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“En la vida hay que ir a lo desconocido”

Ricardo “Richard” Tavare participó en misiones humanitarias con los “cascos azules” de la ONU. Los momentos que marcaron su recorrido y la actualidad dedicada al deporte.


Ricardo “Richard” Tavare, Mayor retirado del Ejército Argentino, habló con el programa Levantate por Radio Sapiens (FM 102.7) sobre su experiencia formando parte de misiones humanitarias de los “cascos azules” de la ONU. Recordó el impacto de un destino como Yugoslavia, su formación militar y la actualidad en contacto con el deporte y la naturaleza.

Nacido en Corrientes y actualmente radicado en Olavarría, recordó que “estuve en tres misiones y la que más me marcó fue la de Yugoslavia, la de Croacia, porque fue un conflicto muy complicado. Fui dos veces, en el 94 y 95, donde todavía estaba en desarrollo la situación geográfica en sus divisiones”.

Este tipo de experiencias, pusieron a prueba según Tavare, “tanto lo profesional como lo doméstico. El soldado argentino tiene una particularidad que, si tiene que armar un puente, lo inventa. En otros ejércitos del mundo cada uno cumple una función específica y el sudamericano es polivalente”.

Por otra parte, aseguró que estas misiones lo llevaron a “valorar lo que tengo acá. Nuestra Argentina es única. No la cuidamos, no la queremos, a mí me tiran en medio de la Patagonia y estoy felíz. Lo cuido, lo quiero, lo protejo, lo amo, lo disfruto, eso es el sentido patrio”.

De Yugoslavia recuerda “la miseria” y “ver a las familias destrozadas, separadas, chicos que crecen solos porque pierden a sus padres, mujeres que tienen que hacerse cargo de la casa, de producir, de criar a sus hijos solas porque el hombre está en las trincheras, en la guerra. Ahí nadie se salva”.

“A veces andaba haciendo patrullas y me encontraba algún nenito que aparecía de la nada en el bosque, Croacia es muy boscoso, muy parecido a Misiones, un lugar muy húmedo, que llueve y que en invierno nieva mucho. El clima es muy rústico”, contó Tavare.

“Yo vengo de la nada, pero esos chicos me partían el alma, porque yo tenía la posibilidad de crecer al lado de mis padres y ellos quedaban solos, a veces con un abuelo, en una casa abandonada”, agregó.

Correr como estilo de vida

Cuando se retiró del Ejército, Tavare continúo en movimiento y aceptando desafíos deportivos en distintas partes del mundo.

Hoy me dedico a correr, a hacer todo tipo de actividad pedestre, de montaña, senderismo, carrera de calle. Hoy estoy abocado a eso a pleno”, relató. “Año a año le voy agregando kilómetros, me voy probando porque siempre en la vida hay que ir a lo desconocido. Nunca hay que dudar, hay que ir para adelante”, agregó Tavare.

Tavare cumplió 59 años el pasado 19 de abril y consideró que “no soy de quedarme nunca en el lugar, la vida te abre las puertas y tenés un panorama hermoso para ver qué es lo que querés hacer con tu vida”.

Por otro lado, detalló su entrenamiento: “corro 30 km todos los días, por semana hago 120 a 130 km. Si tengo que subir una montaña no me pregunto si es alta, si es baja, si hay barro o va a llover”.

Por último, señaló que “la vida es cada segundo como vos la tomes, como la encares. Cuando uno se detiene es como retroceder en el tiempo”.