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El informe anual de tránsito del municipio bajo la lupa

Por Marcos Pascua (*)


El día jueves se publicaron en la página del municipio las cifras de los siniestros viales del año 2020 en la ciudad, relevamiento que realizó la Dirección de Acción y Control Urbano.

 

Según los datos publicados durante 2020 se produjeron 754 siniestros viales, de los cuales 382 (70%) dejaron personas heridas.

 

 

Los automóviles: protagonistas centrales

 

En la mayoría de los siniestros estuvieron presentes los automóviles, participando del 59,2% de los siniestros promedio, siendo el mes de junio donde menos involucrados se vieron con un porcentaje del 47,4%, llegando a valores máximos en septiembre con una incidencia del 65,5%. Los automóviles son los vehículos de mayor presencia en el parque automotor, por eso es lógico que se encuentren presentes en la mayoría de los siniestros.

 

Víctimas

 

De los 382 eventos con heridos, la cantidad de personas que ingresaron al Hospital fueron 465. Analizando estos datos, tenemos que el 2,9% corresponden a peatones, 12,2% bicicletas, 52,4% motos, 31% autos y 1,5% a transporte pesado.

 

Además, se refleja un aumento considerable del porcentaje de heridos en motocicleta, pasó de un 30% del total de los heridos en 2019 a un 52,4%, debido al aumento de la circulación en pandemia de motovehículos, mayor cantidad de deliverys, por las características de la situación vivida en el año pasado donde el mayor porcentaje de heridos de ese tipo de vehículos se observa en los meses de abril y julio.

 

La moto es uno de los vehículos que más expuesto deja a quien conduce, a diferencia del auto, no cuenta con una carrocería que absorba la energía del impacto en caso de un siniestro, lo que aumenta las probabilidades de que la persona que conduce la moto sea un herido grave o a en muchos casos una víctima fatal.

 

Además, se informó que los fallecidos del año 2020 fueron 12 personas (2 en ruta, 7 en zona urbana y 3 en caminos rurales).

 

 

Distribución mensual

 

Diciembre fue el mes con más siniestros registrados con 85, luego aparecen febrero y noviembre con 72 y en tercer lugar septiembre y octubre con 65, lo que muestra como la movilidad fue siguiendo el ritmo de las restricciones a la circulación. A medida que se flexibilizaron las restricciones, mayor cantidad de movimiento en las calles, mayor cantidad de siniestros.

 

Distribución zonal

 

La mayor cantidad de siniestros se dieron en la zona de microcentro y centro, lo que responde claramente a la movilidad de nuestra ciudad, con una concentración de actividades en la zona céntrica, en el caso del año pasado se registraron allí el 36,3% de los siniestros. Las calles con mayor cantidad de colisiones fueron Alsina con 20, Rivadavia con 19, Lamadrid con 17, Necochea con 16 y 25 de mayo con 15.

 

Barrio Luján es quien le sigue en cantidad de siniestros, el 11% se dieron en esta zona siendo Urquiza y Bolívar y Urquiza y Sargento Cabral las intersecciones con más colisiones. Pueblo Nuevo y Mariano Moreno son los barrios que continúan con el 8% y el 6% de los siniestros respectivamente.

 

Avenidas

 

La avenida Colón es la avenida con mayor cantidad de siniestros registrados con 63, seguida por la avenida Del Valle con 58, Pringles con 41 y Urquiza con 40. En el caso de la intersección de Pringles y Colón es la que mayor cantidad de siniestros registra con 8 en total.

 

 

Franja etaria

 

Como sucede todos los años y es un reflejo de las estadísticas a nivel nacional, la mitad de los heridos fueron personas de entre 20 y 34 años, lo que responde a una falla en el proceso de obtención la licencia, como quien suscribe ha detallado en notas anteriores, no existe un proceso de concientización para conductores novatos, quienes muchas veces terminan aprendiendo a conducir luego de obtener la licencia. Esta falla del Estado, sumado a la falta de apego a las reglas y a la subestimación del riesgo que suele presentarse en las edades mencionadas hacen que sean los principales involucrados en siniestros.

