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Dos novelas que nos interpelan de la mano de Schweblin y Sosa Villada

Son inquietantes, tienen una voz propia y mucho para contar. En esta oportunidad, hablamos de Distancia de Rescate y Las malas.


La semana pasada desde ¿Qué leíste hoy? y Librería El Puente hablamos de un universo de escritoras que se instalaron en distintas partes del mundo sumando lectores y lectoras.

 

Este marcado interés por las voces femeninas se da en un contexto social y político de lucha por la igualdad de derechos de las mujeres y disidencias, de visibilización y reivindicación.

 

En esta oportunidad, vamos a recomendar obras de Samanta Schweblin y Camila Sosa Villada.

 

Distancia de rescate – Samanta Schweblin

(Penguin Random House Grupo Editorial)

 

Schweblin nació en 1978 en Buenos Aires, donde estudió cine y televisión. Actualmente reside en Berlín, donde escribe y dicta talleres literarios.

 

“Tengo que irme de acá, pienso. Eso es todo lo que pienso mientras la veo cerrar con dificultad la puerta del coche con la punta del pie, y caminar hacia la casa con mi hija a cuestas. Se tensa la distancia de rescate y el hilo que nos ata me pone a mí también de pie”.

 

La novela cuenta la historia de Amanda y su hija Nina, durante unas vacaciones en un pueblo rural de nuestro país. Una madre obsesionada con proteger a su pequeña todo el tiempo, a tal punto, de calcular la distancia de rescate necesaria para salvarla de cualquier peligro.

 

También es la historia de Carla y su hijo David, un niño que sufrió una intoxicación debido al veneno que se expande en muchos campos de cultivos.

 

La novela transcurre en el diálogo entre David y Amanda. Una conversación que busca todo el tiempo “llegar a lo importante”, un encuentro entre la vida y la muerte.

 

Es la historia de un pueblo que esconde a sus hijos monstruos y ¿no acepta? ¿ignora? ¿oculta? la magnitud de la catástrofe.

 

 

Las Malas – Camila Sosa Villada (Tusquets Editores)

 

Camila Sosa Villada nació en 1982 en La Falda, Córdoba. Fue prostituta, mucama por horas y vendedora ambulante. En 2009 estrenó su primer espectáculo unipersonal.

 

“El cielo de las travestis debe ser hermoso como los paisajes deslumbrantes del recuerdo, un lugar donde pasar a la eternidad sin aburrirse”.

 

Camila llega desde su pueblo al Parque Sarmiento en Córdoba capital. A partir de ahí, surge un relato crudo, seductor y exquisito. El desfile de personajes es tan atrapante como la “complicidad de huérfanas” del resto de las travestis que adoptan a la recién llegada.

 

Las Malas, es una ficción con pinceladas autobiográficas, personajes mágicos, descripciones crudas y un lenguaje propio. “A las travestis no nos nombra nadie, salvo nosotras”, dice la autora como personaje.

 

La novela es dura y deliciosa a la vez. Es interesante dejarse llevar por la Tía Encarna y su hijo, El Brillo de los Ojos, Los Hombres sin Cabezas, María la Muda convertida en pájara, la Machi Travesti. El cuerpo como Patria y como un personaje más de ese aquelarre.