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La Justicia de Azul condenó a cuatro personas por venta de drogas: uno es olavarriense

El hombre oriundo de Olavarría, de 38 años, recibió en un juicio abreviado la pena de 8 años de prisión. Ya había sido condenado previamente por abuso sexual y por otra infracción a la Ley de Drogas.


Dos varones y dos mujeres, una de ellas policía, fueron condenados en Azul tras ser declarados culpables en un juicio abreviado de integrar organizaciones delictivas que se dedicaban a comercializar estupefacientes en pequeñas dosis. Uno de los condenados es oriundo de Olavarría.

 

En ambos casos a esos grupos, desde cárceles donde estaba preso, los lideraba uno de los encausados: un azuleño que actualmente goza de una morigeración de prisión y continúa cumpliendo arresto domiciliario.

 

De acuerdo con lo informado a El Tiempo por fuentes judiciales, en el mismo proceso las mujeres también habían sido juzgadas por otros episodios delictivos, a través de causas acumuladas que registraban por más hechos que cometieron y derivaron en las imposiciones de esos respectivos veredictos condenatorios para las dos. Una de ellas, integrante de la Policía bonaerense, desde fines de febrero pasado se encuentra en libertad condicional.

 

En tanto, al igual que uno de los varones encausados la otra mujer cumple actualmente prisión domiciliaria en un inmueble de Azul.

 

De los cuatro condenados en esta primera instancia, el único que está en una cárcel -la Unidad 7 de Azul, el penal del SPB con asiento en esta ciudad- es uno de los dos varones; aunque fuentes del Tribunal Oral en lo Criminal 2 allegadas a la sustanciación de este juicio abreviado aclararon que permanece privado de su libertad cumpliendo una pena por otro delito. Dicha situación había derivado en que en este proceso a ese hombre le fuera dictada, además de una pena por la infracción a la Ley 23.737 por la que había sido declarado “coautor”, otra de tipo única.

 

Se trata de Matías Ezequiel Costa, un chofer de camiones oriundo de Olavarría que figura con último domicilio en Azul y tiene 38 años. La pena única que recibió en este juicio abreviado fue de ocho años de prisión.

 

Dicha sanción es comprensiva de una de “seis años de prisión” que le fuera dictada como uno de los autores de una infracción a la ley de drogas previamente cometida y de la que lo tiene actualmente privado de su libertad, una condena a “cinco años de prisión” por abuso sexual que dictó el Tribunal Oral en lo Criminal número 1 de Azul.

 

Puntualmente fue condenado por resultar “coautor” de los delitos de tenencia ilegitima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor y comercialización ilegitima de estupefacientes en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor, agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo.

 

En el fallo de este proceso el otro varón condenado fue identificado como Carlos José María Cano. De los cuatro imputados que firmaron el juicio abreviado, este azuleño de 56 años y con varios antecedentes condenatorios por los que ha estado encarcelado, recibió la pena más elevada: once años de prisión. Fue beneficiado con una morigeración de prisión con lo que cumple en la condena bajo arresto domiciliario.

 

Con relación a las dos mujeres sometidas a este proceso, en lo resuelto una de ellas fue identificada como María Florencia Farías Blanco. Apodada “Flore”, oriunda de Azul y de 38 años de edad, desempeñaba tareas en la Policía bonaerense cuando resultó detenida en el marco de esa infracción a Ley 23.737 por la que también fue declarada coautora en este juicio abreviado.

 

Farías es quien desde meses atrás, luego de haber cumplido también prisión domiciliaria, se encuentra en libertad condicional. Ese beneficio le había sido concedido desde la Cámara Penal, en respuesta a un habeas corpus presentado ante la Alzada departamental por su Defensa. Según se refiere en el fallo del juicio abreviado, esa mujer fue sentenciada en esta primera instancia a siete años de prisión al ser considerada una de las autoras de la infracción a la ley de drogas, situación que en su caso particular se vio agravada por su condición de efectiva de la Policía provincial.

 

Pero también fue condenada por dos causas penales más donde figura imputada: una de ellas caratulada como daño -surgida de una situación donde se dio por demostrado que había roto de manera intencional la tobillera que tenía colocada mientras cumplía arresto domiciliario- y otra por el delito de estafa, ilícito que cometiera “utilizando el ardid de vender un terreno”, se menciona textualmente en lo resuelto.

