Duro primer discurso de Milei: anunció un “ajuste sin precedentes”
Fue en las escalinatas del Congreso, luego de la asunción y sin dirigirse a la Asamblea Legislativa. Dijo que recibe “la peor herencia” de 15 puntos del PBI de déficit. Insistió con la estanflación.
En un discurso inaugural marcado por el sincericidio y un análisis crítico, el flamante presidente de la Nación, Javier Milei, dejó en claro que su administración se enfrenta a una herencia económica “desastrosa”.
Desde las emblemáticas escalinatas del Congreso, con una puesta en escena similar a los escenarios políticos de Estados Unidos y sin haberle hablado a la Asamblea Legislativa del Congreso, Milei proclamó que su gobierno no solo recibió una “herencia peor”, sino que también subrayó la inminencia de una situación inflacionaria “asombrosa”, llegando a advertir sobre la posibilidad de alcanzar el escalofriante “15 mil por ciento”.
El líder recién asumido señaló directamente al gobierno saliente de Alberto Fernández, acusándolo de dejar un panorama económico caracterizado por déficits gemelos que representan un 17% del PBI. De estos, el 15% corresponde a un déficit consolidado entre el Tesoro y el Banco Central, dividiéndose entre 5 puntos para el Tesoro Nacional y 10 puntos para el Banco Central. Milei anunció con determinación la necesidad “de un ajuste fiscal sin precedentes, proponiendo un recorte del 5% del PBI que recaerá mayoritariamente sobre el sector público, evitando así impactos desmedidos en el sector privado”.
“En el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo”, afirmó Milei, reconociendo la “dureza” de las decisiones que se avecinan ante un curioso público que vitoreaba ante el anuncio de que no hay dinero o que el ajuste será más duro. Advirtió sobre la “estanflación” inminente y el crecimiento de la pobreza en los próximos meses, subrayando la necesidad de abordar el déficit fiscal, que considera clave para revertir la crisis.
En un giro contundente, Milei abordó la cuestión de los planes sociales, declarando que “el que corta no cobra”. El presidente advirtió a quienes opten por la protesta mediante cortes de calles que no recibirán asistencia del Estado, firmando así su compromiso de “no ceder ante la extorsión”.
El líder político también dedicó una parte significativa de su discurso a la problemática de seguridad, denunciando la “creciente influencia del narcotráfico y la crisis en las fuerzas de seguridad”. Anunció “medidas severas” para enfrentar la delincuencia, asegurando que su gobierno “no permitirá que los delincuentes caminen libres mientras los ciudadanos se ven obligados a encerrarse tras rejas”.
En el ámbito educativo, Milei planteó un panorama desolador, con cifras que, según especialistas, no fueron del todo ciertas en torno a la finalización de los estudios secundarios, por ejemplo. De todas maneras, subrayó la necesidad de una reforma educativa urgente para revertir esta situación crítica.
El presidente concluyó su discurso con un llamado a la resiliencia del pueblo argentino y proyectó una nueva era de “paz y prosperidad”. Prometió no claudicar “ante la violencia ni la extorsión”, comprometiéndose a “liderar los cambios necesarios para reconstruir Argentina”. “Viva la libertad, carajo”, cerró Milei, dejando claro que, para su gobierno, “se acabó el siga, siga”.