Cambio en la forma de votar: el Congreso aprobó la boleta única de papel
Se usará en las próximas elecciones para los cargos nacionales. Tuvo el apoyo de una amplia mayoría tras un acuerdo entre el oficialismo, Pro, la Coalición Cívica y la UCR. El modelo que se usará.
La Cámara de Diputados sancionó este miércoles un cambio de fondo en el sistema electoral: la implementación de la boleta única papel (BUP) para elegir cargos nacionales -es decir, presidente, vice, y legisladores del Congreso Nacional- a partir de las próximas elecciones. Se aprobó por 143 votos afirmativos, 87 rechazos y cinco abstenciones. Fue acompañado por el oficialismo, la UCR, Pro y la Coalición Cívica (CC).
El punto principal de esta reforma es la eliminación de la actual papeleta partidaria –que distribuye y cuida cada espacio político– para adoptar una única boleta que aglutine toda la oferta electoral nacional. El modelo elegido es el que ya se aplica en la provincia de Mendoza, con los partidos en el orden vertical y los cargos en el horizontal. No se incluyó la posibilidad de tildar boleta completa.
Un solo legislador de Unión por la Patria apoyó la BUP: el jujeño Guillermo Snopek, que ya había presentado un proyecto propio al respecto cuando fue senador por su provincia.
Javier Milei querrá hacer del cambio histórico un triunfo político de su gestión, en medio de las turbulencias que atraviesa desde hace varias semanas. La Casa Rosada acordó finalmente con el PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica, el espacio de Miguel Pichetto y las fuerzas provinciales aceptar la propuesta que gran parte de los gobernadores impusieron en la Cámara alta.
La BUP que sancionó el Congreso establece que desde los próximos comicios –en 2025 hay elecciones legislativas– cada votante recibirá de manos de la autoridad de mesa una hoja con todos los candidatos de todos los sellos electorales juntos. Allí se tendrá que marcar con una lapicera qué candidato para cada cargo se elige.
El acuerdo parlamentario filo-oficialista contempló aceptar la votación del Senado del 12 de septiembre pasado, pese a que allí fue modificado el texto original que Diputados había aprobado en 2022. Hubo una fuerte reticencia de los legisladores que responden a mandatarios provinciales que cuestionaban que si existía un botón de lista completa, tendrían menos competitividad los sellos electorales que no presenten candidato a la Casa Rosada.
La reforma sancionada plantea que es la Cámara Nacional Electoral la responsable de diseñar las BUP; mientras que las Juntas Electorales Nacionales serán las encargadas de adaptar la boleta a la oferta electoral de cada distrito. En tanto, el Ministerio de Interior, a través de la Dirección Nacional Electoral (DINE) es responsable de imprimir y distribuir las boletas. Ya no serán más los partidos políticos los encargados de reponer las tradicionales papeletas a medida que se acaben en los cuartos oscuros.
La BUP contendrá el nombre de la agrupación política; la sigla, símbolo distintivo y el número de identificación de la agrupación política; la categoría de cargos a elegir. Aparecerán todos los nombres y fotos de los postulantes –presidente y vice, senadores, diputados y parlamentarios del Mercosur–. Sin embargo, en las provincias que tienen que votar muchos diputados –por ejemplo en Buenos Aires se eligen 35 bancas– el segmento para ese cargo legislativo solo contendrá la identificación de los 5 primeros candidatos y candidatas.
Otra de las modificaciones que introdujo la Cámara alta tiene que ver con el calendario electoral: las PASO se adelantarán del segundo al primer domingo de agosto. Además, se pasa de 50 a 60 días anteriores a la elección el plazo para el cierre de las listas y de 40 a 45 días para exhibir el diseño de la boleta única. La campaña electoral comenzará 60 días antes de las elecciones. La justicia federal con competencia electoral y la Dirección Nacional Electoral harán una campaña de difusión y capacitación pública sobre el uso del sistema de BUP.
El debate por la BUP estuvo cruzado por un fuerte cuestionamiento de los libertarios y la oposición blanda contra Unión por la Patria. Fundamentalmente los patrocinadores del nuevo sistema de sufragio acusaron el histórico rechazo del peronismo-kirchnerismo a cambiar las reglas de juego, amen de conservar la herramienta muy ligada al clientelismo y el robo de boletas. Desde el kirchnerismo negaron las acusaciones y señalaron que la flamante papeleta única atenta contra la democracia.
“Les preocupa porque disminuye el peso del dinero en la contienda electoral”, cuestionó la macrista Silvia Lospennato, que señaló que la resistencia peronista ya llevaba 17 años. “Habrá boleta única en la Argentina porque una mayoría multipartidaria logró privilegiar lo que tenemos en común frente a lo que nos diferencia, pero estos cambios solo los consolida el tiempo y los ciudadanos”, defendió la legisladora que impulsó en su momento una reforma que ahora se concretó, y manifestó: “Hay dos verdades que los politólogos conocemos respecto al sistema electoral, la primera es que no hay reformas neutras y la segunda que ningún sistema por más amañado que sea si se garantizan elecciones libres puede contra la voluntad popular”.
Las huestes peronistas lanzaron varias líneas discursivas para evitar una derrota que ya estaba cantada de antemano. “Lo que funciona bien lo estamos queriendo cambiar por una tilinguería. Esto no es una demanda ciudadana, como sí lo son las jubilaciones dignas, los salarios, la educación pública”, lamentó en UP Eduardo Valdés. “Nosotros nunca denunciamos fraude, nos bancamos los resultados electorales como corresponde. Incluso cuando (Daniel) Scioli perdió con (Mauricio) Macri con una mínima diferencia”, recordó el diputado, que vaticinó que el nuevo sistema va a costar cinco veces más que el actual.
Por su parte, Victoria Tolosa Paz pronosticó que el nuevo sistema electoral “va a aumentar el voto en blanco y el nulo”. Advirtió que esta reforma “va a complejizar la elección del elector, dejando un aumento de votos que no son la preferencia del elector en la categoría gobernador, senador, diputados nacionales y provinciales”.
Pese al amplio apoyo de la oposición autollamada dialoguista, hubo quienes aprobaron la iniciativa que quedaron un tanto disconforme. La vicejefa del bloque radical, Karina Banfi, planteó su queja por la falta del casillero de lista completa, que fue la condición de los gobernadores para acompañar finalmente el voto a favor. Anunció que presentará un proyecto de ley “al día siguiente” de que la BUP sea reglamentada para sumar ese botón: “Votar no es solo un derecho, es nuestro poder… el poder que le damos a las personas para decidir sobre nuestras vidas”, justificó. Diputados de otras fuerzas como Juan Brügge y Margarita Stolbizer coincidieron con el radicalismo en impulsar en el futuro esa incorporación.
Fuente y fotos: Agencia DIB