Investigación de la FACSO recupera la historia de una sobreviviente de la dictadura en Olavarría
La sierrabayense Susana Beatriz Benini fue detenida ilegalmente en 1978 y regresó a Olavarría en 1982. Tres décadas después de su detención, encontraron documentación personal escondida en su vivienda. Hoy es material de estudio para recuperar su vida y memoria.
La Dra. Griselda Lemiez (INCUAPA-CONICET-FACSO) y la Prof. Gabriela Vigneau (ENAPE-UNICEN/ Secretaría DDHH SUTEBA Olavarría) presentaron una ponencia en el XV Seminario Internacional sobre Políticas de Memoria, que se realizó en el Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos – Ex ESMA, entre los días 17 y 19 de octubre pasado, en la Ciudad de Buenos Aires.
La presentación titulada “El uso de las fuentes históricas personales o familiares y sus aportes para los estudios de la memoria” tuvo como objetivo reconstruir la historia de vida de la olavarriense Susana Beatriz Benini, ex detenida y sobreviviente de la última dictadura cívico militar argentina.
Susana nació y creció en la localidad de Sierras Bayas como única hija de Omar Benini y Orieta Ragonesse. Estudió en la Escuela de Servicio Social de Olavarría, y fue en esos años donde inició su militancia en la Juventud Peronista.
Fue ilegalmente detenida en febrero de 1978, trasladada primero hasta el Regimiento de Caballería de Tanques 2 y luego al Centro Clandestino de Detención “La Huerta” en Tandil. De allí la trasladaron a la Unidad Penal de Azul, luego a la Compañía Independencia 101 de Palermo, para pasar finalmente a disposición del PEN cumpliendo condena en la cárcel de Ezeiza.
La detención afectó mucho la salud mental de Susana. Un año después de su liberación, en enero de 1981, regresó a Olavarría, pero transcurrió sus días en internaciones psiquiátricas recurrentes hasta su fallecimiento el 24 de noviembre de 2022. Sus cenizas descansan en el Parque de la Memoria local.
La recuperación e investigación de este caso surge a partir del hallazgo de la documentación personal perteneciente a Susana, que fue encontrada por albañiles mientras trabajaban y reciclaban la casa donde vivió. La vivienda de la familia Benini es en la que Susana fue secuestrada ilegalmente.
Allí encontraron en el interior de una bolsita o folio de nylon la siguiente documentación:
- Un libro de Paulo Freire, ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural. 1973. Siglo XXI, Argentina Editores S.A.
- El Diario Juventud Comunista. 24 de mayo/ 7 de junio de 1974.
- El libro de Daniel De Andreis: Trabajo y Capital. Compra, venta y destino de la riqueza que creamos. Granica editor. 1974.
- El Diario El Montonero. Fecha 29/06/75.
Uno de los libros contiene anotaciones y subrayados de su puño y letra, y también están firmados por ella con algunas reflexiones personales sobre las interpretaciones de la realidad de aquel momento. Los documentos permanecieron escondidos 30 años y 15 años más en manos de la familia que los encontró.
Los propietarios de la vivienda entregaron recientemente esas fuentes documentales a la Prof. Gabriela Vigneau, quien acercó el material a la Comisión por la Memoria local. Una de sus integrantes, Rosana Brenda Cassataro, lo llevó al Archivo Provincial de la Memoria de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires en la ciudad de La Plata, a fin de atender a su preservación y digitalización, para su posterior devolución. Se conservará una copia que estará disponible para la consulta pública, con el propósito de seguir fortaleciendo el acervo documental que permita construir más Memoria, Verdad y Justicia.
La vida de Susana: historia y memoria
Junto a los testimonios de quienes conocieron a Susana, integrantes de la Comisión por la Memoria de Olavarría y principalmente de Mónica Fernández, a través del proyecto se avanza actualmente en la reconstrucción y visibilización de la historia de vida de Susana, en relación al desafío que representa el uso de las fuentes históricas personales o familiares y sus aportes para los estudios de la memoria.
Esta propuesta lleva a las investigadoras a pensar estrategias para resguardar estas fuentes y preguntarse: ¿qué hacer con este tipo de hallazgos? ¿Susana los escondió o los guardó? Si los escondió, ¿fue porque la ponían en peligro?, y si los guardó ¿fue para que se convirtieran en MEMORIA en aquel futuro que soñaba? ¿cómo es posible interpretar esas marcas y anotaciones personales que encontramos en las fuentes? ¿es posible pensar a Susana como una representación de una forma de pensar la sociedad en aquel contexto histórico?
Hoy, a 40 años del NUNCA MÁS estás preguntas nos interpelan y cuestionan, este hallazgo fortuito en el ámbito privado, al igual que tantos otros nos invitan a reflexionar qué hacer con ellos, que tienen para decirnos y pensar estrategias para su incorporación a los estudios de la memoria, la identidad y la historia local.