Con las estrategias a la vista
La llegada del presidente Fernández en medio de un escándalo: dos semanas seguidas con su comportamiento en la cuarentena sobre el tapete. Los caminos que eligieron y ya muestran las listas locales de Juntos para estas PASO.
Extracto del newsletter Volver a las Fuentes, donde se puede acceder y suscribir acá. Por Alexis Grierson y Josefina Bargas.
Alberto y compañía
Y así, como quien no quiere la cosa, vino Alberto Fernández a la ciudad. Tras la trunca llegada de Axel Kicillof de la semana pasada, también se tomó revancha. Pero además, vinieron el Ministro del Interior, Wado De Pedro, el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el ministro Andrés “Cuervo” Larroque, la diputada Cristina Álvarez Rodríguez, y prácticamente toda la dirigencia de primera línea de la Séptima Sección.
¿El dato de color? La campera verde del intendente de Roque Pérez, Chinchu Gasparini. Pasan los años, pero siempre logra llamar nuestra atención.
¿La ausencia con brillo? La del intendente Galli. Entre idas y vueltas de si fue invitado o no, voceros señalaron que tenía un compromiso previo y que se iba de la ciudad antes del acto, incluso. Nadie asistió en representación de la Municipalidad.
Fernández venía a presentar la ley de Zona Fría en Olavarría, y la verdad, con el frío que pasaron, nunca fue tan atinado: entendieron todas las razones de sumar a Olavarría a la zona fría con el fresco que hacía en el Parque “Senador Lara”, con San Martín de fondo. ¡Hasta Massa se abrigó en vivo para enfatizar la cuestión! Liliana, solidaria a su lado, lo ayudó a ponerse la campera en pleno placo.
Y además, el Presidente llegó en medio de un fuego que lo tenía como principal foco de críticas y no era para calmar tanto frío local. Casi 24 horas antes, una foto de una celebración de cumpleaños de su esposa en 2020, Fabiola, en plena cuarentena estricta, atacó al corazón de la gestión en la pandemia. Más en momentos donde comenzó a discutirse cómo salir de esta etapa tan compleja para el mundo entero.
Pero en el medio, hubo mucha tela para cortar. Mucha. Desde el “¡Hola Comandante!” de Axel a Bali Bucca, hasta los poderes de Sergio Massa para tirar, esta vez, un vaso de agua. Lo más divertido fue, claro, lo que siguió: “No pasa nada, Wado” le dijo Massa sonriendo, recordando el cantito que le hizo La Cámpora dando cuenta de “los traidores que se van con Massa”. Ante el pedido insistente de limpiar el lugar, Massa llevó tranquilidad con otra de sus frases: “no pasa nada, he hecho cosas peores”. No dio puntada sin hilo.
Los oradores previos a Fernández pasaron por un variopinto de declaraciones, valoraciones y puntos en común que iban desde el motivo del acto en sí (la Zona Fría) hasta la campaña. Quizás, a la conclusión que se llegó fue algo más allá de la coyuntura del momento y la famosa foto: incluso, casi que pidieron dejar de discutir la foto si o la foto no para discutir ideas, puntuales, de cara hacia la salida de la pandemia. Es una especie de doble mensaje, ir hacia adelante es avanzar como una sociedad que se recupera para estar mejor, y es también no apostar a lo que ya pasó, la gestión anterior. Como debate político es muy interesante -y quizás lo que se necesita- pensar en serio el futuro del país post-pandemia, que no será un país fácil. La coyuntura, igualmente, se llevó puesto todo.
Tanto se llevó puesto todo, que asesores y funcionarios de comunicación de Presidencia comentaron, asombrados, que fue la transmisión “con más vistas desde que hacemos este tipo de actos”. Es decir, todas las miradas se posaron en lo que diría Alberto sobre la famosa foto.
El discurso más interesante, paradójicamente, lo dio Liliana Schwindt, que aprovechó la localía para explayarse en todo el trabajo que llevó declarar la Zona Fría, se acordó de todos los que participaron en el proceso, valoró la figura de Máximo Kirchner como mediador para que la propuesta saliera adelante, y dejó dos datos interesantísimos en materia electoral.
