Impermeabilizaciones Federico: 53 años de tradición y referencia en Olavarría y el país
Con un promedio de colocación de 30 membranas diarias, a su trabajo en la ciudad, la región, provincia y país se le suma el acompañamiento a empresas para el desarrollo de productos. De abuelo a nieto, una empresa 100% familiar.
Transmitir el conocimiento y la experiencia de generación en generación. De Aníbal Federico en 1972, al traspaso de su hijo Hugo al acompañamiento permanente de su hijo Martín, que crece dentro de Impermeabilizaciones Federico, que lleva más de 53 años de experiencia en Olavarría y que ya lo tuvo por varios puntos del país.
Con una tradición en aplicación de membranas, e incluso como referencia de empresas que buscan innovar en laboratorios, son conscientes de los avances tecnológicos pero también del peso que tiene la tradición de aplicación en membranas. Incluso, con un fuerte trabajo en el asesoramiento como la membrana de base acuosa por sobre la solvente, para cuidar el medio ambiente.
En diálogo con Central de Noticias, Hugo expresó que la empresa actualmente los encuentra “ordenados, prolijos, con trabajo, con mucho material, con un equipo de 18 personas. Ahora trabajamos a la par con mi hijo, la verdad que es gratificante, lo inició mi papá, y desde los 15 años hasta el momento que venimos ininterrumpidamente tratando de ir surfeando la ola, pero positivamente, independientemente de los gobiernos, del clima, que es lo que nos afecta constantemente a nosotros, la verdad que hemos crecido como empresa”.
Si bien ha habido lanzamientos nuevos y avances tecnológicos, “no han podido todavía reemplazar realmente a lo que es la membrana tradicional, la cual hay un montón de variedades, de calidades, de precios, que todo va encausado en la durabilidad que va a tener”. De todas maneras, Hugo Federico admitió que ante las novedades “nos vamos aggiornando con eso, capacitándonos”, pero todavía “seguimos con lo básico, con lo tradicional, que es lo que nos da resultado, lo que da resultado en realidad”.
En torno a la disposición de la empresa, “se divide en tres o cuatro grupos, equipos, la parte administrativa, la parte comercial, que son distintas personas, la parte de la ejecución de los trabajos, que es otro grupo, y nosotros, que somos los que andamos constantemente en la calle asesorando, y de acuerdo al tipo de obra es para donde nos recostamos con el asesoramiento”.
Justamente, tener tanta experiencia ha generado recomendaciones directas de fábrica que lograron sumar “una cartera de arquitectos y de ingenieros que tanto a nivel local como a nivel provincial acuden a nosotros”. Incluso, los llevó a trabajar por todo el país: “hemos trabajado en obras en Entre Ríos, en Ramallo, en Trenque Lauquen, en Tres Arroyos, en Buenos Aires, hemos ido hasta Catamarca, hemos salido un poquito de la burbuja de acá, y eso ameritó estar juntos con mi hijo asesorando, y viajando y colaborando con todo lo que es la obra, que son lo que parece una cosa básica y puntual, todas son distintas”.
“Se vuelve casi hasta artesanal, te diría, porque lo que parece automatizado no es tan así. Y esos son desafíos constantes, son muchos años”.
Martín, hijo de Hugo, se puso a la par de su padre para llevar adelante Impermeabilizaciones Federico, con un equipo en el que todos tiene su parte importante, desde Gisele en administración hasta los propios dueños. Pero Martín sabe que su trabajo comienza al lado de su padre y así trata de sostenerlo mientras busca soltarse: “me apoyo siempre en él, desde que arranqué hasta hoy en día sigo consultando la mayoría de las cosas, hay otras cosas que ya me voy soltando y las voy solucionando yo solo, pero sí, la verdad es lo mejor trabajar con él, juntos, complementados entre los dos, y la verdad estoy muy contento. La verdad al principio pensé que se me iba a hacer mucho más complicado de lo que me fue, y al final me terminó gustando”.
La prudencia en los avances
Más allá de posibles demandas o el avance mismo de las empresas proveedoras, en Impermeabilizaciones Federico creen –y mucho- en apostar a lo seguro: “nos vamos acomodando a lo que viene sin dejar lo que venimos haciendo, porque nosotros lo que venimos haciendo, y el asesoramiento, y con los materiales que trabajamos, sabemos hasta dónde, sabemos el resultado. Vos te aggiornás a algo nuevo, te decís, esto la rompe, esto es lo mejor, esto, perfecto”.
“El desarrollo de eso no tuvo 10 o 12 años atrás para saber el resultado óptimo. Entonces, lo vas implementando, pero lo vas agarrando un poquito con pinzas. No te tirás a la pileta con lo nuevo, porque muchas veces tenés que dar un paso al costado o un paso atrás, porque hubo algo que no llegó a concretar, digamos, la longevidad que tiene que tener”.
Justamente, los clientes quieren conocer nuevas opciones, pero “se apoyan mucho en el asesoramiento”. “Por ahí no es que vienen con una idea y uno se las cambia: simplemente se tira un abanico de opciones para que puedan elegir, porque no siempre es una sola cosa la que te da resultado, opciones hay”.
“Cuando vos marcás los pros y las contras de cada una de las opciones, te da derecho a elegir, y lo que uno haría como si fuese de uno. Después está en el cliente, pero ahora, por ejemplo, estamos tratando de incursionar en todo lo que es la parte ecológica, con pinturas que son ecológicas”.
Por ejemplo, el desarrollo de pinturas asfálticas “que en su base viene de dos formas, con base solvente o con base acuosa”. “La base solvente, indudablemente, ecológicamente es mala. Entonces, todo el mundo se va tratando de acomodar para lo que es base acuosa, que tiene otro tipo de elaboración y no destruye el medio ambiente”.
De hecho, las mismas empresas –como Megaflex- se encuentran desarrolando una pintura nueva de base acuosa pero tras el trabajo de laboratorio “vienen, nos piden que la probemos, probamos, vemos el tiempo de secado, la forma de adherencia, se llevan todo eso, y bueno, es lo que ellos van desarrollando en base a lo que ellos creen en el laboratorio y a lo que nosotros podemos aportar desde la práctica”.
¿Por qué apuestan a Impermeabilizaciones Federico? “Nosotros colocamos un promedio de 30 y pico de rollos todos los días, entonces estamos muy aceitados con el calor a la membrana, con el punto de adherencia, con el tiempo de secado, y bueno, apuestan a alguien que tiene ese tipo de movimiento para que los ayudemos a resolver”.
“Vienen, traen el producto, se suben con nosotros a los techos, lo filman, prueban, esperamos, y eso es lo que se lleva para poder trabajar sobre la parte ecológica” cerró Hugo, mostrando el peso y la importancia de más de 53 años en trabajos de impermeabilizaciones en Olavarría y todo el país.