 

Indicadores

 

Con estos números durante el año que pasó los indicadores fueron los siguientes:

 

  • 2,06 siniestros por día
  • 14,23 siniestros por semana
  • Tasa de mortalidad: 9,99 fallecidos por cada 100 000 habitantes
  • Tasa de morbilidad: 387 heridos por cada 100 000 habitantes
  • Tasa de siniestralidad: 627,53 siniestros por cada 100 000 habitantes

 

¿Cómo estamos respecto a otras ciudades?

 

La comparación resulta difícil porque las estadísticas en otros municipios son escasas, o no existen o son de difícil acceso, de lo poco que se puede encontrar se deduce lo siguiente:

 

  • Uno de los municipios que publicó sus datos fue Junín, que según un informe que se desprende de su Observatorio Vial, se produjeron 871 siniestros con heridos durante 2020. El rango etario de mayor participación en siniestros fue el de 31 a 60 años de edad. En más del 90 por ciento de los casos, las colisiones se dan en la intersección de calles y a plena luz del día.

 

  • Otro de los municipios que publicó en su página web la cantidad de siniestros ocurridos durante 2020 fue el de Bahía Blanca, de allí se obtiene que se produjeron 1590 siniestros viales, de los cuales 7 fueron fatales. Estos datos dan una tasa de siniestralidad de 512,75 siniestros cada 100 000 habitantes, menor tasa que la de la ciudad de Olavarría, en una ciudad que tiene más del doble de habitantes que nuestra ciudad.

 

  • Otros datos que se pudieron conocer fueron las víctimas fatales en siniestros viales en Mar del Plata y La Plata, con 28 y 33 fallecidos en siniestros viales durante 2020 respectivamente, lo que permite obtener en el caso de la ciudad costera una tasa de mortalidad de 4,27 fallecidos por cada 100 000 habitantes, mientras que para la capital de la provincia la tasa fue de 4,62 fallecidos por cada 100 000 habitantes. Todas ciudades con mayor población que Olavarría.

 

¿Por qué es importante la publicación de estadísticas?

 

La siniestralidad vial es uno de los mayores desafíos que enfrentan las sociedades modernas, afecta directamente a la calidad de vida de las personas y trabajar en ello es una tarea de que debe ser abordada en forma integral por quienes tienen responsabilidad en el tema desde el ámbito público, privado y también desde la sociedad, por eso el acceso a la información es fundamental para que se puedan diseñar en conjunto políticas públicas destinadas a la mitigación de los siniestros viales.

 

Conclusiones

 

Como se puede ver, no muchos municipios cuentan con esta información a disposición de la ciudadanía en general, por eso la publicación de este informe es un buen síntoma. Si bien las estadísticas presentadas nos dan un panorama de la siniestralidad vial en la ciudad, son incompletas debido a que no detallan puntos importantes como las causas de los siniestros y el tipo de impacto, dos puntos fundamentales a la hora de sacar conclusiones. Otro punto que no nos permite sacar conclusiones definitivas y certeras es que el año pasado fue un año atípico, pero de todas formas de lo presentado se puede sacar en limpio algunas cuestiones:

 

  • La avenida Colón presenta un gran problema, en su extensión desde Pellegrini hasta Ituzaingó tuvo al menos un siniestro por intersección, siendo el mayor punto de conflicto su cruce con la avenida Pringles, donde la confluencia de dos avenidas con mucha circulación, la velocidad a la que se circula y los cruces indebidos en el semáforo hacen que sea una intersección problemática. Puntos de conflicto a mencionar son las intersecciones de la avenida Colón con las calles España y Laprida, ambas semaforizadas.

 

  • La misma situación presenta la avenida Del Valle con siniestros casi en forma consecutiva desde Pellegrini hasta Brown. El punto más sensible de esta avenida es su intersección con la calle 25 de Mayo donde la falta de visibilidad es uno de los mayores problemas, ya que quien circula por la calle debe adelantarse exponiendo su seguridad para garantizar la correcta visión a la hora de cruzar la avenida.

