedidos, “se vayan con todo el dinero que corresponde por indemnizaciones, liquidación final y demás”. Pero ya no se discuten paritarias, “solo estamos tratando de que esto no termine más mal de lo que ya se ve”.

Interesante fue lo que planteó Jorge Sobarzo, empresario y titular del consorcio de Parques Industriales, que dijo que hay empresas que resisten a la espera de una “reactivación” que por ahora no aparece. Aclaró que el empresario no puede “sostener eternamente” porque “se sostiene con dinero” y estamos atravesando un “momento de no venta y de aumentos de costos a la par de la inflación”.

En este sentido, les dejamos este informe de En Línea Noticias con las cifras nacionales y el respectivo impacto en Olavarría, incluso en voz de sus protagonistas.

¿Más? Sí, la situación con las farmacias, por ejemplo. Los productos de farmacias se incrementaron al menos un 40% en todos los rubros y en algunos casos puntuales, los precios subieron hasta un 300%.

Las ventas bajaron un 40% y se repite constantemente la decisión de muchos pacientes de “elegir medicamentos” por los altos costos. Es decir, algunos evalúan en la misma farmacia la ausencia de qué medicamento los perjudican menos, y toman la decisión de no llevarse  remedios importantes para su salud.

“Las obras sociales no han actualizado los descuentos. Están las que se manejan por montos fijos y por meses, entonces si el medicamento subió un 300% y la cobertura del 100% es de un monto fijo, el paciente tiene que pagar mucho más arriba de lo que pagaba. Entonces empieza a elegir los medicamentos primordiales o los que ellos consideran esenciales” señaló quien trabaja en una farmacia sindical.

Todo esto surge de este informe de Central de Noticias donde se plantean las variables en un sector de los que más ha caído el consumo en lo que va del año.

Una previsión que no se dio

La semana pasada contamos que Bali Bucca había vuelto a su banca del Senado de la provincia y que con ello terminó la licencia de Liliana Schwindt.

Pensamos que ella volvía al Concejo Deliberante de Olavarría y especulamos con su regreso a alguna de las actividades que en estos días tuvo el Legislativo local. Pero no sucedió tal cosa.

Y por ahora no va a suceder. Volver a las Fuentes pudo confirmar que Liliana se queda en el Senado, donde ya trabaja cerca de la presidenta de la cámara (y vicegobernadora) Verónica Magario y del secretario administrativo Roberto Feletti.

Durante su labor como senadora, la olavarriense presentó un proyecto de reforma de la Ley de Defensa del Consumidor y ahora continuará con esa iniciativa. Además, trabajará en otros temas junto con Magario, también vinculados a consumo.

Más allá de los temas puntuales en los que se avanza y analiza, el diagnóstico que comparten es que este año defensa del consumidor será un tema clave con todas las políticas que ya aplica y los proyectos que tiene el gobierno de Milei. Desde el Senado -y desde el oficialismo provincial- se preparan para asumir un rol propositivo y de acción.

Volviendo a lo local, con este nuevo rol de Liliana Schwindt, seguirá en el Concejo Deliberante Patricia Pereyra.

La mini audiencia del agua

El lunes se realizó la audiencia convocada por el Municipio para que Coopelectric presente su pedido de suba tarifaria de agua y cloacas. Lo habíamos adelantado en la edición anterior: solo tres oradores se anotaron.

Y de esos tres oradores, dos son autoridades de la cooperativa que presentaron la solicitud. Bajísima repercusión de una instancia cuyas consecuencias afectarán a toda la ciudad. Es cierto que las causas de la casi nula convocatoria deberían buscarse en las condiciones de las audiencias -son no vinculantes por naturaleza-, pero es inevitable no mirar en lo que tenemos más cerca y advertir que no se abundó en la comunicación de la posibilidad de inscribirse y de expresarse, y en que no se puso fácilmente alcanzable el formato de inscripción.

La audiencia duró media hora. La presidió el secretario de Obras Públicas, Orfel Fariña. En el salón del CEMO estuvieron concejales de tres bloques (no hubo representantes de la bancada libertaria) y autoridades de Coopelectric.

Expuso el presidente del consejo de administración, Cruz Arouxet, quien hizo un discurso inicial para plantear el escenario de necesidad de aumento de tarifa. Reiteró algo que ya había dicho en la audiencia anterior (de 2022): Coopelectric pretende un mecanismo automático de aumento. La vez anterior se había solicitado una suba cuatrimestral de acuerdo a la inflación, pero esta vez no se detalló sobre ese aspecto.

