“Tenemos que preocuparnos solamente de jugar al fútbol”
Estefanía Palomar tiene tan sólo 18 años e integra el plantel femenino de Boca que ganó el primer torneo profesional de la especialidad. En diálogo con “Pasión Bostera” por Radio Universidad, valoró el título y la importancia del profesionalismo en la disciplina.
Ganarle a tu clásico tiene un sabor especial. Pero si le ganás una final por 7-0 y conquistás el primer torneo profesional de la disciplina, se multiplica por mucho más. Estefanía Palomar tiene tan sólo 18 años e integra el plantel campeón que el pasado domingo le ganó a River por goleada para conquistar el título.
Palomar dialogó a solas con el programa “Pasión Bostera” que se emite por Radio Universidad y catalogó la jornada del título como “una tardenoche soñada”. “En lo personal también, pude jugar mi primer superclásico así que todos los sentimientos a flor de piel”.
La pandemia impidió que Boca se consagre, en su momento, como primer campeón del futbol femenino profesional. Hubo revancha: “Para nosotras fue uno de esos objetivos que te ponés entre ceja y ceja. Nos habíamos quedado con el gustito amargo del torneo pasado de que no pudimos coronarnos campeonas en la cancha de fútbol. Pudimos demostrar que somos unas dignas campeonas”.
En este sentido, señaló que uno de los grandes motivos del campeonato fue tener “jugadoras con muchísima experiencia y jerarquía. Gracias a eso y un plantel largo, jugadoras que rinden en otras posiciones, se logró el objetivo. Ayer el partido fue con muchísima intensidad, cambio de ritmo, presión alta” indicó.
Todo cobra un mayor sentido, una mayor importancia, con una noticia que sacudió al mundo del futbol y generó una conquista de derechos histórica: el fútbol femenino de primera división en Argentina es profesional. Desde AFA se obliga a los clubes a tener un piso (alto) de contratos con las jugadoras que participen del torneo.
Para Palomar, una jugadora muy joven, se transformó casi en la “normalidad” dentro del ámbito. Y eso es una muy buena noticia: “Boca es una institución que desde el día que llegué con 16 años me brindó todo. Tenemos que preocuparnos solamente de jugar al fútbol. Es un plantel donde sus jugadoras están todas con contrato, tenemos utilería, todo lo que un equipo profesional tiene. En lo personal yo soy muy feliz”.
Además, destacó a otros planteles tales como UAI Urquiza “que incluso tuvo un recambio de jugadoras”, y también los de San Lorenzo y Platense.
Eso sí: en lo personal, se deshizo en elogios a su compañera de plantel, Andrea Ojeda. “Es una jugadora que a mí me transmite inspiración y motivación, la quiero y aprecio un montón. Compito contra ella por el puesto, pero no dejo de lado mi admiración hacia ella y tampoco me guardo nada cuando estoy con ella. Se lo digo y expreso siempre y me motiva a seguir superándome en lo personal. Es una piba de oro”.
En un mundo donde –aunque parezca difícil de creer- el fútbol femenino comienza a profesionalizarse en todo el mundo, los torneos internacionales también empiezan a cobrar valor: Palomar y todas sus compañeras tienen la cabeza puesta en el sueño de absolutamente todo el mundo: ganar la Copa Libertadores de América.