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El INCUAPA participó en el hallazgo de restos óseos humanos en Carmen de Patagones

Específicamente, sobre la cantidad de huesos totales se determinaron 17 individuos de poblaciones originarias. El director del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano, Gustavo Martínez resaltó “el espacio de diálogo entre tantos actores sociales”. Además, se encontró cultura material como rocas talladas, cuentas de collar y materiales europeos.


Un 7 de marzo de 1827 en el Cerro de la Caballada, ubicado en Carmen de Patagones, “unos pocos gauchos que se encontraban allí con un ejército mínimo, repelió una invasión brasilera” dice Gustavo Martínez director del Instituto de investigaciones arqueológicas y paleontológicas del INCUAPA.

Exactamente en ese mismo lugar, pero en enero de 2022 se dio el hallazgo de restos óseos humanos. Variados actores involucrados en escena e información que no se podía dar al instante debido a que se tenía que investigar. Además, la sociedad quería saber lo que pasaba en el lugar, ya que suelen pasar allí todos los días por ser un lugar turístico.

En diálogo con Radio Universidad, Gustavo Martínez explicó el proceso de los hallazgos: “En ese mismo lugar, que tiene un gran significado para los habitantes de Carmen de Patagones, una máquina estaba haciendo unas pequeñas excavaciones para unas luminarias y aparecen restos óseos humanos. Se detiene las obras, el Municipio toma cartas rápidamente en el asunto, se abrió una causa, trabaja policía científica y finalmente dicen que esos restos óseos humanos no son modernos“.

Luego de las primeras declaraciones, “el Cerro de la Caballada será vallado, vigilado y luego nos dan lugar a nosotros los arqueólogos. En este caso con mi equipo de investigación tenemos el permiso para trabajar en ese lugar de manera tal que nos contacta el Centro de Registro Arqueológico y Paleontológico, nos dice si estamos de acuerdo en realizar el rescate y aceptamos. Empieza todo el proceso por el cual vamos hasta al campo no sin antes sacar y obtener los permisos correspondientes dada la complejidad del asunto“.

Sobre los permisos, Martínez expresó que “no solamente fueron requeridos al Centro de Registro Arqueológico y Paleontológico sino también al Consejo Provincial de Asuntos Indígenas porque muy probablemente (hasta ahí no lo sabíamos) los restos óseos humanos podrían de ser de poblaciones originarias, entonces también debíamos tener los recaudos y tener el permiso de las comunidades”.

“Los permisos tardaron dos meses. En marzo fuimos al campo y no excavamos porque la máquina levantó la tierra y con ella los huesos y artefactos. Nosotros simplemente juntamos lo que estaba en superficie, recuperamos todo y luego volvimos a taparlo por una cuestión de protección” contó Martínez.

En tanto, resaltó que “al ser un lugar tan emblemático para la gente de Patagones, donde piensen también que es un lugar turístico y fue en pleno enero de repente todo eso estaba vallado la gente que quería ver el cerro y no podía subir, una casilla de la policía apostada, cámaras de seguridad, un movimiento importante, la sociedad reaccionó con asombro y también reaccionó como si el Municipio y nosotros los arqueólogos estuviésemos escondiendo algo porque no dábamos información, justamente porque no sabíamos en ese momento”.

“La gente ese lugar lo usa para caminar, tiene una vista hermosa. Generó un impacto y hace muy poco pudimos decirles de que se trataba. Había múltiples visiones e intereses: el Municipio, la sociedad de Patagones, el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas, las comunidades originarias, nosotros como equipo de trabajo” agregó.

El hallazgo y la cultura material 

“Específicamente, sobre la cantidad de huesos totales hemos determinado 17 individuos, no obstante, debo decir que muchos más yacen aún enterrados allí y afortunadamente el Municipio tomó conciencia de esto y hay cámaras que vigilan el lugar” remarcó el director de INCUAPA.

“Junto con los restos óseos humanos aparecieron fragmentos de rocas talladas, unas cuentitas de collar y aparecieron cáscaras de huevos de ñandú grabadas entre otras cosas. Lo interesante también es que junto con eso se registraron materiales europeos como fragmentos de plomo, metales que todavía no hemos determinado bien a que corresponden” dijo Martínez.

Además, “se encontró algo fantástico que se llama Macuquina, una moneda de plata que se acuñaba en Potosí, y que por el tipo de diseño que tiene seria de los siglos XVI o  XVIII”.

“Si nosotros nos basamos en el tipo de cultura material que aparecía asociada a los huesos teníamos grandes dudas: por un lado, una cultura material directamente de pueblos originarios y por otro lado una cultura material post hispánica. Ahí fue esencial recurrir a los fechados de los carbónicos que nos dieron exactamente cuál era la cronología de los entierros” agregó.

Trabajar en conjunto hacia el futuro

“Afortunadamente hoy en día estamos todos trabajando en una mesa de diálogo donde participan todos los actores sociales con una coparticipación muy interesante en la cual estamos resolviendo cómo nos vamos a manejar con el sitio a futuro. Seguramente se va a declarar un lugar sagrado, es muy probable que se produzca una restitución de esos restos óseos humanos” contó Martínez.

Asimismo, el director de INCUAPA agregó: “Vamos tomando decisiones muy lentamente, algo no menor es que el sitio fue declarado Monumento Histórico Nacional es decir que ya hay injerencia de ciertos organismos que dicen qué se puede hacer y que no. Dado este hallazgo hay que ver como las partes se ponen de acuerdo para seguir adelante”. 

Por último, Martínez cerró: “Lo que más resalto es la comunicación fluida que hay, el espacio de diálogo. En lo personal es la primera vez afortunadamente que me sucede esto de estar en ejercicio de la profesión y trabajar en sintonía con tantos actores sociales diferentes y una dinámica muy interesante que es un aprendizaje enorme para todos. Si esto sale bien (que yo creo que va a ser así) será el primer antecedente importante de un manejo de coparticipación en Provincia de Buenos Aires”. 

Foto archivo: La Nueva Provincia/ El extremo sur de la Patagonia