El “abismo” ideológico irreconciliable en la política de Olavarría
Del lunes de halagos al viernes de duras críticas. La situación en la Facultad de Salud, el adoctrinamiento y la autonomía. Más capítulos de las Tuvi e Hilario Galli expuso algunas debilidades de la oposición.
(Este es un resumen del newsletter Volver a las Fuentes, realizado por Josefina Bargas y Alexis Grierson. La versión completa la pueden leer acá).
De la cordialidad a lo irreconciliable

Si te contamos que a inicios de la semana oposición y oficialismo se halagaron en un acto y que este sábado mismo se criticaron de forma muy dura… ¿no nos crees?. Bueno, lo sucedido en el ámbito académico puede ser un buen ejemplo para mostrar el panorama actual de la política en Olavarría: de pelear por cerrar la grieta a generar un abismo sin retorno.
El lunes el Director General de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni, estuvo en Olavarría para inaugurar un Jardín en el barrio AOMA. No lo haría solo: a su lado caminaría el intendente Galli y el diputado provincial César Valicenti, entre grupos de concejales, consejeros escolares, funcionarios municipales, provinciales, y varios etcéteras.
Lo concreto es que el acto se desarrolló con una importante cordialidad e incluso con halagos de Valicenti hacia Galli y viceversa: el del diputado provincial fue porque “Galli tomó la decisión de destinar el Fondo Educativo 100% donde corresponde, que es la Educación” y dijo que era un pedido de su frente “de hace muchos años”. Galli respondió con un pedido: “ojalá que podamos seguir trabajando junto a la Provincia para que crezca la educación en Olavarría”.

Casi una lluvia de flores. Pero la cordialidad se fue apagando con el correr de la semana -ya repasaremos lo sucedido- y el viernes por la noche otra vez nos paramos en el abismo.
De adoctrinamiento a autonomías

Si relatáramos los hechos en forma cronológica, podría ser de la siguiente forma: al intendente Galli le llegan imágenes de un parcial que se tomó en una cátedra en la Facultad de Salud con fecha del 5 de mayo. Allí, se citaba una nota periodística que exponía la situación en las localidades y la falta de médico, y luego se realizaban preguntas vinculadas al contenido enseñado en dicha currícula.
La nota periodística -crítica de la gestión- enojó al Intendente que rápidamente interpretó como un hecho de “adoctrinamiento” a los estudiantes de la casa de estudios de avenida Pringles. Llamó telefónicamente al decano de la casa de estudios, Héctor Trebucq, sin éxito, y luego sí lo tuvo para dialogar con el rector de la Unicen, Marcelo Aba. Allí, habría existido un primer pedido de disculpas por la situación.
En el medio, el Secretario de Salud Germán Caputo -también mencionado en el artículo- se comunicó con Trebucq y le manifestó su tristeza por haber sido mencionado en lo que se trataría de un “ejemplo” de un parcial de forma negativa.
Minutos después, Trebucq y Galli lograron entablar una conversación en la que la autoridad académica habría, también, manifestado disculpas por la situación. El jefe comunal allí le habría informado al decano que “iba a hacer público” el hecho porque era un caso de adoctrinamiento. Lo que siguió, claro, fueron…
Los tuits
Es indignante que utilicen una institución tan prestigiosa como la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNICEN para adoctrinar a los estudiantes. Las autoridades deberían preocuparse por formar profesionales de calidad y por terminar la obra que tienen abandonada. pic.twitter.com/xyq164kpMR
— Ezequiel Galli (@ezequielgalli) May 14, 2022
Es la herramienta comunicativa por excelencia del jefe comunal de Olavarría. A última hora del viernes decidió denunciar públicamente el hecho y no escatimó conceptos: reforzó la palabra “adoctrinamiento” en su mensaje.
Un primer asterisco: independientemente de que además le pide explicaciones, ¿era necesario mencionar a la docente involucrada en la situación? Así como el nombre del estudiante no quedó expuesto, quizás se debería haber cuidado la identidad de la licenciada…pero para eso habrá otro capítulo.
Lo concreto es que, con dureza, dijo que “las autoridades deberían preocuparse por formar profesionales de calidad y por terminar la obra que tienen abandonada” cantando un “quiero retruco” a los dichos de Trebucq en el HCD 24 horas antes.
Horas después, y en otro ámbito, el Intendente reafirmó sus dichos y prácticamente confirmó la reconstrucción que hizo este newsletter sobre toda la situación.
Lo que molestó, según palabras propias del mandatario, fue que nombraron tanto a su persona como al Secretario de Salud, Germán Caputo. “Dicen que se usa siempre en la facultad, yo fui a la facultad y también estudié casos prácticos y nunca me toco uno con nombre y apellido, siempre estaban las iniciales, eran ficticios pero utilizar políticamente lo que está sucediendo para adoctrinar en una facultad, en este caso enfermería, me parece de una gravedad institucional enorme y nos da bronca y tristeza”.
Reconoció, además, que en el contacto telefónico con Trebucq quedó en claro que “la relación va a seguir de la misma manera. Lo único que pedimos es que nos expliquen por qué se usa el nombre mío, el de Germán Caputo y el de una vecina que no sabemos si existe si es un perfil real, seguramente sí pero en las redes sociales hay muchos perfiles truchos”.
¿Se pensaron que eso era todo? Falta comentar, aún…
La reacción y el repudio

