Libros como jardines infinitos

La lectura nos permite habitar todos los mundos posibles. Recorrer un libro, nos lleva a geografías desconocidas o paisajes internos. Te mostramos cómo en Olavarría, hay un puente que nos acerca a ese universo.

El escritor y jardinero Marcos Martella dice que “los libros son un poco como los jardines, lindos sueños que sólo sirven para que nos sintamos, de vez en cuando, menos solos. Pero ellos también están de paso” y la antropóloga Michèle Petit agrega: “gracias a los mediadores culturales que ayudan a niños, adolescentes, adultos, a apoderarse de poemas, cuentos, fragmentos de textos, canciones, imágenes, con los que podrán componer su propio jardín”.

En Olavarría, librería El Puente (Independencia 2843) nos presenta un jardín para despertar miles de posibilidades. Con el equipo de “Te mostramos cómo” fuimos a visitar el espacio ubicado en el corazón de Pueblo Nuevo para conocer cómo funciona una librería y cuál es el desafió que enfrenta cada librero o librera para poner en movimiento las palabras.

“Es lo más cercano al infinito que vas a conocer”, lanzó Ulises Castaño, uno de los integrantes de El Puente, en referencia a la variedad de textos que se pueden encontrar en una librería. Y ahí, juega un rol importante la atención y resolución: “tratar de responder lo más rápido posible a esa inquietud para nosotros era primordial. Siempre la idea es tratar de que el lector que está buscando ese libro se encuentre lo más rápido posible, sin gastos de envío, además, con el libro que está buscando. Y así es como se va componiendo un poco el perfil de cada lector”.

Ulises, contó que la librería “empezó a funcionar en finales del 2017, primero como un espacio itinerante, recorriendo ferias y demás, y después también a través de redes, sobre todo recepcionando material que nos solicitaban, y ya en 2018, en el local donde estamos ahora acá, en Pueblo Nuevo”.

“Se fue armando sola y muy de a poco. Cuando nos quisimos dar cuenta ya estaba armada”, señaló y aseguró que “desde un principio” una de las cuestiones centrales para definir el perfil de la librería fue “tratar de acompañar un poco la oferta educativa en gran medida universitaria que había en Olavarría”.

De esta forma, hay “un 50% de lo que uno ofrece como propuesta temática, y la otra parte es lo que la gente que se acerca va pidiendo”.

Por otra parte, se destaca la presencia del sector infantil en el espacio. “Fue uno de los sectores que lo pensamos desde el inicio. Si bien yo como librero conocía el material, lo conocía desde un punto de vista comercial. Pero cuando nos vinimos acá, ya había llegado Cátulo en nuestra vida, por eso el espacio se llama Catulín”.

“En ese sector particularmente ponemos mucho de lo que tenemos como padre, como madre, como abuela también, porque la abuela también trabaja acá. Así que es un sector que, si bien obviamente nos ocupamos de todo, ese sector es muy especial. Intentamos que lo mejor que tenemos esté ahí”, afirmó.

“La lectura se trata un poco de eso, de ir haciendo el puente con las generaciones que vienen”, concluyó el librero.

“Probablemente por eso yo regalo libros a mis seres queridos: no tanto para compartir lo que amo como para regalarles un jardín en el que puedan caminar aunque sea una vez, hojeándolo y recorriendo unas líneas”. Michèle Petit.