Le prometió “dos senadores” al gobernador Kicillof “para que pueda gobernar con libertad y no lo extorsione la oposición”. Básicamente, le prometió la victoria en la Séptima Sección. Pero además, valoró el rol de César Valicenti, Federico Aguilera, Guillermo Santellán, incluso Eduardo Rodríguez, como un frente que se encuentra unido en la ciudad y también en la Sección. Destacó a Maximiliano Wesner, “un hijo de la ciudad” y dejó el dato político más fuerte: “estamos con el comercio, la industria y con el campo”.
Del casi perdón al balance de la pandemia
Alberto no pidió disculpas. Pero sí dijo que lo lamentaba y que no iba a volver a ocurrir. Su respuesta ante el escándalo incluyó a las acusaciones de la semana pasada.
Contextualicemos un poco. Hace dos semanas que el Presidente es el blanco de las críticas de la oposición y ciertos medios de Buenos Aires. En este inicio de campaña se eligió ubicar en el centro el comportamiento del mandatario durante la cuarentena más estricta. Primero mediante la difusión de los nombres de todas las personas con quienes mantuvo reuniones. Y segundo, con la foto del cumpleaños de Yañez.
Mientras la primera piedra arrojada terminó dando en el blanco equivocado -y hasta rebotando-, la segunda acertó de lleno. Alcanzó una imagen para dejar cuestionada toda palabra del mandatario y hasta su autoridad: la foto del cumpleaños en julio de 2020 mostró a Fernández incumpliendo lo que había ordenado que todos cumpliéramos. Estuvo en una reunión de carácter festivo, con más personas de las permitidas y sin cumplir las medidas de prevención sanitaria. Y se sacó una foto. ¡Cantó bingo! Groserísimo error, digno de un principiante en la política. Más de un año estuvo esa foto guardada esperando para su difusión masiva. Y llegó el momento para jugar esa carta.
Dicen que la noche anterior al viaje a Olavarría Fernández definió lo que diría en el acto. Y que en el trayecto el tema se habló con quienes lo acompañaron. Es claro que hacia el interior del Frente de Todos básicamente se lo querían comer crudo. Muchos incluso ven allí una potencial pérdida de votos. La intención de Fernández fue asumir la responsabilidad. Dijo que fue “un error”, habló del “vértigo” de las reuniones sucesivas de esos días y afirmó que el festejo lo organizó su “querida Fabiola” quien “convocó a sus amigos”, palabras cuidadosamente elegidas, “debí haber tenido más cuidados, que evidentemente no los tuve”.
Después hubo críticas porque se interpretó que ese pasaje de la explicación buscaba correr a Fernández de la responsabilidad y ubicarla sobre su pareja. Desde el Ejecutivo nacional rechazaron esa posibilidad: Cafiero primero y el mismo Fernández después, dejaron los piedrazos sobre la figura del presidente. “Gran coraje” dijo unos minutos después a la prensa Axel Kicillof para referirse a lo que había dicho el presidente. No quiso explayarse mucho sobre el tema -de hecho nadie del Frente de Todo quiso hacerlo- aunque agregó que “no hay que ser hipócrita” para apuntarle a la oposición.
Con aplausos terminó este pasaje del discurso el presidente en el parque en Olavarría. Pasó a hablar de la gestión de la pandemia, a marcar diferencias con el macrismo en términos de modelo económico (modelo financiero vs modelo productivo, sería), se refirió a la política de medicamentos para jubilados, a las tarifas de servicios públicos, del Impuesto a las Ganancias, la ley de Zona Fría, el Aporte Solidario de las Grandes Fortunas, la compra de vacunas contra el Covid. Con ello planteó la mirada al futuro –“la Argentina que soñamos”– y se refirió a indicadores económicos positivos y a los sectores que “están primeros en la fila” de necesidades. “Yo no me hago el distraído con nada. Ni de las cosas que se me pasan por alto y a veces hago mal, ni de las necesidades que cada argentino y cada argentina tiene” cerró uniendo los temas.
Abrazos, fotos, cánticos a favor. Pocos minutos después Alberto Fernández había abandonado Olavarría.
