Auditoría de Wesner en la Municipalidad: observó contratos de servicios y de asesores en la gestión Galli
El intendente contó el estado de cosas que se encontró en Olavarría, los planes para el futuro y el impacto en el distrito del plan económico nacional. Se quejó de que el STMO “sigue sin acatar la intervención del ministerio de Trabajo. Es gravísimo”.
Por Andrés Lavaselli / Redacción de DIB
Maximiliano Wesner, el actual intendente de Olavarría, fue parte de la oleada de triunfos peronistas que volvieron a poner alcaldes de ese color político al frente de comunas del centro de la provincia. En diálogo con DIB cuenta el estado de cosas que se encontró, los planes para el futuro y el impacto que está teniendo en el distrito el plan económico nacional. El corte de los subsidios al transporte es un tema de alto impacto, pero también la caída de la actividad que afecta a la recaudación municipal y limita la capacidad de ayuda ante la emergencia social.
-¿Fue el primer intendente peronista de Olavarría en muchos años, con qué municipio se encontró cuando asumió?
Desde el 87 que el peronismo no ganaba en el centro de la provincia. Los festejos traspasaron las generaciones, personas arriba de los 60 o 70 años lo festejaron como un hecho histórico, con muchos recuerdos. Nos encontramos con un municipio desordenado en todas sus áreas. En especial a los horarios de trabajo, a un retraso salarial enorme, con mala calidad de los servicios que ofrece. La gestión saliente presentó, con corte 20 de noviembre de 2023, un déficit de $ 1.500 millones. Contando como algo positivo, algo que es negativo. Sin tener en cuenta la redeterminación del precio de la obra pública -alguna que no tendría que haberse hecho y se hizo igual en el año electoral- y que llevan ese déficit al 10 de diciembre $ 4 mil millones.
-¿Es solo deficiencia de gestión o encontraron irregularidades?
Estamos trabajando en una auditoría, revisando los servicios que realiza el municipio, las contrataciones que hacía el manejo de recurso. A modo de ejemplo, nosotros encontramos en la transición un llamado a licitación privada del corte de pasto del aeródromo. El precio de referencia era de $ 66 millones, que con las redeterminaciones eso rápidamente es más. Decidimos hacerlo con personal municipal como se hacía antiguamente. Y para un semestre logramos un ahorro de 100 millones aproximadamente. O la contratación de servicios personales innecesarios, como asesoramientos que no estaban en el organigrama pero encontramos los contratos. Se abultó innecesariamente el gasto y no solo en los últimos años.
-¿Se trata de malos manejos o hay sospechas de irregularidades?
No quiero decir que los servicios no se prestaban, sino que lo menciono en relación al orden que estamos dando a la gestión. Pero queremos que se note que había cuestiones que se podían hacer de otra forma, y más barato. No solamente para la administración, sino que están en juego los recursos de los olavarrienses
-¿Hay un conflicto fuerte con los municipales, con un episodio de protesta incluso cuando fue el gobernador Axel Kicillof de visita?
Llamé a paritarias el 17 de enero la primera. Sabía que era urgente por el atraso salarial que había: el último aumento había sido en octubre de 2023, el 6%. Nosotros en 45 días de gobierno pagamos dos haberes y medio, diciembre el medio aguinaldo y enero con aumento, casi sin alcanzar a acomodarnos. Yo sabía que era urgente y enero un mes largo, veníamos de un aumento de 25% en enero además. Fueron tres reuniones en muy buenos términos. Ofrecimos el 30% un monto que incluso fue llamativo para el resto de los municipios, pagamos el bono de fin de año, de 80 mil para gran parte de los trabajadores. Como hay una cuestión financiera prorrogué en tres cuotas de 10% el aumento a los funcionarios.
-Pero siguió el conflicto.
Ahora hay conciliación obligatoria, el aumento fue por decreto porque enero se terminaba y había que liquidar los sueldos. No podíamos hacerlos sin aumento, era urgente y necesario eso. El diálogo siempre está abierto. Hubo quite de colaboración y que aún hoy siguen, sin acatar la intervención del ministerio de Trabajo. Es gravísimo lo que está sucediendo porque es el desconocimiento al pronunciamiento de una entidad administrativa como el Ministerio. Seguimos con quite de colaboración
-¿Puede haber sanciones para el gremio?
