Un cambio en el paisaje
Un año de gestión de Maximiliano Wesner en la Municipalidad, el intendente en la calle y la comunicación directa con los vecinos, el acuerdo paritario con el STMO y dos mensajes del Ejecutivo. Lo que viene: el debate del Presupuesto 2025.
Volver a las Fuentes / Alexis Grierson y Josefina Bargas
Foto de tapa: Claudia Bilbao
Un año después
Diciembre de 2023 fue un mes que será muy recordado en Olavarría por muchas razones. Por un lado, los temporales que afectaron a la ciudad con muy graves consecuencias sobre la infraestructura. Y por otro, también fue el cambio de gestión con la asunción de Maximiliano Wesner en la intendencia.
Del primer año de su mandato habló en una entrevista con la periodista Claudia Bilbao donde contó de su impronta de gestión, la prioridad de estar en la calle y tomarse el tiempo de la charla cara a cara. “Tratamos de llegarle al vecino de esa forma, de estar y permanecer” dijo.
Es que la comunicación es un eje clave para la política siempre. Y para los gobiernos locales, el contacto personal es un extra que puede aprovecharse muy a favor. Sobre todo como en este caso, cuando las gestiones son bastante nuevas y no tienen tanto pasado con sombras que se les puedan volver en contra.
¿Qué queremos decir? El intendente en la calle es todo a favor y Wesner quiere exprimir las oportunidades sin estirarlas. “Es la octava actividad del día” le contó el equipo de prensa a VAF el viernes en Atardecer en la Feria mientras Wesner hablaba con uno de los expositores y los ocasionales clientes de uno de los puestos frente al arroyo. Saludos, un chiste, un comentario, pedidos de fotos fueron las interacciones que alcanzamos a ver en los pocos minutos que compartimos.
A modo de botón de muestra citamos las palabras del presidente del Club Pueblo Nuevo, José Maceo. “Lo que es muy importante de Maxi es que aunque te tengan que decir que no se puede, te pongan el oído. Es fundamental que te escuchen y te acompañen. Es una de las cosas que más valoro de esta gestión municipal” respondió en una entrevista. Planteó “la situación difícil” en lo socioeconómico que registran los clubes, a la par que buscan sostener sus propuestas deportivas.
No es lo mismo
Cerró la última negociación paritaria del año entre el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Municipio. Se anunció el jueves de manera oficial: “aumento del 20,94% y un bono de fin de año de $220.000”. El porcentaje de suba se aplicará en 3 veces, el acuerdo llega hasta febrero. A su vez, los incrementos son diferentes para distintos ámbitos laborales: el personal del escalafón Obrero y Servicios, Administrativo, Técnico y Profesionales de la Administración tendrá el primer mes suba de 14%, el personal profesional de la Salud percibirá primero 10% y para personal superior se definieron tres partes de pago casi iguales. Esto sumado al bono navideño que se había anunciado la semana anterior y con el agregado de que la semana próxima se pagará el aguinaldo.
La mesa paritaria fue resolutiva y en pocos días se llegó al acuerdo.
La primera consecuencia fue que el STMO levantó la carpa, aunque no inmediatamente. Fue en dos etapas. Primero por la tarde del viernes, con el movimiento de algunos elementos que estaban dentro de la estructura, pero la carpa seguía en pie. Entre las 22 y la 0 de ese día se terminó de quitar. Dicen que había poco personal disponible para llevar a cabo las tareas y por ello es que se hizo de esa forma. Lo concreto es que el paisaje ya es otro: la esquina de Rivadavia y San Martín ya no luce un conflicto antes de entrar.
No hubo declaraciones. Ni del STMO ni del Ejecutivo. Y dicen que eso también fue parte del acuerdo. El cierre de negociación se comunicó públicamente desde el Municipio con la información que linkeamos más arriba, y casi con el mismo mensaje a los trabajadores a través de un comunicado que firmó Wesner con “un abrazo”. “Nos alegra concretar este acuerdo y poder llevarles una mayor tranquilidad a las familias” expresó.
¿Fue el primer acuerdo del año? Los cierres de negociaciones paritarias a lo largo del año se conocieron mediante decretos y el STMO salió a expresar sus cuestionamientos a través del secretario general José Stuppia. Aludió mayormente a lo negociado en 2023 que no se cumplió desde el Ejecutivo y apuntó principalmente contra la jefa de Gabinete, Mercedes Landívar y contra César Valicenti. Los discursos subieron el tono de confrontación desde fines de septiembre en adelante cuando se instaló la carpa, al cierre de la negociación del noveno mes del año, que también había dispuesto la suba salarial por tres meses.
