El último fin de semana detectaron más de diez reuniones o eventos sociales
Si bien en la mayoría de los casos los acusados se negaron a firmar o recibir el acta de infracción, todo fue documentado y puesto a disposición del Juzgado de Faltas.
La cuarentena o el confinamiento se hace cada vez más largo, seguramente muchísimo más extenso de lo que todos presumimos allá por marzo. Pasaron más de 7 meses y muchas de esas medidas siguen en vigencia en el plano local debido al incremento de casos.
Las reuniones o eventos sociales aún están prohibidos pero no por ello dejan de realizarse. Por más que desde diversos sectores se clame por la no realización, esos encuentros son una realidad y el último fin de semana quedó evidenciado, tal es así que Central de Noticias pudo conocer que se labraron más de una decena de infracciones. San Vicente, Villa Floresta, Sarmiento, Pueblo Nuevo, Pueyrredón fueron algunos de los barrios donde se detectaron este tipo de faltas.
El dato no menor es que esa cifra se limita únicamente a los casos detectados en horas de la noche, descubiertos por personal del área de Seguridad y Control Urbano, en tareas adicionales realizadas desde la policía Bonaerense o, como también sucedió en los últimos días, a partir de las denuncias que vecinos realizan tanto al servicio de emergencias como a través de la aplicación Ojos en Alerta, donde también se adjuntan fotos y videos que pueden llegar a tener un rol clave como evidencia en el posterior sumario contra los acusados.
Asimismo, tal cual logró conocer este portal, los agentes que forman parte de los respectivos operativos también documentan todo lo que ven, algo que no solo lo plasman en las correspondientes actas, sino que también toman registro en fotos y videos que luego serán puestos a disposición del Juzgado de Faltas local.
Cumpleaños, fiestas, visitas a amigos fueron algunas de las excusas vertidas por los responsables de los domicilios. Vale destacar que en varios casos los dueños de casa no respondieron al llamado policial, no sin antes cerrar ventanas, apagar luces y, principalmente, bajar el volumen de la música. Todo quedó debidamente documentado y ahora está en manos del Juzgado de Faltas.