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Pabellones Literarios: “vieron que ellos también tenían algo para contar”

Matías Verna coordina el Pabellón 12 que funciona en la Unidad N°38 de Sierra Chica. Cerca de 80 internos participan de la propuesta que se lleva adelante en distintas cárceles bonaerenses. Su experiencia, la forma de trabajo y el anhelo de continuidad.


El Programa Pabellones Literarios para la Libertad se lleva adelante en distintas cárceles bonaerenses. En el cierre del ciclo 2022 se dio el detalle del impacto del Programa al que se sumaron 5.450 personas privadas de libertad de 100 pabellones de 54 cárceles o alcaidías con el acompañamiento ad honorem de 187 talleristas.

 

En la Unidad N° 38 de Sierra Chica funciona el Pabellón 12 coordinado por Matías Verna, escritor, periodista, docente y trabajador del área de Prensa del Servicio Penitenciario. Junto a Soledad Urbieta y Micaela Sbrancia, docentes voluntarias, se sumaron a la iniciativa del Ministerio de Justicia.

 

Matías Verna, habló con Central de Noticias y destacó el objetivo de los pabellones literarios “destinados a la lectura, la comprensión, el análisis, el sentido crítico a través de la lectura. También a que los participantes hagan sus propias producciones”. El Pabellón 12 “fue uno de los últimos en sumarse a este proyecto porque tenés que tratar de buscar a una población con características similares, que vayan a responder y que sea una población estable”.

 

Este tipo de actividades siempre formó parte de las inquietudes de Matías Verna que cuenta con 20 años de trabajo en el Servicio Penitenciario. “Desde el año uno que entré en la unidad N° 7 en Azul siempre generé pequeños talleres de lectura, escritura, comprensión de texto, poesía”, contó.

 

Durante los recesos escolares de verano y de invierno “para no entorpecer la tarea de los docentes”, Verna buscó siempre “que siga funcionando un poco la creatividad y que no haya un parate, porque eso significa en el encierro no poder fomentar el ingenio y la imaginación”.

 

 

Tener algo para decir

 

Respecto a los textos y autores seleccionados para el taller, Verna destacó que “empezamos a trabajar las emociones, a veces uno está en el encierro y tiene muchas cosas para decir y no las dicen. El taller arrancó en octubre y nos vino muy bien el tema del Mundial porque muchos jugadores de la Selección tienen sus historias que también son heavy pero eligieron la perseverancia, el apoyo de la familia”.

 

A partir de esta identificación con las historias personales de los jugadores de la Selección Argentina y con las propuestas de los talleristas, los asistentes “vieron que ellos también tenían algo para contar, de dónde vienen, quiénes son”.

 

El taller que coordina cuenta con la participación de 80 internos. “Hay un compromiso impresionante. Es mostrarles que hay otra cosa, que también se puede pedir perdón, que no todo es culpa, que hay actos buenos”, afirmó Verna.

 

 

“Una vez me dijeron nosotros no somos presos, nosotros estamos presos. Está bueno que ellos sepan que no es una condena de por vida, que esto es una penitencia y tienen que cumplirla. Después a remarla y nosotros a darles las herramientas para que no se frustren porque salís en libertad y de van a decir 10 mil veces que no”, expresó el docente.

 

Por último, enfatizó que “apuesto mucho a esto, apuesto un montón, apuesto a que estos talleres literarios si en algún momento cambia la gestión se continúen porque se generan cosas maravillosas”.

 

“Como experiencia me parecen fabulosos, creo que sirven. Los cambios que veo con el poquito transcurso que lleva el taller son impresionantes”, agregó.

 

Matías Verna cumplió 44 años en febrero. En mayo serán 20 los años transcurridos en el Servicio Penitenciario. Tal vez, el mejor regalo fue la frase que un interno logró después de tratar de entender la construcción de una metáfora: “el sol como la sidra de Navidad”. Antes de salir en libertad, esa persona lo buscó y le recordó el momento.