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“Vas a aparecer con la obra prendida fuego”: Qué dice el fallo que condenó a referentes de la Uocra

Central de Noticias accedió a la sentencia emitida en el mediodía de este martes, que fundamentó las penas por “extorsión” y “asociación ilícita”, en hechos que tuvieron como víctima a empresarios locales.


“Adoptaron como ‘modus operandi’ el despliegue de maniobras extorsivas contra empresarios del sector de la construcción obligándolos a poner a disposición del gremio sumas dinerarias”. De esa manera el juez Joaquín Duba, del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Azul, puso en palabras el accionar de tres referentes de la Uocra local, que en el mediodía de este martes fueron condenados a distintas penas tras ser hallados culpables de diversos ilícitos en lo particular, pero todos en común la vinculación a una “asociación ilícita” a la que se le endilgan varios hechos de extorsión.

 

Central de Noticias accedió a la sentencia y de esa manera pudo ver los fundamentos y las partes más interesantes del escrito que se extiende por más de un centenar de fojas. La primera cuestión que se aborda, y a la par descarta, es en cuanto a la nulidad del procedimiento realizado el 2 de agosto del 2018 que derivó en la captura de Luis Daniel Conrado, pero también a partir de ahí la investigación que avanzó sobre las prácticas extorsivas desde la Uocra hacia empresarios locales, todo por el hallazgo de una importante suma de dinero en efectivo en poder de quien entonces era el Secretario de Finanzas del Sindicato de la Construcción local.

 

 

Resuelta esa cuestión, cuyo fundamento está en las resoluciones previas al inicio del juicio, se avanza en esa secuencia que se inició sobre Moya entre Dorrego y Belgrano, donde un grupo de agentes intentó identificar a Conrado, quien intentó huir y fue finalmente interceptados sobre La Pampa y Pelegrino, donde inclusive buscó escapar corriendo y se trenzó a golpes con los efectivos de seguridad. “Che pibe dejame ir y te llevas una parte de toda la guita que tengo en la mochila… dale que te conviene”, fue la última carta que se jugó buscando coimear a un policía.

 

“Doy pleno valor a los testimonios de que he hecho mérito, por no existir ni advertir nada que los haya influido, ni circunstancias que me permitan suponer un apartamiento de la verdad”, fue lo que concluyó Duba al evaluar los testimonios tanto de los policías que lo persiguieron e interceptaron, como aquellos que llegaron en apoyo e inclusive los testigos de toda la secuencia y posterior requisa sobre el camión y pertenencias de Conrado. En ello se erigen las imputaciones por “resistencia a la autoridad”, “lesiones leves agravadas por tratarse las víctimas miembros de las fuerzas de seguridad” y “cohecho”, todo en concurso real de acciones.

 

Extorsiones y Asociación Ilícita

 

El origen del dinero hallado en el interior de un sobre a nombre de Uocra y con la palabra “agosto” en alusión al mes corriente dio lugar a todo tipo de averiguaciones por parte de la fiscal Viviana Beytía, en turno por aquel entonces. Vale recordar que durante el juicio la parte acusatoria fue liderada por la fiscal azuleña Laura Margaretic.

 

“Adoptaron como “modus operandi” el despliegue de maniobras extorsivas contra empresarios del sector de la construcción obligándolos a poner a disposición del gremio sumas dinerarias en concepto de pago de cuotas fijas de entre 2500 a 5000 pesos a cambio de no obstaculizar sus labores”, se completa la cita aludida previamente. En la continuidad de ese párrafo se ubica a Roberto D´Amico en “calidad de jefe organizador de dicha empresa criminal”.

 

“Dos integrantes recaudadores y bajo las órdenes y conducción del jefe organizador”, sintetizó Duba la “asociación ilícita” y el rol de cada uno de los acusados

 

Mientras tanto, según avanza ese mismo apartado, refiere a Walter Brun y el mencionado Conrado como “los captores de los damnificados, tarea que realizaban en forma personal recorriendo las obras y empresas con pleno conocimiento del carácter ilícito de la maniobra”.

