Jairo y un show emocionante por sus 50 años de trayectoria
Este último viernes Jairo se presentó en el Teatro Municipal. Los detalles.
Jairo se presentó en el Teatro Municipal este pasado viernes 15 de octubre para festejar sus 50 años de trayectoria en el marco de la gira de su nuevo disco “Jairo: 50 años de música”.
A lo largo de dos horas, Jairo realizó un repaso por su gran discografía comenzando con sus temas “Nuestro amor será un himno” “Me basta con saber” “Duerme Negrito” y “Caballo Loco”.
“Estoy muy feliz de cantar nuevamente en Olavarría, hemos venido varias veces” contó Jairo. “Alguien de la producción hoy temprano me decía, vos viniste 5 veces a la ciudad, y yo le respondí de las que vos recordás, antes eras más chiquito” bromeó. “Es una felicidad cantar para ustedes”.
“He vivido en París, una ciudad de la que todos conocen: sus galerías, su catedral del jorobado, pero si cierro los ojos sólo recuerdo una mujer, de la que estaba enamorado” explicó y sonó el tema “Los enamorados” seguido de “Los poetas no se rinden jamás” y “Zamba del pañuelo”.
A sala llena, el público disfrutó de todas sus canciones y de interactuar con el artista. Llegó el momento de la música mexicana y sonó “La balacera” seguido de “Milagro en el bar unión”.
Jairo dialogó con su público contando anécdotas de sus viajes, de su música y de su vida. “Yo nací en mi casa, el parto fue ahí, no me llamo Jairo, mi mamá me puso Mario, por un cantante de ópera que a ella le gustaba y era muy popular en ese momento. Pero mi papá me puso de segundo nombre Rubén, por Rubén Darío. El primer nombre de un cantante y el segundo de un poeta. A mi hermano mayor le pusieron Julio César. Y a mí otro hermano le pusieron Jorge Luis. Pensé que era el único nombre ‘común’ entre todos, hasta que conocí a Jorge Luis Borges”.
Un momento emotivo se hizo presente en la noche cuando sonó “Podría bailar toda la noche contigo” y fue acompañado en la voz por su hijo Jaco González.
Jairo hizo un repaso por varios géneros musicales, y llegó el momento del tango. “Cuesta abajo” de Carlos Gardel hizo estallar al público.
Luego comentó una anécdota con Astor Piazzolla, gran amigo del cantante. “La última vez a lo vi fue en una clínica de rehabilitación. Laura, su esposa, me dijo que no me vaya a poner mal porque no reconocía a todo el mundo. Solo la miraba a ella, tenía los ojos grandes como Picasso. En un momento me miró, agarró mi mano y se acariciaba la cara. Le pidió a su mujer una pizarra y empezó a golpearla haciendo un ritmo de milonga, como esperando que yo cantara. Y le canté”.
Sonó “Milonga del trovador”, “El ferroviario” e “Indio toba” tres clásicos de Jairo. El publicó se levantó de sus asientos para aplaudir al cantante entre lágrimas de emoción.
Por último, Jairo siguió con “Morir enamorado”, “La olvidada”, “El valle y el volcán” y finalizó con el “Ave María”.