Hay sanciones que están previstas, y las entidades obviamente están al tanto. La verdad es que es llamativo lo que pasa. Lo llamé vía correo a negociación, y la respuesta es que se juntaban en asamblea el día posterior al llamado que yo hacía y mientras tanto seguían de paro. La voluntad de diálogo nuestra siempre estuvo.
-¿Hubo despidos o cese de contratos?
Nada en absoluto. Al contrario, pusimos en valor a los trabajadores. Algunos son funcionarios de mi gobierno incluso.
-¿Cómo impacta en Olavarría el plan económico nacional?
Para mí hay una dualidad, que tiene que ver primero con el corrimiento del estado. La quita de los subsidios al transporte público es el ejemplo. Hoy se va a tarifas de $ 940, obviamente que los vecinos y vecinas no la van a poder pagar. El transporte se va a terminar cayendo si nosotros no somos creativos en ese sentido. Ahora estamos en el Concejo Deliberante con un proyecto para declarar la emergencia en el transporte. Nos reunimos todas la partes, gobierno, trabajadores, empresas, y yo les decía cuando escuchan que tal o cual trabaja en un organismo y comentan ´ah, vive del Estado´. Yo quiero decir que en un sentido todos vivimos del Estado. Las empresas, los propietarios, los representantes gremiales. Todos. Lo que estábamos discutiendo es qué pasa cuando se corre el Estado, si libera una tarifa casi a $1000, lo que va a redundar en una falta de los cortes de boletos necesarios para poder costear el servicio.
-¿El Municipio puede hacer algo?
Estamos evaluando alternativas. Primero decretar la emergencia. En función de eso, charlar con la Provincia y las empresas en busca de mantener el servicio. Más en un contexto donde el combustible aumenta todas las semanas casi. Muchísimos olavarrienses se volcarían al transporte público y no lo podrían usar porque el costo del boleto va a ser muy alto.
-¿Cuál es el otro aspecto de la dualidad que marcaba?
La devaluación del 118%, que no fue producto de una corrida cambiaria sino por acción directa de Estado. Y con una estructura de costos y servicios como la argentina que se trasladó precios. Y hoy las cosas están carísimas. Eso hace que perdamos salario real. Nosotros tenemos dos multinacionales cementaras, Loma Negra y Cementos Avellaneda, claramente el despacho de cemento cayó 20%. El tributo característico que tenemos es el Derecho de Explotación de Canteras que representa el 19% de nuestros recursos. Cayó el 25% interanual.
Hay una caída notoria de la actividad: Olavarría tiene 450 empresas de transporte logístico, de camiones, y hoy no hay flete. O sea se están empezando a ver despidos, hay mucho pedido de empleo, lo vemos en la Oficina de Empleo municipal. La dualidad tiene que ver con eso: el corrimiento del Estado, el desmanejo de la macroeconomía que hace que haya caída de la actividad y eso lo sufrimos en los municipios, además de las familias y las pymes.
-¿Le han planteado lo que les pasa al Gobierno Nacional?
No hemos tenido la oportunidad. Pero sí nos atiende Provincia. Estuvo Gabriel Katopodis hace poquito acá, visitando dos de las tres obras que tiene Nación. Una se licitó y no arrancó, y las otras están paradas. Una es la ampliación de la Facultad de Ciencias de la Salud y la obra el acceso a Sierras Bayas, una localidad con un potencial turístico enorme. Él las vio y dice que no tiene interlocutor nacional que es el que las debería financiar, para avanzar. Es grave.
-¿Qué va a pasar con el clima social en este contexto?
La tasa de desempleo va a aumentar considerablemente, va a pasar por encima de los dos dígitos en meses. Queremos ser responsables y colaborar. Diagramar desde las variables que podemos manejar en la coyuntura local para que eso suceda lo menos posible. Queremos vivir en paz y en armonía y para eso hay que lograr que las familias puedan desarrollarse de la mejor forma posible. Pero la verdad es que con el precio de los alimentos, de los servicios, es imposible afrontar el costo de vida diario.