La Inseguridad Vial cuesta
Bienvenidos y bienvenidas a la última columna de Seguridad Vial del año, la próxima vez que nos leamos será en el 2021.
Por Marcos Pascua @Ma7c0s (*).
Si has seguido las diferentes publicaciones realizadas a lo largo de estos meses, habrás visto cómo se fue abordando desde distintas perspectivas la problemática de la Inseguridad Vial en nuestro país. En la última publicación se hizo hincapié en un plan donde algunas de las medidas mencionadas en las diferentes columnas fueron clasificadas y ordenadas, pero de lo que no hablamos, es cuánto dinero le demanda al Estado atender las consecuencias de los siniestros viales que ocurren en nuestro país. Porque después de todo, siempre hablamos de dinero ¿no?.
Los datos de los que vamos a hablar a continuación tienen base en un informe presentado en junio de 2019 por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) en el cual realizaron una estimación de los costos de la siniestralidad vial en Argentina a partir de las estadísticas de 2017.
Los costos se dividen en las siguientes cinco grandes categorías:
- Costos médicos
- Costos por pérdida de productividad
- Costos humanos
- Daños de la propiedad
- Costos administrativos
Los costos médicos son aquellos que resultan del tratamiento médico de las lesiones causadas por el siniestro vial, desde los primeros auxilios hasta las prótesis o adaptaciones del hogar si es necesario.
Los costos por pérdida de productividad es uno de los ítems más relevante y costoso en países como el nuestro. Estos cálculos hacen referencia a los ingresos que pierde la economía por la falta de uno o varios días a trabajar de las personas heridas en un siniestro vial, por declaración de incapacidad o por fallecimiento.
Los costos humanos son los más difíciles de calcular, ya que son los costos inmateriales del dolor, sufrimiento y penas generadas por la pérdida de la calidad de vida, o la vida misma. Este concepto puede incluir la pérdida de las expectativas y calidad de vida de las víctimas, y el sufrimiento de familiares y amigos.
Los costos de daños de la propiedad tienen que ver con el daño a los vehículos, las calles, rutas, avenidas, autopistas, etc., y la señalética. En general, el mayor costo en este concepto es el relativo a los daños a los vehículos.
Los costos administrativos son en general los costos de gestión de los servicios policiales, las brigadas de incendio, las cortes judiciales y los costos de seguros. En general, este componente tiene una baja representación dentro del costo total de un siniestro vial.
Ahora sí, ya sabés cuáles son las grandes categorías en las que se divide la estimación de costos, pero cuáles son los ítems que incluye cada una de ellas.
En el caso de los costos médicos se incluyen los costos de primeros auxilios y el traslado en ambulancia, costos de atención médica en guardia y de internación. En el caso de la pérdida por productividad, se tienen en cuenta las pérdidas por muerte prematura de la víctima, por lesión grave como consecuencia de la discapacidad subsecuente y por lesión leve. Para los costos humanos, se estiman a partir de extrapolar un valor estadístico de la vida (VEV) para víctima fallecida o herida gravemente. Para los costos del daño a la propiedad se utiliza como datos los pagos realizados por las compañías aseguradoras en conceptos de daños materiales. Finalmente, los costos administrativos se estiman a partir de un documento denominado “Guidelines for estimating the cost of road crashes in developing countries”. Estos son algunos de los ítems que se tienen en cuenta a la hora de realizar esta estimación, ahora ya sabés de dónde van a salir los números de los que vamos a hablar ahora.
¡A por ellos!
En 2017 se registraron 5.611 fallecidos, de los cuales 4.344 fueron hombres y 1.267 mujeres, 13.592 heridos graves, de los cuales 9.000 fueron hombres y 4.592 mujeres y 108.676 heridos leves, 71.712 hombres y 36.964 mujeres.
En conocimiento de los números que dejó 2017 ya tenemos las variables necesarias para nuestros cálculos, esto implica multiplicar los valores de cada categoría de costos por la cantidad de fallecidos, heridos graves y heridos leves. De esos cálculos es que se obtiene la hermosa tabla que se encuentra a continuación.
Analizando estos datos, podemos ver la relevancia de los costos humanos y de pérdida de productividad por sobre los demás, representando el 90,2% y el 9,2% respectivamente, mientras que los costos médicos representan el 0,1% al igual que los costos administrativos, mientras que los costos de la propiedad representan un 0,2%.
Para dimensionar los recursos que el Estado destina a la siniestralidad vial, en nuestro país en el año 2017, cada víctima fatal nos costó $30.551.793, cada herido grave $284.111, mientras que cada herido leve costó $3.375, es decir, en un siniestro con una víctima fatal, otra herida gravemente y una levemente representó un costo de $1.373.599. El total de los costos estimados fueron equivalentes al 1,7% del PBI.
¿Te acordás algunas de las medidas para mejorar la Seguridad Vial que mencionamos en las columnas anteriores?. Muchas son costosas, pero qué pasa cuando hacemos el equivalente a invirtier en Seguridad Vial lo que cada año se va en los costos de los siniestros.
Para ello vamos a hacer hincapié en tres medidas, una de cada categoría mencionada, tecnología en los vehículos, controles e infraestructura. Con el mismo monto que el Estado destinó a la siniestralidad vial se podría financiar el 50% del costo de la “caja negra” para las 21.000.000 de unidades que componen el parque vehicular de Argentina (2016), se podrían adquirir un total de 2.500 radares de los más modernos y aun así quedaría dinero para realizar 7365 kilómetros de carreteras 2+1. Esa inversión en Seguridad Vial se vería “amortizada” en el mediano plazo, debido a la disminución de las víctimas de los siniestros viales, las que ya vimos representan un costo muy alto para un país en desarrollo como el nuestro.
Por todo lo que hemos visto hasta aquí es necesario invertir en Seguridad Vial, porque las víctimas viales son evitables, los siniestros no deben ser normalizados y cada día desde nuestro lugar tenemos que trabajar para vivir mejor en comunidad.
Si leíste desde el principio, si te sumaste a la mitad, si compartiste las columnas, si debatiste, si sólo leíste una vez o si las leíste todas te agradezco mucho, espero que haya sumado al debate de la necesidad de replantear la movilidad y de cómo cada persona desde su lugar tiene derechos y obligaciones.
Una cosita más, si salís a la ruta en estas fiestas no salgas a correr, respetá las velocidades máximas, el señalamiento, tomate un descanso si es necesario, para que cuando levantemos las copas este fin de año no falte nadie y si vas a brindar con alcohol, no conduzcas, recordá que hacerlo es una responsabilidad y que te podés poner en riesgo a vos y a los demás.
¡Te deseo un feliz año!. Gracias Central de Noticias por el espacio.