 

  • Otra avenida conflictiva y de gran circulación es la Pringles, sobre la cual se circula a alta velocidad y en la que en los últimos días se han registrado siniestros por alcance, consecuencia de la circulación a gran velocidad. Esta avenida tiene varios puntos conflicticos, uno de ellos es su intersección con la calle Dorrego, similar a lo que sucede con la intersección de 25 de Mayo y Del Valle, falta de visibilidad. Otros puntos conflictivos son las intersecciones con Bolívar y con la avenida Del Valle, en la primera, la velocidad también se encuentra presente, debido a la intención de los conductores de querer llegar al semáforo antes de que se prohíba el cruce. Además, es una de las pocas calles con conexión directa entre el centro y barrio Luján debido a la presencia del predio del ferrocarril, como consecuencia de eso es que se concentran muchos de los vehículos que salen del centro. En el caso de la avenida Del Valle, esta última es una vía de gran circulación, debido a que es el camino de muchos vehículos que se dirigen o regresan de la universidad, de la escuela técnica, de las localidades vecinas o de trabajar en los diferentes parques industriales o fábricas que se encuentran fuera del casco urbano. El flujo de circulación diario que se suma a una intersección que no se termina de resolver debido a la presencia de una rotonda a metros de las vías del ferrocarril, en una zona de comercios que provoca en horarios pico embotellamientos recurrentes.

 

  • La avenida Urquiza también tiene puntos de conflicto en su intersección con la avenida Colón, donde se produjeron 5 siniestros el año pasado. Además, tiene problemas en su intersección con la calle Sargento Cabral, debido en gran parte también a la falta de visibilidad para cruzar por la calle sumado a la alta velocidad a la que se circula sobre la avenida. La intersección con Bolívar es otro punto de conflicto, donde sucede algo similar a lo que sucede en la intersección de Bolívar y Pringles.

 

  • Muchos de estos problemas, de circulación a gran velocidad, falta de visibilidad y falta de apego a las reglas se replican también en las calles céntricas, donde se produjeron la mayor cantidad de colisiones.

 

  • No sólo hablamos de las vías donde ocurren siniestros, en el caso de Brown, la vía que costea al parque es una calle de gran circulación donde el año pasado se registró una colisión. Es una calle en la que, por lo general, comparado con las otras vías se circula a menor velocidad, la inclusión del carril para bicicletas hizo que se estreche aún más, generando en el inconsciente de quienes por allí conducen que si circulan a gran velocidad pueden llegar a provocar un siniestro. Otro punto a favor es que no es recta en toda su extensión, como su diseño sigue el contorno del arroyo, genera un camino que en algunos casos es más bien serpenteante, lo que también obliga a disminuir la velocidad. Otro punto a mencionar, la rectitud de las calles de Olavarría, sin interrupción a la circulación, permite que se circule a altas velocidades.

 

  • Garantizar la visibilidad en los cruces más conflictivos, controlar la velocidad, dificultar la circulación a alta velocidad de los automóviles, estrechar carriles, generar espacios exclusivos de circulación para bicicletas y peatones, descomprimir las zonas de mayor circulación en los horarios pico puede ayudar a saltar este desafío que tenemos hoy con éxito. Y claro, educar, la educación vial es la base de todo.

 

Fuentes:

Informe siniestros de tránsito año 2020 (Municipalidad de Olavarría)

https://www.bahia.gob.ar/mapas/accidentes/

https://laverdadonline.com/en-junin-durante-2020-hubo-871-siniestros-con-lesionados/

https://www.lacapitalmdp.com/de-las-28-victimas-fatales-20-eran-motociclistas-y-solo-una-iba-en-auto/

https://www.eleditorplatense.com.ar/siniestros-viales-durante-el-2020-hubo-33-victimas-fatales-en-las-calles-platenses/ 

 

(*) Ingeniero Civil-Tesista en Seguridad Vial- Promotor Comunitario de Seguridad Vial