 

Los hechos fueron ubicados entre enero de 2014 y agosto de 2018. “Un día vas a aparecer con la obra prendida fuego, no te vamos a dejar tranquilo”, relató una de las víctimas la manera en la que lo amenazaban para exigir este tipo de dádivas. A cambio, no solo garantizaban la continuidad de las obras, sino también avisar con anticipación la realización de inspecciones por parte del Ministerio de Trabajo.

 

Cada una de los damnificados declaró en las audiencias y no sólo dieron cuenta de las extorsiones, sino también de los “consejos” para poder costear estas dádivas. Tal es así que uno relato que le “dijeron que no debía tener a todos los empleados en blanco, que podía tener solo algunos y así tener menos carga social y con ello aportar a la UOCRA”.

 

“Miente sin criterio y sentido alguno”

 

El juez azuleño ponderó y valoró cada uno de esos dichos y su correlato en las evidencias recabadas en la instrucción. Todo lo contrario sucedió al momento de merituar las palabras de los imputados. El primero en ser aludido fue Conrado, quien declaró en tres ocasiones, dos de ellas durante la investigación y, la restante, durante el juicio. “Miente sin criterio y sentido alguno”, enfatizó Duba.

 

Similar fue lo dicho sobre la declaración de Brun, “no resulta veraz”, sintetizó. A quien dedicó un apartado mucho más extenso fue a Roberto D´Amico, a quien se lo acusó y condenó también por allanamientos posteriores en los que se incautaron varias armas de fuego, algunas consideradas “de guerra”, y una importante suma de dinero en efectivo, tanto en moneda nacional como extranjera. “Ningún valor le doy a sus dichos, ya que se dedica a intentar explicar y dar una versión increíble sobre que el dinero del portafolios hallado en el baúl del automóvil de la UOCRA era debido a que como había sufrido un robo en su propiedad y podía ahorrar bastante lo dejaba allí para protegerse, abundando luego en detalles intrascendentes del manejo del gremio, todo lo que en nada lo beneficia o le resta responsabilidad en los hechos que le he endilgado y sobre todo, le atribuyeran los Secretarios de Organización y Finanzas, Brun y Conrado”, expresó.

 

 

Antes de pasar al monto de las penas consideró “como atenuante únicamente respecto de Roberto Omar D´amico”, por el hecho de no poseer antecedentes. No obstante, el Secretario General también fue destinatario de uno de los agravantes por “la cantidad de armas encontradas en su domicilio -seis en total-, muchas de ellas cargadas lo que aumenta la potencialidad dañosa”. Asimismo, a los tres se les consideró también como agravante “la extensión del daño ocasionado en relación al tiempo que duraron las contribuciones ilícitas”.

 

Con ello se llegó a las penas, por un lado, de 9 años y 9 meses de prisión para Roberto D´Amico por los delitos de Jefe Organizador del delito de Asociación ilícita y coautor de los delitos de Extorsión -dos hechos- y Extorsión en grado de tentativa -un hecho- todos en concurso real;  autor penalmente responsable de los delitos de Tenencia ilegítima de armas de fuego de uso civil sin la debida autorización legal y Tenencia ilegítima de armas de fuego de guerra sin la debida autorización legal, en concurso ideal entre sí, a su vez todos en concurso real.

 

Conrado, por su parte, recibió la pena de 8 años y 4 meses de prisión como autor penalmente responsable de los delitos de Resistencia a la autoridad, Lesiones leves agravadas por tratarse las víctimas miembros de las fuerzas de seguridad y Cohecho en concurso real; y coautor de los delitos de Asociación ilícita, Extorsión -dos hechos- y Extorsión en grado de tentativa -un hecho- en concurso real, todos a su vez en concurso real. Por último, Walter Brun fue condenado a 6 años y 10 meses de prisión por resultar coautor de los delitos de Asociación ilícita, Extorsión -dos hechos- y Extorsión en grado de tentativa -un hecho- todos en concurso real.