Leila Guerriero: la cronista que dibuja palabras en los silencios
Es periodista, escritora y editora. Sus historias manejan silencios, luces y sombras. Tres propuestas (y un bonus track) para conocerla.
Yesica Guevara/@yesicaguevara29
del staff de Central de Noticias
Leila Guerriero es periodista, editora y maga. No de las que realizan trucos de magia con cartas o sacan conejos de la galera. Pero de alguna forma, si. Hace eso con palabras.
Nació en la ciudad de Junín, en 1967. Sus publicaciones aparecen en medios latinoamericanos y españoles y escribió decenas de libros. En esta ocasión junto a El Puente Librería (Independencia 2843) recomendamos tres libros de esta autora elegante, concreta, inteligente, poética. Sus textos tienen estructura, método, corrección, corrección y corrección. En definitiva, mucho trabajo para lograr que cada palabra esté ahí, porque es imprescindible.
El recurso de lo “no dicho” atraviesa sus textos. Logra instalar en los silencios, el peso de la historia. “Lo que sé, que no es mucho, lo aprendí -entre otras cosas- leyendo a autores de ficción y de poesía” resalta Leila Guerriero.
En alguna conferencia -de las tantas que ha pronunciado- Leila le dijo a los periodistas que “leer ficción, entre otras cosas, adiestra el oído, desarrolla el sentido del ritmo, ayuda a encontrar un estilo propio, produce humildad y omnipotencia -y, por lo tanto, ganas de escribir-, y un etcétera largo en el que no es menor el hecho de que fortalece el buen gusto y sirve para no creer que uno ha inventado el paraguas cuando el paraguas lo han inventado otros cien años atrás”.
A fines de 2020 volvió a las librerías Los suicidas del fin del mundo (Tusquets), del que se cumplieron quince años de su primera edición. En abril de 2021 (y ya con una segunda edición en agosto) se publicó La otra guerra, dentro de la colección Cuadernos de Anagrama. Y en septiembre fue publicada una versión aumentada de Frutos extraños (Anagrama).
-Los suicidas del fin del mundo (Tusquets, 2005)
El se ubica en Las Heras, un pequeño pueblo petrolero de la provincia de Santa Cruz, donde se registró una ola de suicidios a fines de los noventa.
La periodista viajó hasta el lugar para hablar con los familiares, amigos y lugareños. Recorrió cada rincón de Las Heras y reconstruyó los trágicos sucesos. La historia se lee como una novela, pero es una crónica periodística que desnuda la realidad de un sitio lejano que no aparece en los titulares de los grandes medios de comunicación.
“-A veces, no te creas… yo creo que esa idea de quitarse la vida la ha tenido todo el mundo. Es que te cansa. Esto te cansa.
Señaló la puerta.
El viento pateaba para poder entrar”.
En “Los suicidas…” el viento es un protagonista más de la historia. Y eso da miedo. En casi todas las páginas hay una referencia. Azota los frentes de las casas, arranca ventanas, empuja, se mete entre los dientes. El viento como maldad interminable.
-Frutos extraños (2009 y reeditado en 2021 por Alfaguara)
En este libro, reúne una variada muestra de sus crónicas y perfiles, en los que combina herramientas del relato de ficción con el rigor de la investigación periodística. Además, se destaca una entrevista íntima con Homero Alsina Thevenet, maestro de la crítica cinematográfica.
Como si fueran personajes de una novela, aparecen personas cuyas historias ya habían sido reflejadas en la prensa aunque habitualmente reducidas a un estereotipo.
¿Qué pasado produjo ese presente? Leila va tras eso. Así conocemos por ejemplo, la historia de un gigante que estuvo cerca de alcanzar la gloria en la NBA pero volvió a su pueblo a vivir en la miseria; o la tan citada historia de Romina Tejerina.
Con destreza para mirar y capacidad de escucha Leila nos pone en el lugar del otro. Somos ese otro.
-La otra guerra. Una historia del cementerio argentino en las islas Malvinas (Anagrama, 2021)
Entre 1970 y 1982 la editorial publicó una colección llamada Cuadernos Anagrama. En 2017 la editorial revivió el concepto de publicar textos que pertenecen u orbitan el ensayo en una colección de formato pequeño —el verdadero libro de bolsillo— con lo que Silvia Sesé, su directora editorial, llama “textos de combate”.
Este año, con motivo del aniversario 50 del sello, se dio especial difusión y atención a estos Nuevos Cuadernos Anagrama.
En 1982, tras la guerra entre Argentina y Gran Bretaña por las islas Malvinas, el ejército inglés ordenó al oficial Cardozo que identificara a los soldados argentinos fallecidos en ese territorio y diseñara un cementerio para albergarlos.
Los resultados de su trabajo llegaron al gobierno argentino, que no los hizo públicos ni los dio a conocer a los familiares de los caídos, de modo que estos permanecieron sin identificar.
Este libro narra los esfuerzos, exitosos y recientes, por restituir una memoria opacada por la inacción institucional, el orgullo nacionalista y la sombra de la dictadura.
-Bonus Track. Teoría de la gravedad – (Libros del Asteroide 2020)
“No he venido aquí a pedir disculpas sino a decir que arrojen la primera piedra. Todos hemos sido, alguna vez, el monstruo de alguien”.
Los textos que aparecen en este libro fueron publicados en el diario El Pais, de España, entre los años 2014 y 2019. Son breves y de una contundencia abrumadora. Incluye columnas e instrucciones que muestran a una pareja siempre al borde del abismo, del hartazgo, de la soledad.
La madre, el hospital, la casa de la infancia. Los principios y finales certeros, de esos que cortan la respiración. Las clases de piano en el Conservatorio Municipal. Un par de ojos amarillos y un océano de calas. Una pareja que se aplasta, se lastima, se detesta, se soporta. La quietud del verano y el oficio de contrabandear poemas que escribieron otros.
Esas imágenes y muchas más se disparan al abrir “Teoría de la gravedad”. Leila domina las palabras con una maestría de domadora de leones. Es elegante, concreta, inteligente, poética. Puede aparecer y desaparecer de sus textos con facilidad: ¿es ella la protagonista de esas historias?. ¿Acaso eso importa?
Leerla es como correr una maratón: nos pasan cosas en el cuerpo, nos libera, nos agota, nos lleva al éxtasis. Algunos de sus textos terminan con citas o versos y eso nos abre otros caminos, otras posibilidades.
Foto de portada: Ale López. El País.

