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Libros en Olavarría: actores culturales analizan la no realización de la feria

La noticia impactó en el sector vinculado a la comercialización y promoción de libros. El aspecto económico y la mirada sobre los hechos culturales que conforman a una comunidad.


Este 2022 no se concretará la Muestra Libros en Olavarría ya que según explicaron desde el área de cultura del Municipio a Central de Noticias, “algunas cosas requieren de mucho tiempo y recursos, y se nos hace difícil para este año”.

 

La noticia tuvo su impacto en el sector dedicado a la venta y promoción de la lectura. Por un lado, la imposibilidad de “hacer una diferencia” en la parte comercial y por el otro, la suspensión de un hecho cultural. Distintos actores culturales vinculados al sector hablaron con este medio.

 

Ulises Castaño de librería El Puente evaluó que la no realización del evento “más allá de lo que moviliza a nivel económico, me parece que pierde la cultura”. No se mostró sorprendido y afirmó que “tampoco es muy nueva la preferencia del Municipio sobre elegir algunas actividades por sobre otras más allegadas con la cultura”.

 

Describió al sector como “sumamente dinámico y heterogéneo” ya que intervienen muchas personas para conformar un producto que tiene sus particularidades. El libro “transmite un intangible, que es la posibilidad de consumirlo de diferentes maneras, algunos para distraerse de la realidad, otros para meterse más en la realidad, otros para conocer, otros para estudiar… el daño que se hace es mucho más grande”, indicó.

 

Resaltó la expectativa puesta sobre la muestra. “Desde el momento en que la feria se hace cada dos años, se espera mucho más. Si ponemos la pandemia en el medio, todavía más. Si le ponés el contexto económico recesivo, aún más. Creo que por donde se lo mire era esperado”, aseguró.

 

“Creo que faltan políticas públicas vinculadas a la cultura. Desde el momento en que la feria se empezó a hacer cada dos años, cuando es anual en todo el país y si a eso le sumás la restricción que existe hoy mismo, está claro el lugar que ocupa la cultura para este sector político”, concluyó.

 

 

Por su parte, Diego Ordoñez de librería El Faro de Alejandría contó que “siempre esperamos la feria, más allá de entender el contexto y lo difícil de la situación después de estos dos años de pandemia”. Afirmó que el evento cultural “nos sirvió de plataforma para acercarnos a la gente con los libros y seguir haciéndonos conocidos” y “desde que se empezó a hacer cada dos años, insistimos en que se haga todos los años”.

 

“La librería está desde diciembre de 2008 y ya en el 2009 estuvimos participando, con todas las gestiones que hubo y con las distintas maneras en las que se hizo”, relató Ordoñez.

 

Respecto a la no realización de la muestra este año, señaló que “oficialmente no nos dijeron nada pero extraoficialmente ya no se veía posibilidad. Además, nosotros intuimos que a cierta altura del año si no había un atisbo de nada ya sabíamos que lo más probable era que no se realizara”.

 

“Uno creería que habiendo voluntad y teniendo en cuenta al sector, la feria debería realizarse igual” y expresó que para el 2023 “no perdemos la esperanza de que se realice. Quizá como motivación política podría servir hacer una feria, digo desde mi humilde opinión”.

 

 

La “saccomannización” de las ferias de libros

 

El escritor Guillermo Saccomanno en el duro discurso inaugural de la 46º Feria Internacional del Libro realizó varias denuncias vinculada a la voracidad de la industria, la relación desigual de los autores con los editores y la decisión de realizar el evento en un predio como La Rural, institución “que fue instigadora de los golpes militares que asesinaron escritores y destruyeron libros”.

 

También dejó un mensaje de aliento: “si bien la escritura no puede transformar el mundo, puede hacerlo un poco mejor”.

 

El escritor, docente de talleres literarios e impulsor de la editorial Del Altillo, Guillermo Del Zotto, rescató el discurso de Saccomanno y habló de la “saccomannización” de las ferias. “Es algo muy bueno para los independientes y es muy ruidoso para los que siempre miran al mercado y a la cultura como un gasto y no como una inversión”, apuntó.

 

“No soy un devoto acérrimo de Saccomanno como escritor o gestor cultural pero el discurso me parece que es una bisagra. Es una esperanza triste. Era una realidad pero alguien lo dijo y me parece que a partir de eso todas las ferias van a ser diferentes”. ¿Incluso esta?: “Es evidente que eso ya está pasando, para mí todo el mundo que dice por qué no se hace la feria, en algún momento le debe resonar el discurso. A pesar de que el último lugar en el que se hizo no representa lo mismo que la Sociedad Rural. Acá la feria del libro se elevó -la vengo siguiendo desde la primera- y el Centro Cultural la reivindicaba y la ponía en un lugar muy importante”.

 

Del Zotto rescató a la organización de la Muestra Libros en Olavarría porque “los políticos anuncian pero yo conozco a las personas que ahí adentro trabajan en serio. Organizaron muy bien la última feria. Es más, nos dieron una amplia recepción, un buen lugar para exponer y ese año no se cobraron los estands a los libreros”.

 

“Como editorial la decisión de no hacerla nos entristece porque la última feria del libro organizada por este mismo municipio y este mismo color político gobernante estuvo muy buena, tuvo buena repercusión tanto social como de autores y libreros convocados”, agregó. Cabe recordar que la última edición de la Muestra Libros en Olavarría se hizo en 2019.

 

Sin embargo no se mostró sorprendido porque “había como una sospecha que no le iban a dar bolilla. Esto se suma a que a nivel de políticas culturales, no le están dando bolilla a ninguna cosa” y consideró como “excusas” cualquier argumento referido a la falta de tiempo o recursos.

 

“La excusa de que no hay dinero para la cultura uno la conoce desde 1810 más o menos. Lo novedoso es esto de la organización, que no sería una excusa porque justamente tuviste tres años para organizarla bien”, indicó.

 

“La venta de libros tiene una crisis que no creo que se pueda solucionar con una pequeña editorial independiente pero las entidades oficiales son por lo menos las que tendrían que difundir, promocionar o incentivar. Nosotros no pretendemos un subsidio sino simplemente el apoyo de una estructura para darnos a conocer y que ni siquiera eso se haga, ya es un agravante”, finalizó.