Un bonus track local del acto: mucha gente de nuestra ciudad se admiró y valoró positivamente la forma en que se mostró el entorno del monumento a San Martín en la transmisión oficial de Casa Rosada. Son personas que en general no siguen estas transmisiones ni tampoco siguen al detalle la política partidaria nacional. Esto puede usarse para confirmar que es cierto que el tema de la foto de cumpleaños pegó muy fuerte: llevó a muchos que habitualmente no siguen este tipo de actos a prestar atención al discurso del presidente y a todo lo que lo rodeó.
¿Otra foto que habló y dejó otra vez al Presidente en el centro de la escena? Bueno, anoche, cuando pensábamos que los temas de VAF ya estaban cerrados vino la realidad a reafirmar que acá nadie se aburre. Una imagen de Fabiola Yañez en el acto de ayer en Misiones lanzó rumores de un embarazo. Con ello Alberto Fernández se mantiene en el centro de la escena (de la agenda mediática en realidad), pero esta vez con un tema muy diferente. Hasta ahora, lo mejor fueron los memes en las redes. Esperaremos la palabra de Dylan. ¿Que todo esto es una distracción? ¿Que por eso lo del plan Qunita 2 y la reglamentación de la Ley de los Mil Días?
Recorrer, caminar y dialogar
Esa es, palabras más, palabras menos, la campaña de “la lista de Galli”: mucha caminata, mucha recorrida, diálogo con diversos sectores y una campaña más territorial por fuera de las actividades grandilocuentes o con importante visibilidad. Una instalación paso a paso.
Ojo, falta una semana para que finalice la posibilidad de que los oficialismos puedan inaugurar/recorrer obras orientadas al proselitismo … en ese sentido, el Intendente Galli y los precandidatos se encargaron de dejar bien en claro que se está haciendo. Vengan de donde vengan los fondos.
A su vez, Diego Robbiani (junto con el jefe comunal) intensificaron la campaña por la Séptima: la foto más fuerte, quizás, fue la que realizaron en un frigorífico de Azul. Para señalar la buena relación entre las dos ciudades, Galli destacó que desde Olavarría se “aportarán muchas cabezas de ganado”. Teniendo en cuenta que es un proyecto aún por desarrollar en Olavarría, resultará evidente (e interesante de ver) un posible acuerdo para que los productores locales del rubro no pierdan a la hora de producir y vender en las góndolas de la ciudad.
Mientras tanto, hubo importantes recorridas por la zona céntrica de la ciudad, charlando con comerciantes y vecinos. “Nos chocamos con el radicalismo que está haciendo el mismo trabajo, la calle está tensa” reconoció un dirigente el sábado después de comer. Una valoración similar del ánimo de los olavarrienses nos habían comentado días antes desde la dirigencia del Frente de Izquierda.
La variante de esta semana fue el “banderazo del Colo” que precandidatos, dirigentes y militantes realizaron en toda la Provincia. En Olavarría, con una importante participación de adherentes, se realizó en el cartel de ingreso a la ciudad (que por cierto, empezó a adjuntar más elementos como pasó con el cucú: un caballo, tractores…y etc).
El radicalismo no se quedó atrás: con anclaje en Alejandro Cellillo (que estuvo en la ciudad nuevamente y desde que se lanzó la campaña tuvo una importante presencia) el dato sobresaliente es la incorporación (¿y fumata blanca?) de Franco Illescas a la campaña. Se lo vio en fotos con el precandidato Matrella, Cellillo y otros dirigentes, ratificando como mínimo una tregua y un “ordenamiento” en la tropa de cara a lo que viene.
También confirmaron las recorridas por el centro y los barrios aledaños de la ciudad, con el dato de que “hay buena recepción de Manes” y confirmaron, también, algunos pequeños chispazos con el sector Pro: “justo vienen a recorrer los mismos lugares, era inevitable algún comentario” dijo entre risas el consultado. Nada que pase a mayores, tranquilos.
Un extracto
Estos temas, y otros más de la actualidad del ámbito político local, se publicaron en la edición de este domingo del newsletter Volver a las Fuentes –en esta edición, “Algunos ya pusieron toda la carne en el asador” – que escriben semanalmente Alexis Grierson y Josefina Bargas.
La publicación es gratuita, sale todos los domingos a la mañana. La edición completa acá y la suscripción está abierta aquí.