CulturaPortada

“Sería fantástico que todas las instituciones públicas y privadas empiecen a usar este recurso”

María Cecilia Fernández es psicopedagoga y creó el proyecto Potencial (es), destinado a infancias y adolescentes que “tienen algún tipo de desafío en el desarrollo”. El stand se encuentra en el Festival del Libro y las ventas de los productos superó lo esperado.


El Festival del Libro también dio lugar a las ventas que incluyen juegos didácticos para las infancias y las familias. Entre los stands, se encuentra Potencial (es), un proyecto que surgió de una psicopedagoga para tener productos y recursos a nivel local.

 

La creadora del proyecto se llama María Cecilia Fernández, oriunda de Laprida y actualmente radicada en la ciudad hace cuatro años. Potencial (es) nació hace un mes y brinda recursos concretos y específicos ya que son elementos de trabajo destinados a profesionales que realizan terapia por distintos motivos.

 

“Los encasillamos en los espacios educativos terapéuticos, pero tiene la intención de salir de esos espacios, y ser como dice el nombre, Potencial. Ir un poco más allá para ser recursos que sirvan para bares, cine, supermercados y que permitan a personas que tienen algún tipo de desafío en el desarrollo poder disminuir barreras sociales e incluirse realmente en la vida cotidiana” sostuvo Fernández.

 

 

El proyecto surgió porque “como profesional sentía la necesidad de poder traer recursos concretos“. Además, Fernández contó que “todos los profesionales que hacemos terapias nos valemos de hacer nuestros propios insumos ya sea imprimiendo, plastificando, comprando por mercado libre. Me pareció interesante tener los productos acá a nivel local para que la gente pueda conocer y saber de la utilidad”.

 

“Me llamó mucho la atención que estando en el espacio del Festival del Libro se me cambió el panorama porque los que más consumieron fueron las propias familias. Para mi es una satisfacción enorme, ese era mi último fin pero no sabía que la meta esa iba a estar tan cercana” remarcó sorprendida la psicopedagoga.

 

Hay productos diversos, pero en cuanto a las ventas la línea más fuerte son los pictogramas. Fernández explicó su utilidad: son pequeñas imágenes que describen personas, acciones, objetos. Lo que hacemos con ellos es anticipar rutinas, mostrar qué es lo que queremos trabajar con aquel niño puede ser saludarnos, entrar a un espacio y cómo permanecer en él. El objetivo del uso es predisponer a esa persona a qué es lo que tiene que hacer o qué es lo que nosotros esperamos que haga. Se llaman conductas esperables”.

 

 

“Otro de los más vendidos es el calendario. Hay muchos chicos que no saben en que día están, que día es mañana y las estaciones del año. También hay ruletas que no tienen reglas y la idea es que los propios niños crean y piensen sus propios retos y estrategias de juegos, así como también si se aburren poder cambiarlos” agregó.

 

Sobre las ventas, Fernández expresó: “Nos fue súper. Estamos re desabastecidos, con un poco de nostalgia porque algunas cosas ya tenemos muy poquito para seguir mostrando pero recién nace y también estamos conociendo un poco qué es lo que la gente aspira a consumir o lo que le es más útil. Esto nos permite a nosotros crecer en ese sentido para saber cuáles son las necesidades de nuestra localidad”.

 

“Sería fantástico que todas las instituciones públicas y privadas empiecen a usar este recurso porque hay mucha gente que se vale de esto para poder comunicarse” cerró la psicopedagoga.