Luego habló el gerente Enrique Lospinoso quien apoyado en datos que mostraba en una pantalla presentó información sobre la prestación del servicio. La verdad es que habló a toda velocidad y para quienes en su mayoría conformaban el público presente: miembros de Coopelectric que ya conocen esos datos. Quienes no somos integrantes de la cooperativa y pretendíamos profundidad sobre la información nos fuimos con muchos vacíos. Casi todas las cifras que se expusieron oralmente eran aproximadas, incluso los porcentajes que se indicaron, desde los usuarios hasta los gastos y los ingresos.

Y en la presentación Coopelectric sorprendió: es que en los días previos, se había indicado que el pedido de aumento rondaba el 230%, pero en la audiencia el número solicitado fue bastante mayor, de 292%. Lospinoso ejemplificó cómo quedarían las facturas para la mayoría de los usuarios, pero no habló de cómo impactaría en los usuarios de las restantes categorías.

El tercer orador fue la única persona que se inscribió por fuera de la cooperativa. Se trató de Renzo Toranza, de Libres del Sur. “Los ajustes en las tarifas de agua no han correspondido con mejoras tangibles en el servicio. A pesar de los incrementos de precios continuamos enfrentando problemas críticos” dijo para criticar “la administración” de la cooperativa. Su mensaje fue también para el Ejecutivo: “resulta imperativo que el gobierno local reconcilie su enfoque respecto a los aumentos al servicio de agua. Sugerimos que conjuntamente encuentren un equilibrio que permita financiar y mejorar el servicio sin imponer cargas insostenibles a los ciudadanos”.

Fin de la audiencia. Ahora el análisis seguirá en el Concejo Deliberante. La comisión inicial será la de Infraestructura, que preside María José González de Juntos.

La Lista Verde, opositora a la actual conducción de Coopelectric, no asistió a la audiencia. Así lo había adelantado y, además, hizo unos días después un encuentro que denominaron “audiencia pública real” en el que hablaron una decena de integrantes del grupo. “El aumento pedido de la tarifa de agua, de casi el 300 por ciento, es desmesurado” consideraron.

Hay más

Dengue: pedido de informe a la Provincia. Con el brote declarado y en medio del pico de casos, los diputados del Pro, entre ellos Martín Endere, quieren conocer la cantidad de casos confirmados en lo que va del año en la Provincia y las políticas sanitarias implementadas. “Es grave la situación que atraviesa la Provincia ante el brote de dengue y la Región Sanitaria IX no es la excepción. No hay información, no hay campañas de prevención de una enfermedad que golpea a los sectores más vulnerables” dijo Endere. Y avanzó contra el intendente Wesner: “el Gobierno Municipal no tiene una política sanitaria acorde al momento que estamos viviendo”.

En defensa del Conicet. Integrantes de la comunidad científica se manifestaron el lunes a la tarde en el Paseo Mendía tras los despidos de trabajadores mediante la no renovación de sus contratos. En Olavarría son tres las personas alcanzadas por el recorte de personal. “Hay una política de este gobierno de vaciamiento de instituciones como el Conicet y estamos fuertemente convencidos que todo lo que es ciencia y tecnología es de gran importancia para el desarrollo del país, sin ciencia no podríamos avanzar en temáticas que son vitales para el país como salud, historia, crecimiento, empresas” dijo el director del INCUAPA, Gustavo Martínez. ¿Vos viste a las autoridades de las facultades locales de Unicen en la manifestación? Nadie los vio.

El debate por la suba del Inmobiliario Rural. Desde hace varias semanas, distintos sectores rurales se han quejado por el tema. En lo local, lo hicieron la Sociedad Rural y los productores autoconvocados. Esta semana hubo respuesta: “el peso del Inmobiliario Rural en los costos de producción del sector agropecuario no es un factor determinante como para generar este nivel de reclamo contra el gobierno provincial. Creo que el conflicto está motivado por cuestiones políticas, y no por el aumento impositivo” dijo el director de ARBA, Cristian Girard. ¿La discusión sigue? ¡Sí! Para el viernes se convocó a una manifestación en Azul y allí estarán los autoconvocados de Olavarría.

“Está entre nosotros”. El jueves se presentará en Olavarría el libro de investigación y análisis de la “extrema derecha”. Llegará el coordinador de la obra, Pablo Semán, y será más que interesante la charla y el debate. La cita es a las 18 en el Centro Cultural Universitario, San Martín al 1900.

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Esta publicación es la edición de este domingo del newsletter Volver a las Fuentes que escriben Alexis Grierson y Josefina Bargas. Tiene un sistema de suscripción económica y aportes únicos al que se puede acceder aquí.