Hay una cuestión cierta y clara: las Universidades son autárquicas y autónomas respecto de factores externos. También está la libertad de cátedra, que supone la posibilidad de expresar las ideas y convicciones que cada profesor asume como propias “en relación a la materia objeto de enseñanza, y por lo tanto violaría la libertad científica cualquier predeterminación de esos conceptos o ideas”. Y a ello se suman las decisiones pedagógicas.
Bajo estas ideas, sectores partidarios opositores a Galli primero y autoridades y claustros de la Universidad luego criticaron con dureza al Intendente y repudiaron sus dichos, incluso pidiendo que se retracte.
Con la bandera del Frente de Todos, César Valicenti, Mercedes Landívar, Liliana Schwindt, Einar Iguerategui, entre otros repudiaron y criticaron las palabras de Galli. Más tarde también lo hizo la dirigente del FIT, Yessica Almeida. Horas después, desde el gremio docente Adunce y luego una decena de grupos de investigación, agrupaciones, juntas departamentales, mutuales, obras sociales, entre lo más destacado, publicaron un comunicado expresando rechazo por los dichos e instando al jefe comunal a que se retracte.

Al cruce salieron otros funcionarios municipales, militantes y personas cercanas al jefe comunal para defender el concepto adoctrinamiento, por citar un caso real en un parcial para responder sobre “Gestión Sanitaria” tal como expresa la cátedra de la carrera de Enfermería.
El mismo Valicenti, quien halagó a Galli el lunes, el sábado le dijo que “hay instituciones en la ciudad que no están dispuestas a subordinarse por miedo, por dinero, ni por imposición política”. Toda una foto del momento político que atraviesa la ciudad. Un abismo ideológico.
La sospecha de la oposición -incluso Valicenti lo reconoce en su posteo- es que Galli respondió, de esta manera, a los dichos prácticamente partidarios de Trebucq al momento de responder un proyecto presentado durante la semana de la Juventud Pro que denunció “abandono” del edificio de la Facultad en avenida Pringles.
Estuvo en el HCD, se sentó en el lugar de la secretaria Arregui y además de leer un comunicado dijo que coincidía con los autores del proyecto para “poder empezar a cambiar esto, porque cambiamos el paradigma de caer en la universidad pública a la de reconstruir la universidad pública”.

Lo concreto es que el eje, otra vez, se corre y bastante: ni la obra por la ampliación de la Facultad se reactivó, ni los vecinos tienen solución por su reclamo de un médico permanente en las localidades. Y las dos situaciones tienen razones entendibles, pero todo va tan rápido…que a veces se pierde en la discusión. Lo dejamos acá porque, como ustedes saben, probablemente esta historia tenga más capítulos. Lo decimos por experiencia.
Las TUVI tuvieron su sesión especial

¿Ven por qué lo decimos por experiencia? Al lío por el programa de vivienda Tuvi le faltaba al menos un par de capítulos más, y el primero de ellos se dio el lunes con la sesión especial.
Llamativamente -muy llamativamente- hubo trabajadores en el lugar pidiendo -cartel mediante- “basta de persecución política” y que si paraban la obra por 10 días, ellos no iban a cobrar. Dialogaron con los concejales de todos los bloques y se trataron de acercar posturas. “Más allá de que dicen que nos tienen que pagar igual, está claro que si paramos no cobramos” dijo uno de los trabajadores y que esa situación los obligó a asistir a la sesión especial.
Lo concreto es que críticas hubo, y muchas, al sistema de construcción, a la empresa encargada de la obra, a los materiales con los que se realizan los trabajos, entre tantos etcéteras. Ya lo contamos en ediciones anteriores, y todas las críticas opositoras rondaron entre las irregularidades del expediente, y lo mencionado anteriormente.

Tras una dedicatoria a este newsletter (¡oficialistas!) también se hizo énfasis en la “improvisación” de la gestión con este programa y Maximiliano Wesner cargó con dureza y dijo que “en siete años no entregó ni una vivienda municipal”.
Guillermina Amespil, del oficialismo, logró lo que hacía mucho no se veía: una defensa al Ejecutivo más sólida, con otros argumentos e incluso, con alguna chicana que bien podría graficar la semana entera. Es cierto que está bien que la política esté en el tema -justamente, es una política de Estado Municipal- vamos a tomarnos el atrevimiento de corregir a la edil y señalar que la denuncia estuvo orientada a que “la política partidaria metió la cola” en el tema y acusó a la oposición de “embarrar” la cancha.

