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Con la economía nacional en negativo, advierten por riesgo de déficit nutricional en chicos

El pediatra Gastón Seambelar señaló que “en el interrogatorio observamos que la alimentación se modifica luego del día 15 de cada mes”. Falta de acceso a los alimentos requeridos para niños. Una problemática que alcanza a familias con trabajo estable y sueldo fijo.


“Años atrás el problema como pediatra eran patologías relacionadas a obesidad. Hoy en día la carencia material se traduce en regímenes alimentarios que no son aptos, no son buenos, no son suficientes para chicos que se encuentran en etapa de crecimiento” expresó el pediatra Gastón Seambelar sobre el impacto de la situación económica en la salud poblacional en una entrevista en Radio Olavarría.

 

En las últimas semanas se presentaron los índices de inflación y de pobreza con aumentos, y también un informe que expone la formación de precios de los alimentos. Según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas de alimentos y bebidas acumulan una caída de 28,7% en los primeros tres meses del año frente al mismo período de 2023. En base al informe de la Universidad Torcuato Di Tella, en ese mismo lapso la pobreza en el país alcanzó a 22,6 millones de personas: desde que asumió Javier Milei la presidencia se sumaron 3,2 millones de nuevos pobres.

 

Estos indicadores se reflejan en los ingresos de la población y, en ese marco, el médico pediatra olavarriense advirtió que en las consultas que recibe puede notar la dificultad de acceso a los alimentos requeridos para la nutrición de sus pacientes. En ese sentido, advirtió por futuros riesgos de déficit nutricional en niñas y niños.

 

“Encontramos que hay vastos sectores de la población en los cuales si bien el peso (de los niños) está bien, cuando uno interroga a las madres (que son mayormente las que llegan al consultorio) nos encontramos que hay serias dificultades para una alimentación adecuada. Hablamos de madres que por ahí no tienen trabajo y alimentan con planes que son insuficientes por la inflación, pero también madres que tienen trabajo y sueldo fijo, pero no les alcanza más allá del 15 para comprar todo lo que quisieran darle a sus hijos. Lo vemos en el interrogatorio, quizá todavía no vemos déficits nutricionales manifestados como enfermedad” explicó el profesional.

 

Gastón Seambelar enfatizó “hay gran cantidad de madres que, aún teniendo trabajo, llega a cierta etapa del mes en la cual no pueden comprar todo lo que quisieran ni todo lo que sus hijos necesitan”.

 

Señaló con ello la dificultad de acceder a una dieta alimentaria variada y recordó la importancia de “la ingesta de carne. El hierro que proviene de las carnes rojas no es tan fácil de reemplazar en una etapa de crecimiento. La vitamina B 12 es un factor muy importante en la maduración neurológica. El aporte de lácteos y vitamina D. Son nutrientes que no pueden faltar en un chiquito. También el aporte de verduras y de frutas, pero las madres expresan que una verdura o fruta suele ser más cara que la carne. Esta es una realidad”.

 

Reconoció que el Municipio brinda asistencia con alimentos a familias “muy vulnerables”, pero subrayó que en este momento la problemática llega a “madres que tienen un trabajo, que con los sueldos la pelean mucho para llegar a fin de mes y dentro de esas peleas está una restricción en la alimentación adecuada”. Reiteró que “no vemos patologías de déficit nutricional pero sí en el interrogatorio observamos que la alimentación se modifica luego del día 15 de cada mes”.