Un sublime Skay volvió a Olavarría y brindó un gran show en el CEMO
De altísima calidad en el sonido, el Flaco mostró las razones por las que es considerado uno de los mejores guitarristas del rock nacional. Facón estuvo en la previa.
Otra vez, como un mantra cada vez que estuvo en Olavarría, deseó que le crezcan flores: “En tus muros crecen flores, Olavarría” dijo el flaco ante una gran cantidad de público que se acercó al Centro de Exposiciones Municipal de Olavarría (CEMO) que ofició de inédito y muy buen escenario para un espectáculo de rock nacional de primer nivel.
Es, justamente, uno de los grandes valores del show producido por Morella: hasta el propio Skay se sorprendió de la acústica del lugar y de lo bien que sonaba junto a Los Fakires. De hecho, si hacemos una comparación con sus otros dos shows, fue por lejos el que mejor sonó.
El Flaco, uno de los mejores guitarristas de la historia del rock nacional y, el corazón de Patricio Rey, demostró las razones de porqué es denominado así pero además, también demostró el cariño y la comodidad que siente al llegar a nuestra ciudad. Ya quedó en el pasado esa cruz que cargaba por el recital trunco de los Redondos hace 28 años atrás, y cada vez que llega se deja disfrutar del cariño de la gente.
Primero, una grata sorpresa: Facón, la banda azuleña que se reencontró en 2024 para volver a los escenarios, brindó un show celebrado por los fanáticos que comenzaban a llegar. Conocían todos sus temas y sus grandes hits que lo llevaron a la escena nacional. Dejó un “escenario caliente” para la llegada de Skay y Los Fakires con un desempeño de más de 40 minutos, cerca de 10 temas y la ya algarabía de los fanáticos.
Pasadas las 22:30 horas, “Tal vez mañana” fueron los primeros acordes de Skay en el escenario montado por Morella, de impecable producción.
Fue un show de “palo y a la bolsa”: sin audiovisuales estruendosas, con una visual impecable desde todos los sectores del CEMO y con un público muy conectado con lo que sucedía en el escenario, Skay se lució con el repaso de todos sus hits de carrera solista (Oda a la sin nombre, El engranaje de cristal, La luna en Fez, Corre Corre Corre, Yo soy la máquina) y su clásico repaso por temas redondos: el primero de todos los que sonó fue Todo un palo, quizás el más celebrado por los presentes.
Hubo lugar para el pogo de Ji ji ji, para gritar Criminal Mambo, y para pequeños detalles como el solo de Bestia Pop, el pie para que el CEMO grite “Vamo’ los Redondos”.
Entre dos amagues a despedirse y el pedido de uno más, Skay cerró su impecable show con El golem de Paternal, para ratificar ese cariño entre el artista y la ciudad que comenzó en 2022, pero está más fuerte que nunca.
¿Una conclusión por fuera del show? El CEMO se posiciona como una interesante plaza para recibir recitales de este tipo, no sólo por la logística fuera del lugar, sino por la capacidad y el sonido que brindan sus instalaciones. Skay se fue maravillado.