Dijo que el expediente estaba disponible desde el año pasado, que decir que está “mal hecho” es cargar contra trabajadores municipales, y que Ferraro no iba porque estaba donde tenía que estar, en la recorrida con los adjudicatarios (que se concretó martes y miércoles). “No hay otro plan de viviendas en Olavarría, ni Nación ni Provincia están generando nada. Son los olavarrienses los que van a vivir en estas casas y son olavarrienses los que trabajan. ¿Cómo vamos a suspender una obra?”, dijo.
Lo concreto es que los planes no salieron tal como se esperaba para el Frente de Todos. Hubo al menos un proyecto en el que quedaron acorralados esperando un “gesto” de Juntos que impuso su mayoría sin piedad: hubo acuerdo en un pedido de informes sobre la calidad de los materiales, en agregar una “adenda” a los convenios para que sean 100% válidos ante la ordenanza macro. Esto último incluso se puede leer como un reconocimiento de un error técnico. Y …
Llegó el desacuerdo. El Frente de Todos fue con una propuesta alternativa a la de suspender la obra 10 días. Ante el diálogo con adjudicatarios y también con los empleados de la empresa, se decidió modificar el proyecto y, en vez de pedir la suspensión, solicitarían al Ejecutivo que autoricen el ingreso de los adjudicatarios con un profesional calificado.
Entendiendo que al modificar la propuesta de suspender conseguirían el apoyo de los concejales oficialistas, el Frente de Todos apostó a que no tendría que votar el proyecto original… salvo por un detalle: el oficialismo tampoco acompañó la modificación y hubo que votar el proyecto original. ¿Resultado? Rechazado… por unanimidad. Una curiosidad que sorprendió a propios y ajenos.
Tras la sesión -que dejó otra vez un abismo en un tema político entre oficialismo y oposición- los adjudicatarios pudieron visitar la obra y sacarse todas las dudas, según lo expresado por Julio Ferraro, que ante los medios evitó meterse en los temas “polémicos” del plan de vivienda y enfatizó siempre en la necesidad de llevar tranquilidad a los adjudicatarios.


¿Las viviendas? Como ya dijimos, no somos expertos para opinar si lo que se está haciendo está bien o está mal. Hubo adjudicatarios que se fueron conformes, otros no tanto, e incluso hubo algunos molestos porque denunciaron que “ya se tapó todo y no sabremos hasta que no nos den la llave”. Lo concreto es que, en este tema, pareciera que solo resta esperar que llegue ese día, el de la entrega de las llaves para las viviendas industrializadas del Tuvi. ¿Habrá más con sistema de construcción wood framing?
El Secretario responde

El jueves hubo sesión ordinaria del Concejo. Antes de que Trebucq se sentara en el estrado, esa silla ya había sido cedida a alguien más: el secretario de Gobierno, Hilario Galli, brindó el llamado “informe de gestión” y respondió u-na-por-u-na más de 130 preguntas de los concejales del Frente de Todos (que mandaron más de 100), de la UCR (que aportó unas 20) y de Ahora Olavarría (que envió 3 preguntas).
No nos vamos a referir directamente al contenido de las respuestas porque la verdad es que en cuatro horas de exposición hubo de muy variados temas, algunos de estricta actualidad y otros de interés de los concejales. Requeriría muchos párrafos puntualizarlo. Ahora, ¿respondió lo que se le preguntó? Claro que sí. Y, claro que no. Al menos ni sí ni no de forma tajante.
Y en este punto, cabe señalar que la normativa que habilita y organiza este mecanismo deja mejor parado al Ejecutivo que al Legislativo. Para la oposición se requiere de más ingenio poder dejar en evidencia al funcionario. Ya que, en primera instancia, los que se exponen son los que preguntan, los que tiran la primera piedra si se quiere, y además no pueden tirar la segunda: no está en sus posibilidades repreguntar ni intervenir de ninguna forma durante la exposición.

Hilario aprovechó la ventaja y quedó muy bien parado: dejó un mensaje para el Legislativo, chicaneó y hasta devolvió alguna que otra piedra. Habló de “diálogo”, lo que enojó al Frente de Todos, le dijo a los concejales que “se generan discusiones estériles y se buscan problemas donde no los hay” y dejó entrever una acusación de que no llevan “tranquilidad” a los ciudadanos. La presidenta del interbloque respondió después en sus redes: acusó al secretario de “hablar de algo que no existe” y retomó sus críticas por la falta de respuesta a los pedidos de informe.
Antes de responder las preguntas, Hilario Galli dejó otro mensaje más: les hizo notar a los concejales que las respuestas para algunas consultas eran “información pública”, o “los datos están en Gobierno Abierto” o pueden ser consultados “en el RAFAM”. Vamos a señalar en este punto, que se entiende que había preguntas que encerraban intenciones de que el secretario “pisara el palito” y otras que buscaban dejar sentadas posiciones de quienes las preguntaban. Pero también hubo algunas que sólo dejaron expuestos a los autores: hasta un simple googleo hubiera alcanzado para encontrar la respuesta.