En la entrevista del primer año de gestión Wesner insistió en que antes hubo otras negociaciones que se cerraron por acuerdo con el STMO y buscó sentar dos ideas. Por un lado, que “no hay un enfrentamiento” de la gestión con el STMO ni con sus dirigentes. “Esto no es una pulseada” volvió a definir después. Encuadró las acciones que llevó adelante como “marcar las cosas que están mal” en referencia a lo de la playa de camiones de la semana pasada, la denuncia por los alrededor de 70 empleados cedidos, por los descuentos salariales mal aplicados. Y un largo etcétera de acciones con las que se buscó esmerilar el poder de los directivos del STMO. Incluso lo presentó como un “reordenamiento” y “hacer lo que hay hacer”. “Eran decisiones que había que tomar, gestionamos para tomar decisiones” dijo en lo que sonó a contraste con la gestión anterior de Ezequiel Galli.
“Esto a mí no me aleja de los trabajadores” subrayó Wesner. Aquí surge la segunda idea que dejó. El subtitulado dirá: el STMO no son “los trabajadores”. Señaló al rol de la comunicación, este cara a cara del que hablamos en el apartado anterior para validar su accionar y recoger respuestas.
Al igual que con los vecinos, el intendente se muestra en un diálogo directo con los empleados para el que prescinde de intermediaciones. Así contó que recorre “las oficinas” de los palacios y “los talleres municipales” para preguntarle a los afectados/beneficiados directos de las medidas, como el cierre paritario por ejemplo.
Variables y contexto
Un aumento de 21% por tres meses es, en este momento -porque Argentina- más que la inflación proyectada para ese lapso. En principio el cierre es muy positivo. De hecho, desde el Ejecutivo se ha planteado a lo largo del año la intención de “acompañar la inflación” con los aumentos de sueldos.
Pero esa sola variable no explica todo. Para muchos de los trabajadores el punto de partida ya es bajo y de eso es consciente el Ejecutivo. Por ahora para ello no hay respuesta posible. Y todo eso se combina con las modificaciones de otras variables, externas a lo local y de alcance para toda la población: el creciente aumento del valor de la canasta básica alimentaria y el indetenible incremento de los costos de servicios que además derivaron en la modificación de las proporciones de gastos. El aumento del índice de pobreza e indigencia a lo largo del año es el dato que traduce todo esto a la realidad.
El Municipio ha estado claramente afectado por la reducción de ingresos. El Impuesto a la Piedra es el que marca la tendencia, a partir de las bajas de 30% interanual en los despachos de cemento y del 40% interanual en los despachos de piedra granítica. Son el producto que más tributa y el producto de mayor volumen de producción.
Pero no todo es negativo. De hecho, el porcentaje de aumento salarial definido habla de un Municipio con los números fortalecidos y con mejores posibilidades que en septiembre, cuando se cerró un aumento de 12% por los siguientes tres meses. “Hace cuatro meses este aumento no lo podíamos dar” dijo después del cierre paritario una fuente del Ejecutivo.
Y con esto nos encaminamos a lo que sucederá el martes: va a sesionar el Concejo Deliberante para tratar el Presupuesto 2025. Los gastos y los recursos del año que viene van a ser debatidos por todos los bloques. Los números para la aprobación parece que están. De hecho, lo dejaron entrever Francisco González y Sebastián Matrella el viernes por la tarde. En diálogo con VAF adelantaron que van a presentar un discurso con posiciones críticas hacia algunos contenidos del proyecto, pero que en líneas generales el bloque mantiene la misma postura de los últimos años: votar afirmativamente los presupuestos.
Recordemos además que la bancada de la UCR sumó un integrante: el jueves pasado reasumió Belén Vergel por la licencia solicitada por Miriam Mosescu de Pro-ERF. Con esto, aún si de los otros bloques opositores no se suman más manos, la mayoría ya está prevista sin necesidad del doble voto del presidente.
Los que no adelantaron su voto son los concejales de La Libertad Avanza, aunque remarcaron su postura contraria a la gestión. “Este presupuesto plantea gastar un 26% más con una reducción de los ingresos de un 17%. Nosotros decimos que hay una inconsistencia grave” dijo Oliver Gamondi al periodista Martín Rodríguez.
Sin adelantarnos mucho, presumimos que muchas críticas de la oposición se van a dirigir al gasto previsto en obras públicas. Es que cuando el hoy oficialismo era oposición hacía especial hincapié en esta área con numerosos cuestionamientos a la entonces gestión de Ezequiel Galli. Los señalamientos de diferencias entre “decir” y “hacer” van a ser repetidos en los discursos.
Antes de debatir el Presupuesto, habrá asamblea con mayores contribuyentes para aprobar el programa de Lucha contra la Tucura y modificaciones impositivas que impulsa el Ejecutivo (son estas). La sesión preparatoria se hizo el lunes pasado, en la sede del HCD.
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