Denuncia de adoctrinamiento: el decano Trebucq le respondió al intendente Galli
Sostuvo que fue “inapropiado” poner los nombres en el examen cuestionado aunque sus dichos sobre adocrinamiento “es una intromisión que viola claramente los derechos definidos desde la Reforma de 1918 de autarquía, autonomía universitaria y de libertad de cátedras”.
Días después de la denuncia del intendente Galli de “adoctrinamiento” por un examen en la Facultad de Salud, el decano de la casa de estudios Héctor Trebucq publicó una carta donde respondió las acusaciones realizadas por el mandatario comunal.
De todas maneras, al inicio de su carta “como personas de buena fe que representan instituciones” sostuvo que “ resultó inapropiado no haber tachado o borrado los nombres que aparecen en el examen cuestionado y que obviamente han molestado, por lo cual no creemos conveniente disimular esta omisión que consideramos inoportuna e inconveniente”.
A continuación, aludió a las “opiniones referidas a actos académicos y metodológicos sobre cómo se realiza el proceso de enseñanza, aprendizaje y sus evaluaciones en una Facultad” y catalogó los dichos el jefe comunal como “una intromisión que viola claramente los derechos definidos desde la Reforma de 1918 de autarquía, autonomía universitaria y de libertad de cátedras, proceso que se hace dentro de este marco académico y al cual no podemos ni debemos inmiscuirnos desde las autoridades de la Facultad y mucho menos por fuera de la misma, ya que es un derecho exclusivo del profesional docente”.
También se metió de lleno con el término “adoctrinar” “como si nuestros y nuestras estudiantes fueran sujetos pasivos y acríticos”, cuando en realidad, expresó Trebucq, “nuestra intención es que sean estudiantes y futuros profesionales críticos, analizadores y reflexivos de sus realidades, y el hecho de reflexionar y analizar críticamente un artículo que salió desde la prensa y es público, resulta ser un insumo formativo imprescindible desde la problematización con situaciones reales o hipotéticas, según se defina, pero que su interés no es de adoctrinamiento, sino muy por el contrario, su objetivo es visibilizar problemas reales a fin de consolidar una formación contextualizada en las necesidades y demandas de salud”.
Catalogó como “desacertada” la opinión de Galli acerca de “que debemos preocuparnos por la formación de calidad de nuestros y nuestras estudiantes” dado que “sale desde su intuición y de su desinformación ya que podría referirle en este texto las acreditaciones sorteadas todas con éxito de las Carreras de nuestra Facultad ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), contando con más de 500 profesionales de salud que hoy pueblan los centros y servicios de salud de esta ciudad, de la región y de nuestro país y de los cuales tenemos excelentes referencias”.
“Cabe agregar también que sospechar de la calidad formativa sin información pertinente previa y difundirlo, no hace más que generar incertidumbre y desconfianza en el claustro estudiantil que hoy asiste a nuestras aulas”.
Insistió con la situación de la obra del edificio del policlínico de avenida Pringles, y Trebucq dijo que “contrario a lo que erróneamente se pretende instalar, fue la empresa adjudicataria de la obra y no el Ministerio el gran responsable de la paralización de la misma, contando nuevamente con el apoyo de un Estado Nacional presente tanto en el crédito destinado a las Universidades Públicas como así también en la continuidad de las gestiones para resolver esta problemática”.
Con alguna pequeña crítica, Trebucq le dijo a Galli que “sabrá que hay obras que por causas similares llevan más tiempo paralizadas y abandonadas en la ciudad sin que nunca se hiciera referencia desde su gestión, pero además en nuestra obra se han continuado con refacciones menores con fondos propios que permitieron la continuidad del funcionamiento de 4 aulas, un Salón de usos Múltiples y Laboratorios, además de la continuidad de las gestiones por una nueva licitación, y que yo creí que luego de mi exposición en el HCD había dejado en claro estas acciones”.
Teniendo en cuenta que en estos tiempos “todos reclamamos una educación más vinculada con la realidad que vivimos y la posibilidad de transformarla para empoderar a nuestra comunidad, a nuestro pueblo. Más aún cuando se trata de profesionales egresados de la educación pública, que tienen un compromiso con la mejora en la calidad de vida del pueblo que la financia”.
Es por ello que además de entender la calidad educativa como adquisición de conocimientos científicos y tecnológicos “también la contextualización y problematización en la que estos conocimientos se utilizarán, losproblemas, demandas y necesidades son insumos imprescindibles para esta formación integral”.
“La necesidad de que los contenidos de todas las disciplinas se vean atravesados por cada realidad, es un imperativo cargado de compromiso y responsabilidad social. ¿Cómo podemos sin esta integración y transversalidad transformar la realidad que conocemos?”
Insistió en que los docentes “no solo tenemos el derecho, tenemos también el compromiso ético de vincular los contenidos curriculares con el pasado, el presente y el futuro esperado en que ejercerán nuestros futuros profesionales. Este no es claramente un hecho de adoctrinamiento como tampoco se le podría llamar así -en sentido contrario- si la opinión pública de su gestión en materia de salud le fuera favorable y un docente lo analizara en clases”.
Finalmente, le dijo a Galli que “la ofensa sin reflexión – ni conocimiento o información- solo conduce a apasionamientos y éstos a opiniones desmedidas, como la que usted dirigió hacia las autoridades de la Facultad de Ciencias de la Salud, pero fundamentalmente a la Institución y a la calidad de su formación, una institución prestigiosa, como usted mismo lo afirma, con casi 20 años de funcionamiento, con carreras acreditadas, normalizada, cogobernada, con más de 1600 estudiantes, con más de 500 egresados, la mayoría de los cuales han sido incorporados al Sistema de Salud local y de la región”.
“La Facultad de Ciencias de la Salud de UNICEN es una Facultad reconocida en el país por haber diseñado un plan de estudios de avanzada en función a un conjunto de prácticas que sus estudiantes y docentes realizan en línea con lo que llamamos integralidad de la educación: enseñanza-investigación-extensión y realidad juntas, entrelazadas”.
Dijo que “la educación pública debe desvelarse por revertir desigualdades, acortar brechas y generar sociedades más inclusivas” pero “sucede que nadie puede cambiar lo que no conoce. Es nuestra obligación que los y las estudiantes conozcan la realidad en la que ejercerán. Todo docente debe poder ejercer la docencia en libertad, algo que no nos fue permitido durante la dictadura. Defender la educación pública libre, gratuita y laica es defender y profundizar la democracia”.
Finalmente, y en tono de reflexió, destacó que el término “nuestra universidad regional” lo incluye a Galli “teniendo en consideración su apoyo incondicional con la escritura del edificio, con los convenios firmados y con la cesión de aulas, espacios, centros y servicios de salud para desarrollar nuestras actividades áulicas y prácticas. No es la intención empañar la relación institucional que debemos seguir fortaleciendo para continuar con la formación de profesionales de la salud competentes, de calidad y comprometidos con la salud de nuestra gente”.