 

Johanna Belén Ocanto, una empleada doméstica también oriunda de Azul, se llama la otra mujer -de 31 años de edad– condenada en este juicio abreviado. La pena que le fuera dictada en primera instancia fue de siete años y seis meses de prisión. Considerada una autora más de esa ya referida infracción a la Ley 23.737, específicamente por la posesión y la venta de estupefacientes al menudeo, también fue declarada “coautora” de un intento de homicidio. Este último hecho había tenido como víctima a una joven a la que atacó con lo que sería un cúter en complicidad con otra mujer, causándoles ambas agresoras a la víctima con ese elemento cortante lesiones que desfiguraron su rostro. El grave incidente data de octubre de 2019. Y tuvo como escenario la casa en Azul donde Ocanto continúa cumpliendo arresto domiciliario por estos ilícitos por los que días atrás también resultó condenada.

 

El juez Albano Gallicchio, desde el Tribunal Oral en lo Criminal 2 local, intervino en este juicio abreviado. Y los montos de las penas que respectivamente les dictara a los cuatro encausados fueron los mismos que habían acordado las partes que también formaron parte de este proceso, representadas por la fiscal Paula Serrano, la defensora Oficial Mariana Mocciaro y tres defensores particulares: Pedro De Luca, Germán Vena y el olavarriense Marcelo Fuche.

 

Las causas por drogas

 

A modo de denominador común -surgido de dos investigaciones penales llevadas adelante desde la UFI 22 cuando su titular era el fiscal Lucas Moyano- en este juicio abreviado quedó demostrado que Carlos José María Cano, Matías Ezequiel Costa, María Florencia Farías Blanco y Johanna Belén Ocanto formaron parte de organizaciones delictivas dedicadas a comercializar estupefacientes al menudeo en Azul.

 

Ambas situaciones datan como desarrolladas por los encausados durante el transcurso del año 2019. Y estando preso por otros delitos en cárceles de la zona -la Unidad 30 de General Alvear y la 17 de Urdampilleta- lo situaban a Cano como el líder de las dos organizaciones desde esos contextos de encierros referidos. Específicamente, concretando -mediante el empleo de teléfonos celulares- compras de sustancias estupefacientes que después se encargaban de ir a buscar a otras ciudades y luego comercializar en Azul los demás investigados. Entre ellos, los condenados también en esta primera instancia.

 

En el marco de esos dos sumarios penales llevados adelante desde la justicia provincial, las celdas que el azuleño que actualmente cumple arresto domiciliario ocupaba en las mencionadas unidades penales habían sido allanadas. Y lo mismo sucedió con los inmuebles donde residían en Azul Costa, Farías Blanco y Ocanto.

 

Aquellas diligencias, desarrolladas por personal policial en Azul, derivaron en los hallazgos y posteriores secuestros de sustancias estupefacientes, de elementos utilizados para la venta al menudeo de esas drogas, de teléfonos celulares y de dinero en efectivo. E incluyeron, además, que en un principio se concretaran las aprehensiones de Costa y de Farías Blanco, por una de estas causas penales, y que lo mismo sucediera tiempo después con Ocanto.

 

En el sumario penal por esta infracción a la Ley 23.737 que involucra a Cano, a la mujer policía y a Costa figuraron investigadas más personas. “Al menos once” y algunas de ellas “conocidas entre sí”, se menciona en lo resuelto, quienes en un principio resultaron también aprehendidas, a través de procedimientos policiales desarrollados en Azul durante el mes de diciembre de 2019.

 

En tanto, la otra causa penal iniciada también por venta de drogas al menudeo los tiene como coimputados, y ahora condenados en esta instancia del juicio abreviado, a Cano y a Ocanto. El azuleño estaba preso en la Unidad 17 de Urdampilleta cuando en octubre de 2020 fue allanada la celda que ocupaba. Aquella diligencia se desarrolló de manera simultánea con tres allanamientos que agentes de la Policía Federal hicieron en Azul.

 

Respectivamente, esas diligencias tuvieron como objetivos las casas donde en ese entonces vivían los demás investigados: un varón y dos mujeres -entre las que estaba Ocanto- que terminaron siendo aprehendidos.

 

En esa vivienda donde cumple actualmente arresto domiciliario, cuando el 24 de octubre de 2020 Johanna Belén Ocanto fue arrestada en su poder poseía -con fines de comercialización bajo la modalidad conocida como “narcomenudeo”- más de 850 gramos de marihuana. Y también le habían sido incautados dinero en efectivo y cinco teléfonos celulares.

 

Al ser analizadas las comunicaciones que esos móviles contenían se hallaron varias llamadas y mensajes con Cano que la vinculaban a esa mujer en esta organización delictiva.

 

Con relación al otro sumario penal que por una infracción a la Ley 23.737 los tiene como consortes de causa a ese azuleño, a Costa y a la mujer policía, los análisis de teléfonos celulares sirvieron para encontrar entre las comunicaciones que contenían evidencias que vinculaban a los tres -y a varias personas más- formando parte de aquella otra organización delictiva dedicada también a la comercialización de drogas al menudeo.

 

Fuente: Diario El Tiempo