Cannabis medicinal: “Que se permita el autocultivo es histórico”
Así lo expresó el Dr. Gastón Barreto, investigador de la FIO en relación a la aprobación por parte del Gobierno de una nueva reglamentación sobre el tema. Los detalles del nuevo Decreto.
El Gobierno dispuso con la publicación del Decreto 883/2020 en el Boletín Oficial una nueva reglamentación para la ley de uso medicinal de cannabis que “facilita e impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos”, busca asegurar “el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios y usuarias”, incluso a través del “autocultivo o el cultivo solidario”.
El Dr. Gastón Barreto, investigador de la Facultad de Ingeniería y referente nacional en el tema del uso medicinal de Cannabis indicó que “en principio me complace mucho la metodología empleada para llevar adelante esta reglamentación. Se comenzó consultando a todos los sectores que estamos involucrados en el tema, después se confeccionó una propuesta borrador y se la presentó al Consejo Consultivo Honorario del Programa de Cannabis”.
En este último ámbito se hicieron observaciones hasta pulir el documente que salió en el Decreto y que “refleja ese trabajo, porque atiende a la mayoría de las inquietudes que se han venido planteando”, sostuvo Barreto.
Esa forma de manejar el tema me causa mucho asombro y, por supuesto, mucha satisfacción.
¿Qué cambia?
La reglamentación anterior centralizaba todo el control de lo que se hiciera en el máximo órgano político de la salud pública (Secretaría o Ministerio). Esta reglamentación admite que las investigaciones que no involucren a humanos en forma directa serán atendidas por la propia normativa que rige el sistema científico académico.
“Esto parece una sutileza”, afirmó el Dr. Barreto, “pero no lo es. Significa que le abre puertas a muchos grupos de investigación de todo el país que podrán avanzar con más libertad porque hasta ahora la burocracia terminaba ahogándolas. En ese sentido, en la FIO siempre ha habido mucha valentía y mucha decisión política para ir hacia adelante, por lo tanto hemos podido avanzar en materia de investigación. De todas maneras ahora estaremos mejor, y para otros grupos científicos menos desarrollados esto va a ser fundamental”.
También cambia la situación de quienes han querido cultivar legalmente para atender a patologías clínicas. “Ahora se requiere tener una prescripción médica y consentimiento del paciente, con eso se accede al Programa Nacional de Cannabis”, explicó el investigador de la FIO.
La reglamentación permitirá disponer de listados locales, regulados en el ámbito municipal. Esto ya ocurre en algunos municipios del país que quedarán incluidos a partir de este Decreto, pero no en todos. Y ahora queda claro que es posible y es legal.
Mirada abierta
Esta reglamentación considera, además, la posibilidad de que se desarrollen especialidades medicinales nacionales, la importación de especialidades que es algo que ya ocurría, y además la formulación de recetas magistrales. “Esto abre una perspectiva para la industria farmacéutica nacional muy alentador”, indicó Barreto.
“A eso hay que sumar que ya se pasa a hablar de la planta de cannabis y sus derivados, y no solo de aceite como venía sucediendo. Por otra parte, se abre el espectro de patologías: hasta ayer solo se atendían los protocolos de epilepsia refractaria, pero ahora se contempla otra indicación terapéutica medicinal o paliativa del dolor”, se entusiasmó Barreto y agregó: “que se permita el autocultivo es histórico, es un paso importantísimo”.