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Aniversario de Olavarría: Pasión por el trabajo, por el prójimo y por el futuro

En el marco de un nuevo cumpleaños de la ciudad, el intendente Ezequiel Galli habló sobre el “gen olavarriense” y la idiosincrasia de Olavarría.


Las celebraciones que producen un nuevo aniversario son naturales y necesarias. Porque un cumpleaños nos invita a pensar, analizar, disfrutar y celebrar.

 

Naturalmente miramos hacia atrás y necesariamente ponemos la vista en el horizonte, imaginando el futuro que queremos construir.

 

Un cumpleaños es una manera de festejar, de proyectar y también de agradecer, porque es época de balances. Además, se acerca fin de año….

 

…Vivimos en una región privilegiada. El centro de la provincia de Buenos Aires tiene un clima benévolo. La providencia nos regaló una geografía impactante.

 

Los atardeceres son casi tan maravillosos como los amaneceres. Somos el tercer partido más grande de la provincia más grande de la Argentina. Tenemos historia, cultura, y tradiciones, pero también respetamos la innovación. Hemos aportado grandes artistas, deportistas y líderes….

 

 

El turismo comienza a decir presente para confirmar estos atributos…Nuestro suelo es una bendición. Nuestro campo es una potencia que activa, convence, empuja y tracciona. Nuestro campo es una locomotora….

 

La industria que se forjó a su alrededor revitalizó y perpetuó el trabajo como razón de ser de los olavarrienses.

 

Y el talento… El talento olavarriense, resultado de esa combinación de tanos y gallegos, alemanes y polacos, criollos y turcos… Ese talento que de generación en generación se impregnó en el suelo y en el aire olavarriense para ya formar parte del ADN de la región central de la provincia de Buenos Aires.

 

Quienes vivimos en Olavarría tenemos muchas razones para agradecer y para poner la vista en el horizonte, con esperanzas… Porque más allá de la coyuntura, de las pandemias y de las guerras… Más allá de esas grietas a las que algunos, (unos poquitos), nos quieren arrojar.

 

Más allá de los egoísmos y de las misiones mesiánicos e individuales, hay un gen olavarriense que prioriza el trabajo y la paz. El diálogo y la coherencia. La concordia y la razón. La educación y el respeto. Y el sacrificio por sobre la guapeza, la avivada y la cobardía.

 

Hay en el gen olavarriense pasión por el trabajo, por el prójimo y por el futuro. Por estos motivos, estoy convencido de que tenemos mucho para celebrar. Y que los 155 años de vida y de legado del coronel Álvaro Barros recién inician.

 

En el año 1877, Don Álvaro publicó su segundo libro, bajo el nombre de “La guerra contra los indios”. Hoy, gracias a Dios, la guerra está lejos, pero si hay una lucha interna que nos debilita, una disputa innecesaria que nos pesa y nos arrastra, una riña a la que muy pocos argentinos están convocados. Los demás, casi todos, queremos paz, trabajo, diálogo y respeto.

 

Y en Olavarría sabemos de esto… Lo sabemos tanto, como sabemos que decir Olavarría es decir campo y decir campo es decir Argentina. Porque el campo no sólo es vital para la economía de la región o del país, es parte de nuestra identidad. El campo es nuestra vida, y es ésta una razón más para celebrar.

 

Porque si hay campo, hay industria…

 

Si hay industria, hay escuelas….

 

Si hay escuelas, hay educación…

 

Si hay educación, hay más hogares…

 

Si hay hogares, hay respeto.

 

Y si hay respeto entre quienes habitan el suelo argentino, hay futuro.

 

Olavarría tiene muchas razones para celebrar.

 

A todos los que nacieron, habitan o desean habitar suelo olavarriense, mis más sinceras felicitaciones y FELIZ CUMPLEAÑOS.